Cuando nos miramos

Capítulo 30: Tal vez cambiar no es malo

Narra Aries

La gala ha finalizado de noche, me quedé hasta el final esta con mis compañeros, para ayudar a ordenar La Burbuja, encontré un momento y me contacté con Amara; Saber que ella lee mis mensajes, me deja más que satisfecho. Dicen que el tiempo es relativo, nunca pude estar más de acuerdo, todo el show ha pasado en segundos, mientras que la despedida con mi chica se sintió eterna.

Se amaron solo unos meses, no toda una vida.

Nos amamos con la vida, solo en unos meses.

Tal vez la ansiedad no se detenga jamás, pero me siento más preparado que nunca, para aclarar las cosas con mi cabeza, las veces que sea necesario. Este día me ha dejado agotado física y emocionalmente, he finalizado de ayudar al equipo y a la salida me espera más gente de la que creía e incluso algunos que ni siquiera esperaba algún día ver aquí conmigo.

- Hijo mío – Mi madre se acerca a abrazarme junto a mi padre – Has estado increíble.

- Te felicito hijo – Dice mi padre y me da unos golpecitos en la espalda - Amara dijo que valdría la oportunidad verte y tenía razón.

- Felicidades amigo – Dice Ariel, quien se acerca a abrazarme.

- Me has enamorado cuñado mío – Bromea Nico y me da un abrazo.

- FELICIDADES – Dicen al unísono las amigas de Amara y Paul.

- Gracias – Le digo a Jazmín, quien sonríe.

- Fue su idea, ella no se lo perdería – Cuando confiesa aquello, una lagrima rueda por mis ojos, al pensar en lo apurada que tuvo que estar por alcanzar a tiempo.

- La amo tanto – Miro a la madre de Amara, quien no ha dicho nada. Ella sonríe y se acerca a abrazarme, a lo que lloro sin vergüenza.

- Y ella a ti – Me limpia las lagrimas con los pulgares de forma maternal, mira tras de mí para observar a mis padres – Mucho gusto soy la madre de la chica que tiene llorando a su hijo.

Todos reímos por aquel comentario, pero una figura que llamó mi atención, detuvo la diversión del ambiente y en ese justo momento, decidí que sería confiado fuera del escenario por una vez en mi vida. Recompongo mi postura, limpio mi rostro, inhalo, exhalo y dirijo mi camino a la figura masculino que se ubica a unos metros de distancia.

- Señor Sansones – Llamo su atención a la distancia, él voltea a verme y camino seguro en su dirección hasta estar frente a él.

- Señor Parisi – Estira la mano para saludarme y yo respondo de la misma forma.

- Mucho gusto, puede llamarme Aries, encanto o su futura estrella – Él se mantiene serio.

¿Mucha confianza?

Público difícil

Estamos de acuerdo.

- Seré claro Señor, quiero participar en su casting original de Roma – El sigue observándome en silencio, siendo positivo, lo trabajo como una oportunidad – Llevo más de 5 años haciendo Pole sport, 7 desde que subo a escenarios y en 2 meses obtendré mi titulo profesional en arte escénico, hablo español e ingles y puedo prometer conseguir un diploma en italiano lo antes posible.

- Aries dime que hace tu curriculum distinto al de la mayoría – Cuestiona, dándome a entender que no lo he impresionado – Tienes talento, pero no eres el primero ni la única oferta que tengo ¿Qué te hace diferente?

- Pasión – Respondo y agrego – Y amor.

- ¿Amor? – Por fin una alteración en el semblante de su rostro, he llamado su atención ¿Quién sabe? Tal vez sea un romántico.