Cuando nos miramos

Capítulo 38 (Final): Magia

Seis meses después.

Narra Amara

Ha pasado medio año desde que me propuso matrimonio, hoy es el gran día. Mentiría si no dijera que la ansiedad de este día era abrumadora, pero estar junto a Aries siempre me reconfortaba y de esa forma, cada día confirmaba que había tomado la decisión correcta. La convivencia no fue un camino fácil ni simple, hubo que superar situaciones incomodas, diferencias y discusiones infantiles, pero incluso en el peor día, nunca dejé de querer vivir mi vida con él y nunca dejamos pasar una pelea ni minimizamos nuestras emociones, nos preocupamos por el otro, de escucharlo y conversar, enfrentamos esas charlas incomodas juntos... siempre juntos.

Nuestra boda es bastante sencilla, primero para ahorrar dinero y segundo para evitar agobiarme con una sobreestimulación del entorno. Nuestros invitados, son la familia y amigos cercanos, incluso vinieron nuestras amistades de Italia.
La boda legal la hicimos en la mañana, fuimos con la misma ropa de este momento, Ariel y mi hermano fueron nuestros testigos; Esta tarde es solo una celebración simbólica que celebraremos junto a mi marido

Marido, se siente bien decirlo.

Repasando al antes de llegar a esta caminata hacia el altar,  Aries no quedó seleccionado en el casting ese día, era difícil ignorar esa caída sinceramente y él lo sabía; pero pronto otra oportunidad se abrió, un caza talentos le escribió días después, proponiéndole un lugar como solista dentro de su compañía.

Ese día ambos tomamos un baño, con unas copas de vino y charlamos, hablamos de él, esa tarde me confesó que le gustaría algún día abrir su propia academia, pero que ser un artista solista también le interesaba, que se imaginaba complementando escenarios con su arte, ser contratado en diferentes eventos de música, circo o teatro, pero tener la independencia de elegir. Decidimos probar un contrato por un año, para así ganar publicidad gracias a la empresa. Es un camino largo, pero no tenemos prisas, queremos vivir el tiempo, ambos estamos hartos de correr lejos del presente. Decidimos disfrutar el hoy.

Logramos ahorrar dinero, entre mi beca universitaria y su trabajo como profesor de pole sport, gracias a eso nuestra casa, cada vez tiene más personalidad. Además, estamos guardando un porcentaje para viajar de luna de miel en mis vacaciones de verano, queremos conocer, vivir experiencias nuevas, hacer voluntariados e incluso Aries piensa en hacer Showrooms de pole art y así hacer dinero en el viaje, ganando más renombre en su mundo, uno del cual soy su mayor fan.

Unos de mis mayores miedos en el amor, era no poder compatibilizar mis estudios con una relación, pero estaba equivocada.

Muy equivocada.

Tienes razón, estaba completamente errada.

Para mi sorpresa, voy bien con mi especialidad, me encanta y aunque la bipolaridad a veces dificulta mis decisiones. Tengo un compañero de vida que me ayuda a cruzar cada dificultad, mi prometido no fue un obstáculo en mis sueños, ha sido mi apoyo y un gran pilar.

Las chicas de la residencia, se han convertido en este poco tiempo en grandes amigas, siguen visitándome a mí y a Maycke; que cabe destacar, ama el jardín. Ellas y Lucas vinieron a la boda, me enseñaron que a veces no es el tiempo, son las personas.

Estoy vestida de verde, un color poco común para una boda, pero esta no es una boda religiosa, es una celebración pagana de nuestro tramite legal. No quiero representar pureza, en cambio conseguí un vestido del mismo verde que los ojos de Aries es simple, tirantes, un escote corazón, cae cerca del piso, acinturado y con un corte en la pierna; no es lo tradicional, pero es el que me hace feliz y es nuestra boda, somos los protagonistas.

Aries viste un traje negro, una camisa blanca, con una corbata del color de mi vestido y un sombreado café que maquilla sus ojos y le da profundidad a su mirada. También tiene unos brillitos muy bonitos como iluminador. Yo llevo un maquillaje simple, nude y los mismos brillos de iluminador.