Tirar de la cuerda sale mal

Capítulo 21

LALI

Peter se quedó mirándome expectante, con su carita de cachorro bueno y lindo, mi respiración se aceleró y sentí su caricia, me acarició la cara y después se puso a jugar con mi pelo.
¿Qué quiero hacer?
¿Qué quiero para mi y mi futuro?
Pero esto no se trata solo de mi y mi futuro, se trata también del de Peter, está la posibilidad de unirnos para siempre o cortar lo que nos une de una.
Pensé en eso... y la imagen mental que me vino a la cabeza fue horrible.
-Lali-volvió a llamarme y lo miré nerviosa-no hace falta que me respondas ahora, entiendo lo que debes estar sintiendo, que todo esto es demasiado, ¿no?
Si para él es "demasiado" entonces significa que seguir adelante con mi embarazo es una muy mala idea.
Asentí.
-Sólo necesito un poco de tiempo, no creo que está pasando... Yo...
Me quedé muda.
Desde que era chica siempre supe que quería ser mamá, creí que iba a serlo junto a Félix, y después vino la desilusión, "borré" de mi lista de deseos eso que tanto soñé, y el bebé de Vera en cierta manera iba a ser cómo mío, tal vez hasta existía la posibilidad de formar con su hijo un vínculo hermoso.
-Entonces hablamos de esto más adelante-Peter me hizo una última caricia en la cara y se apartó-¿que te gustaría cena? ¿Salimos afuera?
-¿Pensas ayudarme con las muletas?
-Obvio-me guiñó un ojo y le sonreí, esbocé una pequeña sonrisa.

Me puse mal al verme frente al espejo, no pude arreglarme mucho, tenía que estar con ropa cómoda, así que los joggins se volvieron en mi outfit de todos los días.
-Ya puedo bajarme de la silla de ruedas-me quejé.
-¡Lo orgullosa que sos!-soltó un suspiro- ¡nadie está atacándote mujer! ¡Solo estoy trasladándote!
Tenía que controlar mi carácter o Peter iba a volverse loco, yo iba a volverlo loco y agotar su paciencia, para decir verdad se está comportando como un sol conmigo, ¡divino!
-Perdón-hice un puchero y él me ayudo a bajarme de la silla, antes me pasó las muletas, caminé así hasta el asiento del lugar de comida griega.
-No pasa nada Lali
El mesero nos trajo la carta y pedí entradas vegetarianas, y para comer el famoso fierrito de carne con verduras.
-¿Tenías hambre?-Peter "observó".
Me atoré y tomé un poco de agua.
-Sí.. ¡¿no se nota?!-quise usar el sarcasmo para que se diera cuenta de que no era nada personal, me sentía agobiada.
-Un poquito-también se le formó una sonrisa y respiré más tranquila.

PETER

Lali comió bastante, iba a sentirse mal, pero me ahorré su mirada fulminante no diciéndoselo, iba a descubrirlo sola.
-Amo estas rosquitas de masa filo con nuez y almíbar, quiero tomar el café ese de la borra, ¿leerán la borra Peter?
-¿Crees en esas cosas?-elevé mis cejas.
-¡Obvio! ¿Vos no?
-No es que no crea, pero es raro
-Vas a tomarte un café y quiero que te lean la borra-se cruzó de brazos en modo caprichosa.
Pedí dos cafés y Lali se puso muy feliz cuando le dijeron que había una señora que leía la borra.
Me tocó ir primero, Lali seguía comiendo masitas dulces.
-Hola-saludé a la señora con pelo largo, tenía unos rulos enormes- mi nov.. pare... mi compañera quiere que me lea la borra
-Un gusto, soy Carmela-se presentó- entonces veamos
Le di la taza y me quedé en silencio, tuve que esperar a que se enfríe.
La señora intentó despegar la taza del plato que estaba boca abajo y no pudo separarla, entonces me sonrió.
-Significa que vas a tener suerte, y vamos a ver que otra cosa más-despegó la taza y se la quedó mirando- acá, si prestas atención hay una mariposa.. y una letra, la M, las letras suelen estas asociadas a una persona conocida o que todavía no conociste, pero va a ser importante-asentí con la cabeza- y la mariposa es otro augurio de felicidad, también es positivo
Levanté mi mirada sorprendido.
-Estoy pasando por una etapa complicada, y conozco a una persona que su nombre empieza con M-le señalé a Lali que ahora estaba dudando en darle vuelta a su taza o no, estaba ansiosa.
-Todo va a ir bien con ella, si te preocupa eso podes estar tranquilo
Aún sorprendido le agradecí y me despedí, iba a ayudarla a Lali a que se ponga de pie pero la señora se acercó.
-Bueno, las dejo a solas
Me alejé y Lali le dio su taza, lo único que observé es que la suya tampoco se podía despegar del plato, y sonreí, tal vez todo iba a estar bien, tal vez no ahora, pero sí en el futuro.