Capítulo 17

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LALI

Cuando todo no podía ir peor terminó empeorando, mi ex se me apareció en mi departamento, quería que le devuelva cosas que nunca se llevó, creí que había donado todo lo suyo.
-¿Pretendes que te deje pasar así cómo así?-lo miré mal y él se rió.
-No recordaba lo sexy que te hace estar molesta conmigo-me guiñó un ojo- yo también te extrañé
-¿Viniste solo a joder?
-¡Al fin aprendiste a desconfiar de las personas! Siempre tan angelical..
-¿Querés algo? En un rato tengo que ir a trabajar
-Una cita, para hablar de nosotros.. Todo quedó raro
"Raro" llamó "raro" a haberse comportado mal conmigo.
-No entiendo que queres-me crucé de brazos.
-Volver... Volver a ser lo que éramos, me confundí mucho Lali, fui un tarado
En el pasado, cuando a penas pasó todo tal vez dejaba mi dignidad de lado para volver a tener novio, pero ahora las cosas cambiaron.
-¿No queres salir conmigo?
-¿Una vez y me dejas de joder?
-Una vez-asintió con la cabeza.
-Félix esta es la última vez-elevé mis cejas intentando intimidarlo sin éxito.
-La última-repitió, aunque "conociéndolo" va a seguir jodiendo, no estoy segura de que tiene en mente.
Me arreglé con pocas ganas, me maquillé y salimos a comer algo ya que era mediodía.
-¿Qué queres?-insistí, se me revolvió todo el estómago cuando apoyó una de sus manos sobre las mías, las mismas manos con las que tocó a otra persona mientras me juraba amor eterno.
-Ya te lo dije
-Creo que te conozco lo suficiente cómo para saber que todo esto-nos señalé- es una mentira, nunca te importé, nunca te importó lo nuestro, ¿queres parte de mi herencia?
-¿No la donaste?
¡Ahí apareció! ¡El Félix interesado! ¡¿Cómo pude ser tan tonta?!
-Sí-mentí- así cómo doné tu ropa, no vas a encontrar nada en mi departamento
-Nuestro departamento
-¿Querés mi departamento? ¡Te lo doy! ¡Pero no quiero verte más!
-¡¿Desde cuando me desprecias tanto?!
-Desde que me di cuenta de que te enteraste de que tengo guita, que todas tus palabras no fueron sentidas, me cagaste Félix, y por tu culpa mi mundo se derrumbó, me fui a la mierda, viajé, y me metí en otros quilombos-solté un suspiro molesta- si queres el departamento te lo doy, tuve que haberme ido para cambiar de página
Me puse de pie y dejé plata en la mesa del restaurante, me tomé un taxi y me permití llorar, antes de entrar al estudio de baile me arreglé la cara, no dejé rastros de la máscara de pestañas corrida.
Saludé a Gastón y puse play a la música que seleccioné, mostré nuevos pasos de bailes, fui dando vueltas para corregir a mis alumnos, hasta que vi a uno de mis tantos problemas.
-Viniste, no te esperaba..-mordí mis labios, Peter se me quedó mirando extrañado.
-Yo tampoco te esperaba, creí que no..
Un tipo tocó mi hombro y dejé de hablar con Peter , tenía que concentrarme en lo mío, hacer mi trabajo.

Al salir del estudio de baile Peter me siguió, me invitó a cenar y salté a la defensiva, lo último que me faltaba ahora era lidiar con más cosas, le dije que tuve una cita con mi ex y lo note.. ¿desilusionado?
Acarició mi frente delicadamente e instintivamente cerré mis ojos, solté un suspiro y al cabo de unos segundos los volví a abrir.
-Estamos con muchas cosas, vos... yo... no da tener una "cita" en este contexto, vos seguro también tenes que solucionar cosas-besé su mejilla y me aparté para irme, di unos pasos y recordé que no vine en auto.
-Te llevo-Peter se ofreció, acepté su oferta sólo porque en el fondo no quería sentirme sola, en realidad no quería volver a mi departamento.
Cuando me compré mi departamento fue mi orgullo, nací en una "cuna de oro" pero ser ostentosa nunca fue lo mío, ignoré la herencia de mis papás, quería ganarme todo yo misma, así que me esforcé para comprar mi propio hogar.
Al principio, cuando recién arranqué con mis clases de baile no tenía muchos alumnos, aún no era socia de Gastón, ni nos conocíamos.
Me rehusé a usar parte de la herencia para mantenerme, y Félix me ayudó con los gastos, me sentí culpable, porque mi novio tuvo que ayudarme teniendo yo una fortuna, pero me rehusaba a hacer uso de eso.
Cuando Félix se enteró no me lo dijo, me juró amor, él era el novio perfecto, atento, cariñoso.. ¡y yo estaba locamente enamorada!
Él iba a proponerme casamiento, encontré el anillo en su mesita de luz, pero un día lo agarré acostándose con una chica en mi cama, nuestra cama.
Nos gritamos, me sentí dolida, y para escapar del dolor me fui a vivir lejos, y ahí conocí a Vera... La persona más divertida, sencilla y cariñosa, ella se transformó en mi refugio, y a pesar de no quererlo me enamoré.
Volví, Vera se mudó conmigo y no imaginé que algo no iba a permitir que nos acercáramos tanto: Peter Lanzani, su ex.
Ignorar a Peter fue jodido, porque era tan lindo, tan bueno, tan talentoso... sexy... y decidido, cuando me dijo todo lo que le estaba pasando en mi cara quise morirme, no quería escuchar nunca más cosas así, tuve miedo de que esté jugando conmigo, en el medio esta Vera, embarazada y también desilusionada.
-Gracias por traerme-evadí su mirada, estaba por abrir la puerta del auto de Peter cuando me agarró del brazo, sin esperarlo me abrazó, me abrazó y mis ojos se llenaron de lágrimas, me sentía vulnerable, cualquier persona podía quebrarme en cualquier momento.
-Ey... Sé que algo te esta pasando..-Peter me miró pacientemente.
No podía traerle más problemas.
Negué con la cabeza haciéndome la estúpida y me besó en los labios, fue dulce, poco a poco me "solté" y rodeé su cuello con mis brazos.
Estaba perdida, mi cuerpo cedía al suyo sin dudarlo, ¡¿porqué?!
Sus caricias por mi cara me trajeron un momento de calma.
-Sos tan linda-esbozó una pequeña sonrisa, me quedé sorprendida, estaba siendo demasiado bueno conmigo, demasiado lindo- no sé que te está pasando, pero pienso estar para vos Lali, no quiero desilusionar más a la gente... y según lo poco que sé de tu historia sufriste una desilusión muy grande cómo para seguir sufriendo sola, y en silencio
La ternura que me generó el Peter que tenía frente a mi hizo que me permita llorar acompañada, me aferré a su cuerpo y se quedó quieto, después también me abrazó.

PETER

Creo que en la mentalidad de alguien cómo Lali, sobretodo en este momento, yo estaría haciendo todo lo que estoy haciendo por ella para vengarme, pero ni se me cruzó por la cabeza, me sentí mal al verla mal, una virtud y en algunas circunstancias algo malo es mi empatía.
Pude ver más allá de la máscara que se puso, se maquilló y eso llamó mi atención, se veía hermosa, pero algo estaba pasándole, su exceso de energía al dar la clase terminó de confirmármelo.
Gastón estaba preocupado por ella.
Subimos por el ascensor a su departamento y vi que todo estaba revuelto, entré en estado de alerta, encontré un paraguas dispuesto a verificar si no había entrado un ladrón.
-Quedate atrás mío
-No es nadie Peter, seguro fue mi ex
¡¿Su ex?!
-¡¿Qué?!
-Quiere que le deje el departamento, debe ser su manera de echarme de mi propio lugar
-¿Te peleaste por tu ex?
-No te metas en esto, vos tenes tus propios quilombos, esto es algo mío
-No pienso permitir que te quedes acá sola
Y ni me gasté en discutirlo, agarré algunas prendas de ropa, las puse en un carrión y lo dejé en el baúl de mi auto.
-¿Porqué haces todo esto?-me miró a los ojos desconcertada.
¡¿Porqué hago todo esto?!
-Porque me preocupo-respondí a medias, me preocupo, siento la necesidad de cuidarla y de no alejarla de mi
¡¿Cómo pasó todo esto?! ¡¿Cómo pasé de una calentura a querer que sea feliz?!
Manejé hasta mi casa y dejé que se acomodara tranquila, le hice lugar en mi armario porque todavía estaban algunas cosas de Vera.
Lali se quedó dormida y recibí un llamado.
-Hola Pit
-Hola Vera-silencio.
-¿Crees que es lo mejor que hable con Lali? Para que no sienta que todo es su culpa, ella es una buena persona..
-Creo que no es el momento correcto, ella está.. mal
-¿Mal?-Vera se preocupó- hablé hace poco con ella, y quedó todo medianamente bien, pero no le conté lo de que estuve con otra persona, ¿lo sospecha?
-No es eso, no sé bien que es, pero está sufriendo y..
-Entonces no le hablo de eso ahora, pero si ella te permite a vos estar a su lado cuidala Peter... Cuidala, que vale oro
Las palabras de mi ex me sorprendieron, Vera era tan madura (desde siempre), y que me esté animando a seguir formando un vínculo con una persona que ella también quiere mucho es admirable, hermoso.
-Gracias por estar para mi..
-Vos también siempre estuviste para mi Pit, y si necesitas hablar podes hablarme
Tomé aire y solté un suspiro, nos despedimos y sentí un cosquilleo en mi interior al volver a ver cómo estaba Lali, ella abrió sus ojos tan expresivos y me acarició la cara a mi, hizo señas para que me tumbara a su lado y lo hice.
-¿Pedimos pizza?-me habló al cabo de un rato.
-¿Te agarró hambre?
-Creo
-Entonces pido pizza-le sonreí y pedí lo que ella quería.
Cuando llegó la comida comió con ganas, me quedé un poco más "tranquilo" y también comí.

Tirar de la cuerda sale malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora