Capítulo 20: familiarizando

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Narra Aries

-          Hola, soy Aries Parisi – Digo fuerte, con los nervios de punta – Vengo a visitar a Amara.

-          ¿Era necesario que la visitaras en su habitación? – Me cuestiona sin expresión y mi rostro palidece.

AHHHHHHH ¿QUÉ DIGO?

Joder, ni idea.

AHHHHH

-          Mamá no intimides al chico – Se interpone Nico – Que lo asustas, recuerda que ella se peina por él.

-          TÚ ERES EL QUE LOGRA HACER QUE SE PEINE Y DESPIERTE TEMPRANO – Me volteo a ver a Amara, quien no se percata porque esta absolutamente concentrada en su hermano a quien fulmina con la mirada a su hermano – No sabes lo mucho que me cuesta hacer que se...

-          MAMÁ – Regaña Amara a su madre, se ve avergonzada lo intenta ocultar con su rostro indiferente, pero sus mejillas sonrojadas la delatan.

Nico se rió, en consecuencia, Amara se acercó y le dio un golpe en la nuca. Él la empuja con un golpe que la hace tambalear, ella solo entrecierra los ojos, sujeta su brazo y lo muerde. Su madre, los ignoraba de forma olímpica, deduzco que esto es más común de lo que le gustaría.

-          ¿Ellos estarán bien? – Pregunto con incertidumbre.

-          Probablemente – Los mira por el rabillo del ojo – Si te preocupas por ella, tranquilo Nico es más grande en tamaño, pero ella lo ha enviado al hospital más veces.

-          Puedo asegurar que es fuerte – La observo con diversión, su cabello suelto, su mirada competitiva, su sonrisa malvada y su pijama que le entrega tanta naturalidad. Es imperfectamente, perfecta.

-          Hablemos en la cocina – Voltea su cabeza y mirándolos dice – Ellos estarán ocupados por unos minutos y quiero algo de privacidad para que conversemos.

-          Bueno – Digo, en voz baja.

¿Privacidad? Eso no suena bien.

-          La verdad, no estoy de acuerdo con su relación – Suelta, acompañada de un suspiro.

Lo sabía.

Sé que le hago bien a ella.

No sabes ni una mierda.

-          Yo quiero a su hi... - Cuando comienzo a apelar, ella me detiene.

-          Sé que la quieres y no me pareces un mal chico ... - Con un largo silencio y con su voz entrecortada dice – Me aterran sus consecuencias, si esto se acaba, ella se romperá y no quiero verla desmoronarse de nuevo.

-          Sé sobre la bipolaridad – Con la esperanza de expresarle toda mi confianza digo – Eso no me asusta, no me rendiré y ...

-          NO SABES NADA – Alza la voz, respira y con mayor calma para continuar la charla – Conociste su estado depresivo, pero esa es solo una parte ¿Qué harás cuando corra a unas vías del tren por la adrenalina de cruzarlo? ¿Cuándo se crea invencible? ¿Cuándo coma sin parar y acabe vomitando? ¿Cuándo repentinamente quiera acabar todo y luego se arrepienta? ¿Cuándo entre en crisis de pánico? ¿Cuándo no se bañe en dí...

-          BASTA – Es mi momento de interrumpirla – NO ME VA A ASUSTAR, cuando corra unas vías del tren la sujetaré, cuando se crea invencible, seré su ancla a tierra, ayudaré con su alimentación, me informaré con un profesional y lograré que este saludable, si quiere acabar todo, iré al otro lado del mundo para conversar y tranquilizarla, si tiene una crisis de pánico, la contendré, seré el aire que le falta y si decide no bañarse en años, me vale mierda, seguirá siendo preciosa. NO TENGO MIEDO, LO AFRONTAREMOS JUNTOS.

Cuando nos miramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora