Capítulo 7

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LALI

Juan Pedro se apareció desde muy temprano en el estudio de baile, hoy Gastón no iba a poder dar sus clases, yo lo iba a cubrir, así que me tocó encender las luces del lugar, ordenar y preparar todo para más tarde.
-¿Qué haces acá y tan temprano?-elevé mis cejas, Peter tenía en sus manos dos café, me dio uno-¿y esto?
-Para que arranques el día bien arriba-también elevó sus cejas, pero de manera coqueta- ¿y tu compañero de trabajo?
-Mi compañero de trabajo hoy no pudo venir, es mi socio y amigo-¿porqué le conté un poco de mi vida privada?
-Entonces vas a estar todo el día bailando... Si queres puedo echarte una mano
Nos quedamos mirándonos a los ojos y negué con la cabeza.
-Yo soy la profesora, yo soy la persona que recibió premios, además todos te vieron, ¡sos mi alumno!
-Yo también tengo premios de certámenes de baile, y no todos saben que soy tu "alumno"... los alumnos de tu socio no
¡Punto para Peter!
-No estoy segura, no es una buena idea...
-Prometo ser profesional
-Ok-terminé aceptando nerviosa- pero antes vas a ensayar conmigo lo que quiero que les enseñes
-Ok-me imitó y asintió, tomé un sorbo de café y encendí la música, Peter me tomó por la cintura rápidamente.
-¡¿Salsa?!-se rió-¿no es muy movido para las diez de la mañana?
-La gente que viene a clase de baile lo hace porque ama esto, y si vienen a una clase que es a las diez de la mañana podría decir que realmente aman todo lo que conlleva estar acá y arrancar el día así
-Bueno, entonces.. ¡a entrar en calor!-Peter dejó de cuestionarme y nos movimos juntos, con cada paso que daba sentía más emoción, nos tomamos de la mano y le fui marcando la coreografía.
-¿Memorizaste todo?-lo miré a los ojos y Peter corrió un mechón de pelo de mi cara con cuidado.
-Sí, no te preocupes que soy bueno en esto
Sonaba tan confiado de si mismo que oír eso me hizo sonreír, si había algo que siempre valoraba mucho era el optimismo.
-Cualquier cosa me avisas y entro al rescate
Lo vi a Peter Lanzani repasar los pasos una vez más solo, me quedé perdida mirando sus gestos, su postura.. Sabía muy bien cómo pararse, me sorprendí aún más cuando lo vi en modo profesor con los alumnos del estudio.
-¿Me acompañas?-Peter estiró su brazo- ahora voy a hacerles una demostración con la profe Lali-le habló a la gente.
No pude responder que le puso play a la música, me aferré a su cuerpo y pensé en qué pensaría Gastón si me viera en esta situación.

PETER

Terminó la clase y me despedí de todos, por último de Lali.
-Bueno, tengo que irme a mi trabajo real-la miré de reojo.
-¿No venís a la otra clase? La tuya.. en la que yo enseño
-¿Querés verme otra vez?-la molesté y ella suspiró- no puedo, hoy no, pero lo pasé muy lindo
-No estuviste nada mal-elevó sus cejas y se cruzó de brazos.
-No soy malo.. no en eso ni en otras cosas-la desafié con la mirada para ver cuanto podría provocar en ella, agachó su mirada y sonreí, había logrado intimidarla-nos vemos
-Nos vemos-me respondió cortante y se alejó, agarró su teléfono celular y dejó de prestarme atención.

Llegar a mi oficina fue medio caótico, hubo un accidente de trágico y tardé hora y media sin poder avanzar con el auto.
Al llegar subí por el ascensor y mi primera clienta estaba esperándome, ¡quería morirme! ¡Llegué tarde! Y todo por haberme quedado "jugando" al profesor de baile, algo que claramente no soy.
-Hola, perdón por la tardanza.. el tráfico estaba terrible, menos mal mi secretaria te abrió
-Todo bien, Cecilia fue amable, hasta me hizo un té, yo por suerte salí antes de toda la locura-la chica me miró a los ojos.
-Espero que esto no se repita, odio llegar tarde-suspiré-¿vamos? Voy a enseñarte dos edificios que están en alquiler, los dos están cerca, podemos ir caminando
La chica asintió y me sonrió.
-¡Qué ansiedad! ¡Espero conseguir pronto EL lugar! Mi lugar, mi espacio
-Vos sos Delfina, ¿no?
-Sí, Delfi, un gusto, vos debes ser Juan Pedro
-Peter-esbocé una pequeña sonrisa, una amable-¿entonces vamos?
-¡Vamos!
Salimos de mi oficina para caminar un par de cuadras, el primer departamento que le mostré era luminoso, no muy grande pero acogedor.
-Es lindo.. Pero siento que no va conmigo, no se cómo explicarlo-Delfina me miró.
Si había un talento que yo tenía era el de darme cuenta de que buscaba la gente, pero solo en el área comercial, en lo personal no aplica.
-Seguro el segundo departamento va a gustarte, creo que es perfecto para vos
Delfina se sorprendió de mis palabras, yo estaba segurísimo de que el próximo departamento iba a gustarle.
Otra caminata más hasta llegar a un nuevo edificio, era nuevo, habían pocos inquilinos, el precio era bueno.
-Los muebles son cómodos, tiene calefón, aire acondicionado frío y losa radiante, no vas a tener calor en verano y nada fe frío en verano, vas a querer quedarte todo el tiempo acá-le sonreí y Delfina también me sonrió.
-No está nada mal este lugar... Sólo tengo que ver bien el gasto de las expensas y todo eso, pero es lindo Peter
Delfina me agradeció por mostrarle los lugares y nos saludamos, caminé a mi oficina y una nueva persona estaba esperándome, Vera.
-¡Vera! ¡No te esperaba!
-Hola Pit, ¿cómo estas?
-Cómo puedo...-la miré a los ojos, ella pasó a mi espacio y se sentó frente a mi.
-Quería ver cómo te sentías, fui demasiado impulsiva y no te di muchas explicaciones, perdón por lo bruta-¿estaba al borde del llanto?
-No.. No pasa nada Vera..-estiré mis brazos y la tomé de las manos- seguro estas pasando por muchas cosas ahora mismo, y pienso esperar.. y pelear, porque sos el amor de mi vida
Su mirada se tornó rara, toda ella estaba rara.
-No sé si mis sentimientos siguen siendo los de antes Peter, y cómo te aprecio por todos estos años y por nuestra amistad estoy siéndote sincera
Y se puso a llorar, mientras yo sentí una presión horrible en mi pecho, también quería llorar, pero tenía que ser fuerte por ella, iba a sentirse culpable, y no quiero que nada le pase a nuestro hijo.
-Yo... No tengo nada para decirte ahora mismo-la voz se me quebró- sólo que estoy para vos-besé sus manos.
Vera se puso de pie y besó detenidamente una de mis mejillas, dio una vuelta y se fue.
Me quedé roto.. ¡Esto no tendría que estar pasando! ¡¿Cómo podía dudar de nosotros?! ¿Y sus sentimientos?
En la cabeza se me apareció una sola culpable, Lali Espósito, iba a pagar por todo esto, iba a pagar por mi dolor.

LALI

Llegó la última clase del día, y me sorprendí mucho al ver a Peter.
-¿No tenías que trabajar?-elevé mis cejas.
Él se mordió los labios y suspiró.
-Sí.. Pero hice rápido, tenes razón en algo, en que las personas que toman clases de baile realmente aman bailar, les hace bien, y me está haciendo bien.. No estoy sanando pero el dolor de todo lo que estoy atravesando se aliviana
Otra vez la maldita culpa, verlo sufrir a Peter me hacía mal, yo tampoco era una villana, sólo tuve la mala suerte de enamorarme y tener que pelear por ganar el corazón de mi amor.
-Bueno, arranco en diez-le lancé una última mirada, después saludé a mis otros alumnos, los hice elongar y arrancamos.
Fui corrigiendo las maneras de moverse de los demás, en todo momento sentí la mirada de Peter en mi nuca.
-¿Estas bien?-me preocupé, Peter se quedó tomando agua, mis alumnos se habían ido-tengo que cerrar el lugar
-Ok, bueno, nos vemos Lali-besó mi mejilla de manera fugaz y me sorprendió, era la primera vez que me saludaba cómo una persona "normal" saludaba a otra.
Cerré el estudio y después apresuré mi paso, lo vi a Peter sentado en su auto dispuesto a acelerar el motor, me puse enfrente y levanté mis brazos.
-¡¿Estas loca?!-elevó el tono de voz-¡pude haberte llevado puesta!
-¿Te está pasando algo Juan Pedro?-acerqué mi cara a la ventaba que estaba baja.
-¡¿Crees que no está pasándome nada?! ¡El amor de mi vida duda de su amor por mi! Y tiene frente a ella a una persona simpática, linda y que aparenta ser buena, ¡quiero seguir en carrera Mariana! ¡Y quiero que dejes de hacerme las cosas tan difíciles!
Estática, dura, me quedé congelada.
Peter me pidió que me aparte, lo hice pero abrí la puerta de su auto y me senté en el asiento de su acompañante.
-Sí tenes algo de corazón... No soy mala, en eso estas en lo cierto, pero si tengo que serlo para ganarme todo el amor de la persona que amo..
Sentí una calidez rarísima sobre mis labios, Juan Pedro estaba besándome, me aparté bruscamente, ¿estaría jugando conmigo? Me juré a mi misma que nunca más iba a ser la pelotuda con la que juegan.
-¡¿Porqué lo hiciste?!
-No lo sé... Tal vez porque quería dejarte de escuchar, no quiero tenerte pena-suspiró y se volvió serio-¿te podes bajar de mi auto?
-¿Por favor?-lo miré mal.
-Por favor-repitió cómo un loro.
Me bajé del auto y lo vi acelerar el motor, se fue, huyó de mi y del momento confuso.
Me subí a mi auto y encendí la radio, empezó a sonar Nada sale mal de la cantante española Aitana.
"Sin saber qué va a pasar, un paso más hay que dar, hacerle caso al presentimiento y así dejarnos llevar, y si jugamos bien, nada sale mal, solo tienes que arriesgar, si tú pones cien, yo le pongo más, y veremos al final"

Tirar de la cuerda sale malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora