Capítulo 23

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Hola!  Ya terminó el torneo de la copa del mundo, Argentina campeón! Ya me está volviendo la tranquilidad mental, ayer ya volví a escribir la nove, espero que les guste!😁

————

LALI

-¡Hola mi vida!-Eugenia apareció en donde estaba quedándome y me mostró lo que traía en sus manos-¡hice una carrot cake! Tiene frosty y nueces
-¡Vos sí sabes cómo hacerme feliz! ¡Gracias Chinita!-le sonreí y a lo lejos lo vi a Peter raro, su cara se transformó-ey Peter, gracias por abrirle
Él saludó con la mano a Eugenia y se fue dejándonos a solas.
-Creo que sé que acaba de pasar-mi amiga soltó un suspiro, se sentó a mi lado- me hiciste un comentario re lindo, pero.. ¿Alguna vez le hiciste uno así a Peter? No voy a mentirte, al principio lo creí muy idiota, pero se está portando muy bien con vos, te cuida, está pendiente..
-Es... Nunca le dije algo así-empecé a caer, levanté mi mirada y Eugenia elevó sus cejas- yo también soy algo idiota, creo que todavía no caigo.. no soy consciente de mi presente, y menos de que él no es más mi objetivo, mi enemigo.. y pobre, porque mis hormonas están volviéndome loca, y eso hace que lo vuelva loco a él.. ¡tiene que fumarse a dos embarazadas hormonales! Si yo fuera él me mato
-Drama queen-Eugenia se me rió en la cara- igual sí, pobre Peter, pero es culpa suya, puso el ojo y la bala por dos
-¡Vos también sos una idiota!-la fulminé con la mirada y me sonrió.
-No te hagas dramas La, si él está cuidándote y te tiene acá es porque está dispuesto a hacerse cargo, además... Es un amor, ayer te cocinó-me lo recordó-¡qué hombre!
-Sí.. ¡Qué hombre!-coincidí al verlo salir de su  habitación, estaba todo arreglado, se había puesto una camisa blanca, pantalones negros y perfume-¿a donde vas?-elevé el tono de mi voz.
-Tengo algo, vuelvo más tarde, por la noche
-¿Vas a cenar conmigo?
-No lo sé-Peter nos saludó con la mano y se fue.
-¿Que crees que tenga?
-¡No otra vez! No desconfíes más, no es tu ex Félix
-OK, dejo de pensar en esas cosas, en el pasado
-Tendrías que hacer un pozo en la tierra, escribir en un papelito lo que queres olvidar y arrancar de tu mente y corazón, sobretodo todo ese dolor, ¡y enterrarlo! Sé que después de eso vas a sentirte liviana
-¿Decís que va a funcionar?
-No perdes nada con probar
Eugenia buscó papel y una lapicera, escribí una lista de cosas para sacar de mi vida.
-¿Lista?-Eugenia me miró y asentí, ella me arrastró con la silla de ruedas hasta el jardín e hizo un pozo en un cantero de flores, me estiré y dejé el papel, ella lo cubrió con tierra.
Me quedé en silencio cómo si se tratara del entierro de un muerto, ¡y en realidad algo murió! Todo ese dolor, esa tristeza, y sed por "venganza".
Unas últimas imágenes del primer Peter que conocí se me vinieron a la cabeza y mis ojos se llenaron de lágrimas.
Lo creí el "malo", pero desde que nos conocimos no dejó de seducirme, divertirme, cuidarme... Nunca me sentí cuidada por otra persona que no sea mis amigas, pero sin embargo conocí a un hombre que me cocina, me escucha y me abrió la puerta de su casa por miedo a que mi ex loco me pueda hacer algo.
-Tengo una idea, podes hacerle una sorpresa a Peter-Eugenia me llevó otra vez al living, me bajé con su ayuda de la silla de ruedas.
-Estaba pensando en lo mismo-abrí mis ojos sorprendida.
-Por algo nos llevamos bien-me guiñó un ojo- sos malísima cocinando, pero puedo ayudarte a preparar la cena
-¿Harías eso?
-¡Obvio amiga!
Eugenia buscó varias recetas en su celular y evaluó que ingredientes habían en la heladera, se decidió por un pollo al curry con papas a la crema.
Pelé las papas, condimenté el pollo y cerca de la noche preparé la mesa con ayuda obviamente.
-Espero a que llegue Peter y me voy, no quiero dejarte sola
-Puedo estar sola Chinita
-Espero, así cuando recién llega le doy un golpe de horno a la comida
-¿Seguro no tenes que hacer otras cosas?
-No-negó con la cabeza, claramente estaba mintiéndome, pero en vez de discutir con ella valoré su gesto.
Esperé, me agarró hambre, se hicieron las nueve de la noche, las diez, diez y media, once y cuarto, ¡y llegó!
-Bueno, me voy-Eugenia besó mi mejilla y se despidió de Peter.
-La comida está fría-no sé porqué al hablar la voz se me quebró- voy a comer, ya no aguanto más, tengo hambre
Intenté ponerme de pie para encender el horno y Peter me lo prohibió, no dejó que me parara, lo encendió él.
-Perdón por llegar tan tarde, no sabía que había cena, ¿preparó esto Eugenia?
-Juntas, bueno, más ella que yo, pero..-la respiración se me aceleró y rompí en llanto, la carita de Peter me hizo sentir peor- no quiero hacerte sentir mal, perdón por no valorar... y.. quería disculparme, cociné, pero no llegaste... y..-las lágrimas se deslizaron por mis mejillas- no me avisaste, bueno, no me tenes que avisar todo lo que haces..
-Lali-Peter captó mi atención- gracias por todo esto.. y perdón por haberte fallado
Sus ojos también se cristalizaron, algo estaba pasando.
-Yo... Peter...-nerviosa mordí mis labios- no... No somos enemigos, ¿cierto?
Asintió con la cabeza.
-Somos un equipo, bueno, vamos a serlo... vamos a ser papás
-Sólo papás-hice una pausa.
Peter sacó la comida recalentada del horno.
-¿Cenamos?
-¿No comiste?
-Comí, pero siempre tengo lugar para la comida, a mi también me hace feliz
Ese comentario me terminó de confirmar algo, Peter también necesitaba que lo cuiden, él también estaba pasando por mucho.
En todo este tiempo no noté eso, yo también quería hacerlo sentir bien.
La mesa ya estaba puesta, empezamos a comer en silencio, después levantó su copa con agua para brindar.
-Hay algo qué... ¿Te queres casar conmigo?
Abrí y cerré mis ojos estática, ¡¿era una broma para una cámara oculta?!
Me reí nerviosamente.
-¿Estas loco Juan Pedro? No jodas con esas cosas, nosotros ni siquiera nada, ¡¿donde está la cámara oculta?!-me reí para minimizar todo, su "jodita" de muy mal gusto.
-Lali es una buena idea casarnos, para nuestro hijo los tramites van a ser más fáciles
¡¿Sé podía ser más ridículo?! ¡Proponerme algo así para facilitar los trámites a futuro! ¡¿Acaso quería jugar con mi vulnerabilidad?!

PETER

Idiota, me comporté cómo un idiota.
Estuve gran parte del día con asuntos legales, intenté buscar una manera para que Lali recupere su departamento, no me contó mucho acerca de eso, pero cómo tengo contactos quise sorprenderla, ayudarla, aún cuando no tenía porque meterme en el asunto.
En el medio de todo eso recibí una llamada de un amigo joyero y manejé a las corridas, había encargado hace varios meses atrás una piedra preciosa para hacer un regalo, uno que iba a ser para Vera, pero las cosas cambiaron, mi universo cambió y terminé diseñando con mi aliado un anillo en vez de un dije para un collar, mientras charlábamos con mi amigo no dejé de pensar en una persona puntual: Lali.
Impulsivo lo primero que hice después de haber comido nervioso fue disparar una de las locuras más locas de mi vida.
Ella creyó que no se lo había pedido enserio, su ironía al reírse y el que me volvió a juzgar dejó en evidencia su desconfianza, comencé a sentir una presión fea en el pecho.
-Lali-la miré desilusionado con todo, pero sobretodo conmigo, después de tanto no me había "ganado" ni un poco de su confianza y cariño- no estaba jodiendo... ya dejé de joder hacer rato yo... Medio inconsciente diseñé esto-le mostré un anillo delicado y brillante- un hobby oculto mío es el diseñar cosas, fui a lo de mi amigo.. y.. no planeaba que este sea el resultado, pero en todo momento te pensé, te imaginé... No.. Pero nada de eso es suficiente
Supe que iba a ponerme a llorar, así que dejé de mirarla y guardé el anillo en la bolsita de terciopelo azul miniatura.
-Peter-Lali me llamó angustiada- perdón por ser tan desconfiada y... ¿Realmente estás tan loco? Tan loco cómo para proponerme algo así...¡¿Sos consciente de lo que me preguntaste?!-tomó mi mano con la suya, la vi elevar sus cejas.
-Sí, lo sé, y no hace falta que respondas
Ella tomó aire y soltó un suspiro, me acarició la cara y rozó su nariz con la mía después de quedar bien cerca
-Tiempo al tiempo Peter, estoy pasando por mucho, vos también estas pasando por mucho, tenemos mucho por conocer acerca del otro-su respuesta fue razonable, tal vez no había tenido la mejor idea del mundo-ey, pedí helado hace un rato, ¿queres postre?
Nos miramos a los ojos y asentí, traje el kilo al living y dos cucharas.
No hizo falta que pasara tanto tiempo, otra vez la vi dormir cómo un angelito, aunque sé que no lo es del todo, tiene un carácter fuerte y sensual.
La zarandeé suavemente para ayudarla a ponerse de pie, fue al baño y se preparó para terminar recostada en la cama.
-¿Puedo?-dudé mirándola y esbozó una pequeña sonrisa.
-Es tu cama Peter, podemos compartirla
Feliz le devolví la sonrisa y me saqué la remera, me recosté en boxers
Lali besó delicadamente mi mejilla y eso me trajo una paz hermosa.

Tirar de la cuerda sale malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora