Capítulo 25

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LALI

El día en el que la vida de Peter iba a cambiar llegó, toda la madrugada se lo pasó en el hospital con Vera, me pidió que no vaya y descanse, porque yo también tenía que descansar, pero no pude hacerlo, los nervios también me afectaron.
Tuve nauseas, me mareé y después volví a comer boludeces a las siete de la mañana.
No recibí ninguna llamada y ningún mensaje.
Me puse de pie cómo pude y me cambié para irme.
Al pisar el hospital me desorienté, ¿iba a poder encontrarlos?
Pobre mi amiga Candela, manejó y me llevó en silla de ruedas por el pasillo que nos habían indicado.
-Hola-saludé a Peter al verlo salir de la habitación, él tenía sus ojos llorosos, me sonrió y se agachó para abrazarme-¿ya sos papá?-le pregunté lo obvio.
Él asintió con la cabeza y le sonreí, nunca lo había visto TAN emocionado, por lo menos desde que lo conozco.
-Hola Cande-saludó a mi amiga-¡que cabeza dura que es!-le habló de mi frente a mi- Lali-ahora captó mi atención- iba a pasar a buscarte, no te dije porque..
-Muchas emociones juntas, todo bien Peter, ey, ¡anda con Vera!-le hice señas para que se vaya.
Me hizo caso y sentí un cosquilleo raro, una emoción también me invadió.
-¿Vas a llorar La?-Candela se burló de mi- ya sé, te imaginaste en esta situación
-Sí... y... ojalá poder hacerlo a Peter igual de feliz que ahora
-¿Eso te preocupa?-mi amiga soltó un suspiro cuando asentí con la cabeza- si hay alguien que te adora y que te esperó y te sigue espetando es él, Peter va a ser feliz con vos... No dudes La, no tenes porque dudar
Obviamente me sentí una estúpida, unas lágrimas se me cayeron y Peter me sorprendió abriendo la puerta nuevamente.
-¿Queres pasar?
-¿Vera quiere que pase?
-Los dos queremos que pases-me miró a los ojos.
Miré de reojo a Candela que me hizo señas.
Bajé de la silla de ruedas y caminé un poco, algo podía caminar, me asomé a la camilla donde estaba Vera, ella tenía un bebé chiquito en sus brazos que dormía tranquilamente.
-Hola-la saludé emocionada, ella me sonrió alegre-¿duele mucho?
-Duele mucho... Pero lo vale-nos reímos juntas.
-Gracias por permitirme pasar-me intimidé.
-Sos familia Lali.. Sos mi familia y la familia de Peter-soltó esas palabras cómo si fuera algo obvio- quiero que seas parte.. lo sos, pero a lo que voy.. no quiero que te sientas incómoda porque..
-Porque tal vez tengo que estar más pendiente de Vera-Peter me hizo una caricia en la cara.
-Lo entiendo.. Bueno, no lo entiendo mucho, esto es muy raro... Muy raro-me reí del nerviosismo- igual entendí el punto-les sonreí cómo pude, no sabía bien como sentirme al respecto, en todo este tiempo ni pensé en cómo iba a afectarme.
-Ey La-Peter me tomó de la mano y salimos de la habitación- ¿estas bien?
-Tenes mucho de lo que ocuparte-le acaricié el pelito y suspiré- hablamos más tarde, bueno, podes dormir y yo le hago compañía a Vera, por cierto, ¿cómo se llama?
-Manuel, Manuel Lanzani
-Lindo nombre Manuel-le sonreí desde la sinceridad.
-Es lindo, muy lindo..-se acercó a mi cara y besó mi frente con cuidado- cualquier cosa no dudes en llamarme, ¿podes hacerle compañía a Vera?
-Puedo-asentí.
Ingresé nuevamente a la habitación y Peter se quedó afuera hablando con Candela que volvió con dos cafés en las manos.
Una vez adentro Vera seguía mirando a su hijo.
-¿Lo queres cargar?-me miró y entré en shock-¿nunca agarraste a un bebé tan chiquito?
-No-reí nerviosa- es muy muy guapo-lo cargué y temblé.
-Va a estar todo bien Lali.. ¡y sí! Tiene un papá guapo, ¡cómo para no!-Vera me guiñó el ojo y ese comentario en mi interior sonó raro, iba a hacerme l cabeza cuando entró una chica-¡Vale!
La chica le dejó un besito en los labios a Vera y sonrió con globos en la mano, eran corazones celestes.
-Soy Valeria-se presentó frente a mi la pareja de Vera- su mejor amiga
"Mejor amiga" me reí internamente, no pude evitar hacerlo en voz alta y eso me delató, Vera elevó sus cejas.
-Yo soy Lali, seguro..
-Sabe quién sos, sos mi familia-Vera volvió a mirarme- gracias por venir
-Olvidé traerle algo a Manuel
-Va a tener el amor de muchos, solo eso hace falta
Valeria sacó de mis brazos a Manuel y le habló, besó su carita tiernamente y se lo devolvió a su mamá para que lo alimente, antes de que hiciera eso me fui y las dejé a solas.
-Peter-lo llamé y no lo vi, ¿donde estaba Candela? ¿Y Peter?

PETER

¡Es una completa locura sentir tanto! Amor, ansiedad, miedo, amor, adoración, miedo, ansiedad y así...
Cuando creí estar "listo" para recibir a mi hijo me di cuenta de que no estaba listo, el parto de Vera por suerte fue bastante rápido.
Lo escuché llorar a Manuel y la emoción me hizo llorar a mi también, intenté contener a Vera pero los dos estábamos muy emocionales.
Mi primera vez cargando a mi hijo en brazos fue único, un momento mágico.
Pasaron dos horas y recordé que Lali estaba sola, pensaba pasarla a buscar, pero cómo no pudo con su genio vino antes, dejé que se quede un rato con Vera y aproveché para llenar de preguntas a su amiga Candela.
-¿Cómo la percibís? ¿Crees que todo va a volverla más sensible? Si hay algo que "aprendí" es que a las embarazadas pueden sensibilizarlas cualquier cosa, y no quiero que se sienta mal
-Peter, Lali va a entender todo esto, ama a los nenes, siempre quiso ser mamá, y entiende que antes de su historia vos tuviste una de años con Vera
-¿Porqué estas hablándole de mi?-apareció Lali enojada.
Candela quiso arreglarla y Lali molesta quiso seguir caminando e irse, la frené.
-¿Podemos hablar La?-la rodeé con mis brazos y salimos al exterior, a un patio.
-Peter es tu momento, es tú día, no sé que haces acá, hablando con mi amiga, anda con tu hijo
-No me manejes la vida Mariana, le pregunté a Candela cómo estabas porque me preocupas, y porque mi hijo y Vera no son mis únicas preocupaciones, vos también lo sos-se lo dejé en claro, sostuve su carita entre mis manos y se puso a llorar en silencio- este debe ser difícil... y raro y... todo es raro para todos, pero.. si hay algo que no va a faltar nunca es el amor-se lo aseguré.
Lali se apartó sus lágrimas de la cara y besé su frente, después la punta de la nariz reiteradas veces, eso la hizo reírse.
-Somos familia-elevé mis cejas.
-¿Lo somos?
-Lo somos-asentí y la besé.
Una ola de calor y un cosquilleo se instaló en mi pecho, mis latidos seguro estaban a mil.
-Peter-me llamó y la miré a los ojos- lo somos- finalmente lo aceptó.
No dejé de sonreírle, nos quedamos tomando aire y después entramos, le dije a su amiga Candela que podía hacer su vida.
Por momentos yo entraba a la habitación en donde estaba Manuel y por otros me alejaba para dejar a Vera y Valeria juntas.

LALI

Peter me llevó a comer a una pizzería cerca del hospital, me hizo reír contándome cómo fue el parto.
-Ahora me río porque suena gracioso, pero cuando me toque..-mordí mis labios mientras pensaba en el futuro nerviosismo.
-Cada experiencia es única e irrepetible, seguro va a ser distinta, y obviamente en ese momento no vas a reírte, pero después tal vez sí-me "consoló".
Terminé de comer y Eugenia me pasó a buscar para volver a la casa, una vez solita encendí el equipo de música, poco a poco fue relajándome.
Deseaba tanto el poder bailar pronto, poder tener libertad...
Bailé con mis brazos sentada en el sillón hasta que mi celular sonó, mensaje del estúpido de Félix , iba a llevarme a juicio por mi departamento.
-Chabón, ya no me interesa más, no pienso gastar energía presentándome un juicio, ganaste Félix, felicidades
Mandé el audio y se me revolvió el estómago, ¿podía ser que finalmente estaba soltando parte de mi pasado?

Tirar de la cuerda sale malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora