Capítulo 22

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Hola! Volviendo poco a poco, el tema del mundial me tiene dispersa, mi cabeza la mayor parte del tiempo esta ahí, así que hice una breve pausa.
Ahora sí les dejo un nuevo capítulo de esta historia!
————

PETER

La clienta que había agendado no paró de hablarme desde que le abrí la puerta de mi oficina, estaba dando vueltas para encararme, era cantado.
-¿Te muestro las propiedades?-fui directo a mi trabajo, tenía ganas de tomarme un receso, no soportaba más el que intente llevar cada conversación a un área personal mío.
-¿Qué te parece esta habitación? Podría ser la principal, la imagino con una cama enorme, sábanas de seda egipcia, ¡importadas! No hay en todos lados-la chida elevó sus cejas- la luz del ventanal por la madrugada..
Y me perdí, en realidad elegí dejar de escucharla.
-¿Te gustó el departamento?-volví a lo laboral, la chica me miró mal-¿no?
-¡Estuve una hora y media reloj diciéndote cosas y no me respondiste nada!-se "ofendió".
-Lucía, no sé que te hizo creer que un encuentro laboral podía tratarse de otra cosa, soy una persona que vende y alquila propiedades, sólo estoy haciendo mi trabajo, por favor no me comprometas en algo que no va a ser
Mi clienta dio la vuelta para irse y furiosa quiso abandonar el lugar, pero la puerta de la entrada la tenía que abrir yo, lo hice y se fue sin saludarme, ¡que mierda! ¡Una clienta menos! En fin, hice lo que tenía que hacer, lo que siempre a lo largo de mi vida hice, seguir a mis instintos y no caer en la "tentación", desde que tengo uso de razón de vez en cuando me pasa algo así, que se me encimaba alguna chica, sólo hay que saber manejarlo, aunque a veces todo sale mal, cómo ahora.
Volví a la oficina y estaba mi amigo el Chino esperándome con el almuerzo.
-Pase por un lugar de sandwiches riquísimos-me dio la bolsa- ¿cómo te fue hoy?
-¿Soy sincero?
Él asintió.
-Para el culo, la mina tenía otras intenciones
-Y tu cabeza ya no da para más... Vera, tu hijo con ella y ahora Lali...
-Lali-solté un suspiro al recordar un "pequeño" detalle, mi amigo no estaba al día con las novedades- está embarazada
El Chino elevó sus cejas y se volvió serio, se cruzó de brazos.
-¡Vos sí disfrutas de joderte la vida? ¡Vera sabe?
Negué.
-Es reciente, bueno, unas semanas y Lali no sabe que hacer.. si.. Tenerlo o no
En mi cabeza no había otra opción que asumir mi rol de papá, quería conocer a mi futuro hijo, o hija, seguro sería un ser humano chiquito hermoso como Lali.
-Creo que tenes que hablar con las dos, con Vera para que no se lleve una sorpresa y con Lali para ver que hacen... yo... Suerte amigo
-Sí, ¡lo sé! Me jodí la vida pero no todo es oscuro, es más.. nunca estuve rodeado de tanta luz... Lali es.. ¡La quiero cuidar! ¡No sé que me pasa! ¡Que me hizo!
-La bruja te enamoró boludo, no es muy complicado-se me cagó de risa en la cara- ey, brindemos por vos, vas a ser papá por dos-mi amigo me pasó mi botella con jugo natural y la choqué con la suya.
Al terminar de comer lavé mis manos, ordené mi oficina y respondí un par de mails, cuando el tiempo transcurrió y se hizo tarde me fui a mi casa.

-Hola-saludé a Lali que estaba comiendo helado- son las siete y media, dentro de poco vamos a cenar
-¿Y qué?-me miró con mala cara y se encogió de hombros, me ignoró y siguió mirando la comedia romántica que pasaban en la tele.
-¿Pasó algo y no estoy enterándome?
-Pasó mucho, ¡tuve nauseas todo el puto día!
-Y estas comiendo helado...-elevé mis cejas.
-¡Estoy lisiada! No me puedo mover, no puedo bailar, ¡por lo menos dejame ser feliz! La comida me hace feliz
-Lali-me senté en el sillón a su lado, ella dejó de comer para mirarme a los ojos, le hice una caricia delicada en la cara-¿porqué sos tan hermosa?
Ella se quedó quieta y escuché a su respiración acelerarse.

LALI

Peter Lanzani me miró intensamente, me halagó y en un minuto me hizo recuperar la calma, dejé el pote de helado en la mesa ratona y lo abracé, todo el día intenté hacer cosas, pero no pude, las nauseas eran horrible, y mi energía se fue en mi malestar.
-¿Preparo sopa?-me soltó y asentí.
-Te ayudo con eso
-No, no es mucha ciencia hacer una sopa, puedo preparártela-insistió Peter.
Por primera vez en la historia permití que hiciera las cosas él sin previamente pelearlo, tenía que aceptar la ayuda, la verdad era que no tenía todas la energías, y tenía que cuidarme.
Lo vi seguir una receta de una carpeta con papeles amarillos.
-El recetario de mi abuela-me sonrió alegre, sus ojitos se volvieron chinos, ¡adorables! 
Si juntos nos convirtiéramos en padres... ¿Saldría nuestro bebé con su naricita y sus ojitos chinos al dormir?
-Gracias-hablé después de sentarnos en la mesa del comedor, probé la sopa y le sonreí- está rica
-Soy bueno en eso también-"alardeó" y eso me hizo sonreír- me alegra mucho el que te guste
Otra vez se produjo un silencio, no era incómodo, pero tenía vibras a faltar un "algo".
-¿Queres hablar de lo que vamos a hacer?-me enfrentó, noté que estaba dándole vueltas al asunto, tardó mucho, yo también quería hablar sobre eso y decidir el que hacer una vez por todas.
-Sí... Yo... Peter... Yo en mi pasado soñé con algo así.. y no pudo ser, pero ahora no lo busqué... la situación entre nosotros es jodida, el cómo nos conocimos, pasó mucha agua debajo del puente-mi nerviosismo hizo que me mordiera las uñas de la mano- vos estas en un momento muy particular de tu vida, ¡vas a ser papá Juan Pedro! Y no hace falta que asumas esa misma responsabilidad con mi..
-Nuestro-se apresuró a confrontarme, se puso serio, nunca lo vi tan serio- nuestro bebé Lali, ¡y lo sé! Lo nuestro es algo que no sabría cómo definirlo, no somos la pareja "ideal", no soy el papá "ideal", es más, soy el que se mandó varias cagadas, pero quiero dar lo mejor de mi... a Vera la adoro con el alma.. voy a tener un bebé con ella y con
-¿Conmigo?-dudé.
-Con vos...-asintió- juntos... También es mi responsabilidad, pero dejando de lado eso obvio que quiero conocer a mi hijo, o a mi hija.. y no puedo evitar fantasear, pensar a quién se va a parecer más, y ojalá que a vos
Sentí una caricia en mi brazo y se me erizó la piel, se sentó a mi lado y me emocioné, ¿porqué?
Peter rozó su nariz con la mía y su cercanía otra vez hizo que se me alterara le respiración, y no lo dudé, lo besé mientras sostenía su cara entre mis manos.
La ansiedad me volvió una persona demandante, hace veinte segundos atrás mi energía estaba baja, yo estaba más cerca de dormir que de hacer un programa divertido, pero mis planes se "frustraron" para mejor.
Terminé en la cama dejándome acariciar y mimar, hice lo mismo con delicadeza, dejé otro besito pero tierno sobre los labios de Peter y volví a confirmar que lo que me pasaba con él realmente no era una calentura, lo que me pasaba con él era real, cada día que pasaba se volvía más real, y eso me daba algo de miedo, ¿quién no tendría miedo de meterse en otro desastre y salir lastimado?
Me di cuenta de que nunca dejó de acariciar una de mis mejillas, nos quedamos en silencio sin decirnos nada.
-Peter yo...-¿podía confiar y abrirme con él al cien por ciento? ¿Podía confiar? Lo quiera o no tengo que confiar, no voy a poder con todo esto que se avecina cerca- ¿entonces quedamos así?
-¿Así cómo?-su mirada me intimidó.
-Vamos a ser papás, sólo eso
-¿Solo eso?
-¡¿Pretendes que te diga Peter quiero que seas mi compañero de vida?! ¡No solo mi compañero en este nuevo camino! ¡No! ¡No pienso decirlo! ¡Eso sería peder la cordura! ¡No sé si puedo ser cien por ciento transparente y..
Me besó con lentitud, se apartó tan solo un poco.
-Vas a tener que confiar en mi, ahora estamos los dos del mismo lado.. vamos a tener que tirar para el mismo lado, los papás trabajan en equipo, no todos, pero quiero ser la clase de papá que hace equipo con la mamá-elevó sus cejas- ¿estas de acuerdo?
¡Qué más da!
Lo tomé de la mano y esbocé una pequeña sonrisa.

PETER

Lali se quedó dormida, me quedé mirándola y besé su frente detenidamente, ¿qué me había hecho? Realmente estaba transformado en un tarado.
Todavía no confía en mí, ¡y con toda la razón del mundo! Por mucho tiempo fui su amenaza y enemigo número uno.
La rodeé con los brazos y me acomodé lo más pegado que pude, escondí mi cara en su cuello el cual siempre olía a perfume floral con notas cítricas y dulces.
Inconscientemente Lali también terminó aferrándose más apegada a mi cuerpo.

Tirar de la cuerda sale malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora