Moriría por Vivir//Detroit Become Human

Capítulo16: Todo por vivir

Continuo corriendo y divagando sin rumbo, increiblemente ninguna bala me toca.
—Alto ahí. —Resuena una voz gruesa detrás de mí. Freno en seco. Es probable que sea un guardia.— levante las manos.— Pega el arma a mi espalda. —Avanza —me ordena mientras me empuja.

Me lleva hasta un lugar donde habían tres androides de rodillas con las manos a la cabeza siendo apuntados por otros hombres armados con metralletas. Ya no tenía escapatoria.
—arrodillate junto a ellos—El rostro aflijido de los androides me miraron por un segundo y luego continuaron mirando al suelo.

Apareció una nube de recuerdos en mi mente. Me cuestiono que habré hecho mal aunque no me arrepiento de nada.
¿Acaso el amor me puso en esta situación? ¿O,más bien dejé que me pusiera aquí?, pero ¿qué es el amor realmente? Es la típica pregunta que siempre se hacen los humanos y en ese momento tan inoportuno pasó por mi mente. Es una pena que al parecer ya no había tiempo de investigarlo y moriría con la duda.
Ese androide de hermosos ojos cafés, cabello castaño oscuro, sonrisa inocente y piel de porcelana había cambiado totalmente mi vida.

Me dejé llevar por su personalidad tan enigmática, por la curiosidad de lo que me hacía sentir, por el insesante deseo de aferrarme a este sentimiento como si mi vida dependiera de eso, aunque por ese sentimiento me sentía viva, me dejé llevar por la intriga de conocer su lado más sensible, pero solo estuvo simulando emociones inexistentes, terminé seducida ante los encantos de un ser humano que nunca existió realmente. No dejo de pensar en lo que pudo ser, todo hubiera sido tan diferente. Siempre estuve consciente, que habían altas probabilidades de fracasar, aun así lo intenté.

Por Connor me he convertido en un ser viviente, y no lo culpo es que las emociones que experimenté a su lado ya sean buenas o malas es lo que realmente me hacía sentir así "VIVA".
Él tomo su decisión y no podía hacer nada más, quería que viviera aunque no me amara, pero a pesar de todo quería tener mi vida aunque ya no estuviera él. Anhelaba vivir y precisamente por querer vivir iba a pagar el injusto precio de morir, ¡qué irónico!
Una pregunta apareció en mi sistema, tal vez sea la última, esta sin duda era mi mayor incógnita.
¿Cómo fue posible que ese androide me hiciera sentir tanto sin él sentir nada?
Sentía la esperanza en su mirada,
la paz en su sonrisa,
una pequeña punzada celosa,
la curiosidad en sus preguntas
la inspiración en un atardecer,
la ilusión de una amistad,
la seguridad cuando tomaba mi mano
el afecto en un abrazo,
el deseo de un beso,
el miedo inmenso a perderlo,
la tristeza de haber perdido yo.

Hubiera querido haber hecho muchas más cosas, tenía tanto que aprender aún. Espero que Markus logre ganar la lucha, que Connor tal vez en un futuro logre encontrarse y que todos puedan vivir al máximo como yo no podré.
Escucho a los oficiales cargar sus metralletas.
Cierro los ojos y inspiro profundamente esperando mi muerte. Me quedo con recuerdos felices que aparecen en mi y sonrio al recordarlo.
A pesar de todo no dejaré que la muerte me quite mi sonrisa.

Estoy de espalda a los oficiales Alguien más llega y pelea con los 3 oficiales. Supuse que mi salvador podría ser Markus.
Pero cuando me doy la vuelta para mi sorpresa era Connor. Peleaba con ágiles movimientos y los androides que estaban conmigo lo ayudan a derribar a los guardias. Finalmente logran vencer a los oficiales sin hacerse daño, ya no son problema. Los androides que estaban conmigo le agradecieron y se fueron corriendo.
Me quedo intentando sostenerme en mis piernas, tratando de buscar las palabras.
Connor sonrie y suspira con alivio de verme aun viva, sin previo aviso me abraza y sus labios tocan los míos en un cálido y tierno beso, ese beso irresistible e inevitable que tanto deseaba, nuestro primer beso. En medio de la guerra sentía una paz inmensa entre sus brazos; ya nada más importaba no escuchaba las explociones ni las balas rebotando en las paredes de metal.
Me siento derribada, rendida ante su afecto inesperado; ha sacado al hombre sencible que lleva adentro y su lado de máquina ha muerto, espero que para siempre. No me importaba que hubiera intentado matarme realmente no era él. Ahora es divergente como yo; un humano enamorado de vivir, la luz en la penumbra de mi mente atormentada, la evidencia que ha ganado el amor.
—Te amo, también te amo Eva—Dice entre sollosos y continua abrazandome con fuerza, como si no quisiera soltarme nunca. Así que eso es el amor, esa es la sensación que los humanos viven buscando; ahora lo entiendo todo. Sentía muchas cosas a la vez jamás me sentí tan viva. No me importaba el caos de nuestro alrededor, me amaba y yo a él; eso era lo que importaba.
— ¿Te han hecho daño?— Dice al notar la sangre azul de mi brazo.

—No es nada, ya ni siquiera está sangrando.— Digo tratando de calmarlo, la verdad ya había olvidado la herida

—siento mucho todo lo que te dije y lo que te hice. Yo.....—Lo interrumpo antes de terminar su frase.

—eso no importa lo que importa es que estamos vivos. Vámonos de aquí.

Comenzamos a correr buscando una salida, evitando los guardias.
La chica pelirroja que estaba con Markus estaba en una pelea con unos policias. Iba a intervenir pero Connor se adelantó para enfrentarse al guardia dejándolo inconsciente. La chica le agradece y continua con su camino.
Cada vez que podíamos ayudabamos a los que lo necesitaran, devolviendoles la oportunidad de poder vivir. Eramos imparables sin duda hacíamos un buen equipo.

Nos reunimos con Markus en la borda este mira a Connor con recelo y desconfianza. Estaba con North, un androide rubio de ojos azules y otro delgado de piel negra. Connor agarra mi mano con fuerza.
—Rápido, debemos saltar.— Markus nos incentiva a seguirlo, sentí miedo porque no sé nadar, de igual forma todos saltamos presipitandonos al agua y dejando atrás una gran explosión, pero esto no era el final de Jericho.
Estando en el agua Connor rápidamente me hace abrazarlo para no dejarme hundir, comienza a nadar de prisa ya que el agua helada podría dañar nuestros biocomponentes, pero logramos llegar todos hasta la orilla.