Narra Amara
Realmente confesarle que tengo el mismo interés que él, es ...Extraño.
Definitivamente.
Si quieres vivir lo que nunca has vivido, tenemos que hacer lo que nunca hemos hecho.
Él no conoce lo que represento y cuando lo haga, desaparecerá.
Estaba hundida en mis pensamientos, cuando Aries me saca de mi cabeza.
- ¿Estas bien? Parece que no estuvieras aquí – Dice levemente preocupado - ¿Dije algo malo...?
- NO – Exclamé, sorprendiéndolo con mi rápida respuesta – Solo se me olvidó, donde estaba el infierno – Sonreí – Hasta los demonios se pierden.
- Ah, okey – Sonríe con duda - ¿Ya sabes dónde estamos?
No me había percatado de nuestra ubicación, hasta que vi mi lugar favorito. Las chorrillanas que hacen son las mejores. Nos guié a la entrada y el infierno nos recibió.
- No pensé que el local de comida, literalmente se llamara "Infierno" – Solté una carcajada por su cara de sorpresa.
- ¿Entonces? – Dije soltando su mano y desprendiéndome de su calor - ¿Se adentra conmigo al hogar de los pecados? – Dije abriéndole la puerta e invitándole a entrar.
- Con gusto, pero necesito un guía por el averno y tú eres el pecado perfecto – Dice tendiéndome la mano, sus palabras eran una clara señal de anhelo por mi contacto, no lo pensé más y la cogí.
El lugar es bastante amplio, no es lujoso y su decoración gótica logra entonar con su respectivo nombre. Pero este oscuro lugar, tiene un sector privado que nadie conoce.
Mi lugar personal.
Nuestra zona de seguridad.
Un lugar perfecto para conocernos, sin ser interrumpidos.
Un lugar perfecto, para no colapsar si algo sale mal.
- ¿Cómo sabes de este lugar? – Me cuestiona al ver mi total manejo del espacio.
- Este restaurant es de la abuela de una amiga, en mis tiempos libres venía a ayudar y por eso sé que todo el menú es delicioso; Aunque esa no es la mejor parte – Dije guiándolo por una escalera que llevaba a mi lugar secreto.
Nos encaminé por un pasillo que es prohibido para el publico y lo dirijo a la escalera que nos llevara a nuestro destino.
- ¿Cuál es? – Pregunta curioso, mientras sube los peldaños detrás de mí.
- Primero que tengo descuento y segundo que es mi guarida – Dije y volteé mi rostro para brindarle un guiño.
- ¿Voy directo a la guarida del lobo? – Dice, pero antes de que pueda responderle, su mano me atrae con fuerza a su cuerpo, haciéndonos chocar y desapareciendo cualquier distancia que nos separaba – Porque me encantan los animales – Sujeta mi cintura con una mano y con la otra acaricia mi cuello, cuando va a llegar a mi lóbulo pongo mi mano en su pecho para detenerlo.
Paremos esto o no resistirás a la tentación.
- No te llevo a la guarida del lobo – Dije separándonos, subo 2 escalones y aprovechando la altura le doy un beso fugaz – Más bien te llevo a una guarida, donde no necesitas huir de los lobos - Cuando intenta volver a sujetarme, subo corriendo las escaleras fuera de su alcance.
- No corras, te puedes caer – Me reprende.
Cuando esta a punto de alcanzarme, le hago una señal de stop con la palma de la mano y sujeto la manilla de la puerta que permite la entrada a mi lugar favorito.
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Cuando nos miramos
RomansaCuando sus miradas se cruzaron por primera vez, fue suficiente para prender la chispa que les dará la oportunidad de mostrarse como son. Amara es inteligente, aguda y directa. Aries es un chico amable, divertido y soñador. Ella aprenderá que no to...