Capítulo 27

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PETER

Lali se da vuelta de un lado a otro mil veces por noche, tiene calor, después se levanta para ir al baño, hace pis, la invaden las nauseas, y más tarde husmea en la alacena galletitas para comer, cuando vuelve a la cama se queda muerta por otro par de horas.
No solo Lali esta durmiendo mal, yo también estoy durmiendo mal, a veces me patea por debajo de las sabanas.
-¿Podemos comprar una king size?-me miró a los ojos, tenía una carita de sueño terrible- la pago yo, ¡pero necesito más espacio! ¡No soporto el no tener lugar! La panza está enorme
Solté una carcajada y ella me fulminó con la mirada.
-No te hagas problemas por la plata, está bien, es una buena idea cambiar la cama por una más grande
Ella se quedó estática y pensativa.
-¿Estas aceptando porque no me soportas no? ¿Me muevo tanto?-se le formó un puchero y suspiré, besé reiterada veces su frente.
-Solo estas inquieta..-intenté minimizar el "problema"- nunca dormí con una embarazada, no sabía que era... complicado
Acaricié su carita y ella hizo lo mismo con la mía.
-Perdón, yo.. no sabía que te costaba dormir
-No pasa nada La, y ey, en un rato más tarde vamos a ver camas, ¿dale?
-Dale-asintió con la cabeza y me sonrió.

Desayuné con Lali y fuimos a un lugar, probamos colchones y vimos camas, le mostré al carpintero una idea.
-¿Vas a ver a Manu?-Lali me miró de reojo después de subirse a mi auto.
-Sí, ¿venís?
-Hoy no puedo, quedé en almorzar con Euge, ¿me alcanzas?
-Claro-puse en marcha el motor.
La vi a Lali concentrada en su teléfono celular.
-Gracias Pit-besó mi mejilla.
-Ey Lali-la llamé antes de que se baje del auto, agarré su cara entre mis manos y la besé en los labios-pasalo lindo
Me sonrió y se apartó para alejarse.

LALI

-¿Rufi siempre se portó bien? ¿Cuantas horas de corrido durmió al nacer?
-Seis-mi amiga se rió al ver mi cara desconcierto- pero mi hija no es normal, no es parámetro de nada, ¿Manu cuanto durmió la primera noche?
-Tres horas... y Vera se despertó veinte veces, ¡me contó que fue agotador! Y se le notaba en la cara-acerqué mi mano a mi boca y me mordí las uñas del nerviosismo.
-Es normal, vas a tener que acostumbrarte a tu hija y ella a vos.. Así que no te desesperes si llora, es completamente normal-Eugenia en modo persona de apoyo estaba haciendo un gran trabajo.
-Tengo miedo, tengo miedo de no ser suficiente cómo mamá... Ya de por si Peter tuvo que preguntarme en su momento si lo quería, no quiero que mi hija no perciba mi amor... Quiero que lo sienta y..-se me cayeron varias lágrimas-son las hormonas-me quejé.
Mi amiga Eugenia esbozó una pequeña sonrisa.
-Vas a estar bien... Sos una persona muy fuerte, pasaste por mucho, y.. Medio que cambiando de tema, ¿cómo van las cosas con Peter?
-Mejor... Creo que mejor
-¿Creo?-elevó sus cejas.
-Creo que estoy siendo más demostrativa
-¿Y eso cómo estás "demostrándolo"?
-Siendo sincera, contándole todos mis pensamientos, los que en otro momento me hubiese guardado para mi misma
-No quiero ponerte nerviosa... Pero eso no dice mucho de vos... Tus intenciones con él..
-¡Pero es mi novio!-me crucé de brazos.
-¿Pero se lo demostras? ¿Sos feliz siendo su novia?
Hasta ahora nunca me puse a pensar en eso... Si soy feliz siendo su novia, ¡y la verdad es que sí! Soy feliz cuando me agarra de la mano y caminamos juntos, soy feliz cuando se queda haciéndome mimitos en la cara.
-Espero que él no se haya desilusionado de mi-hice un esfuerzo para no llorar- yo era cariñosa Chinita, yo era distinta a quién soy hoy..
-La Lali de hoy es distinta, porque está más adulta, pasó por muchas mierdas y está embarazada, ¡y esa es LA diferencia!
-Necesito... Necesito hablar con Peter, pido postre y después quiero volver
-¡Entonces pidamos postre!
-Flan con dulce de leche-le sonreí y ella asintió con la cabeza.

Con el estómago lleno volví a lo de Peter, él seguro estaba leyendo mails, tenía su computadora prendida.
-¿Podemos hablar?-disparé de la nada misma.
Peter se sobresaltó y me miró prestándome atención.
-¿Pasó algo?
-Peter tengo miedo... Tengo miedo de muchas cosas... y una de esas cosas..-hice una pausa- es que no sientas lo que te adoro y...-el nerviosismo me hizo entrar en calor- yo.. a vos.. sos mi novio y.. yo..
-Yo también-me respondió sin usar ninguna palabra puntual, ¡¿YO TAMBIÉN QUÉ?!
-¿Sabes lo que quiero decirte o estas adivinando?-me crucé de brazos.
-No estoy cien por ciento seguro, pero me hago una idea, espero que se trate de algo bueno..
-Estoy enamorada de mi novio... Y sé que no es algo que te lo diga mucho.. Creo que no te lo dije en muchas oportunidades-suspiré aún en pleno estado de nerviosismo, sentía que en cualquier momento se me iba a salir el corazón por la boca- y lo que siento por vos.. es.. amor.. y es el mismo amor que ya siento por nuestra bebé
¡Se sintió tan bien finalmente poder hablar! Sincerarme.
Los ojitos de Peter se cristalizaron.
-¿Vas a llorar por alegría?-esbocé una pequeña sonrisa y asintió- ¡ay! ¡¿Porqué sos tan lindo?!-lo abracé.
Peter se quedó guardándome entre sus brazos y a los minutos nos separamos, lo vi dejar otra vez su trabajo de lado para ayudarme con la cena, cocinamos juntos y me quedé viendo videos de baile en youtube hasta que tuve sueño.
Cerré mis ojos y dejé de estar pendiente de absolutamente todo, últimamente cargaba un terrible cansancio que afectaba mi cuerpo.

PETER

Desde la distancia puedo ver a Lali reírse con Vera, ellas están charlando y divirtiendo a mi hijo que no deja de mirar todo, ¡no de quiete perder de nada!
¡Me parece sorprendente lo rápido que crece! Todavía sigo acostumbrándome a ser padre y a la dinámica de padres separados, lo único que me da cierta culpa es no poder estar presente por las madrugadas, al todavía ser un bebé no se queda a dormir conmigo, por suerte Valeria, la amiga de toda la vida de Vera y ahora pareja la ayuda mucho.
-Mi amor-Lali me llamó y me hizo señas para que se acerque, no me hice desear, no podía evitar sonreír enamorado cuando la escuchaba llamarme "mi amor" poco a poco se iba soltando, mi esfuerzo para que se sintiera cómoda y confiara estaba dando sus frutos, tampoco estaba tan a la defensiva.
Lali me mostró cómo conseguía que Manuel se riera, me hijo tenía cosquillas.
Al levantar su mirada se encontró con la mía y sus ojitos brillaron, la ilusión era un deseo hermoso, y Lali lo tenía, toda su cara y sus gestos gritaban "quiero ser mamá" y me derretía, me derretía imaginarla com nuestra bebé entre sus brazos.
Vera nos invitó a quedarnos a cenar y accedimos,  invitamos al helado y volvimos antes de las doce.
-Ya no estoy para trasnochar, por lo menos en esta etapa de mi vida-Lali soltó un suspiro y besó mi mejilla al quedar en camisón-¿dormimos?
-Dormimos-asentí y la abracé, nos pegamos al cuerpo del otro y después se volteó, entonces supe que otra vez iba a empezar con sus miles de movimiento para encontrar una postura cómoda.
-Avisame si te estoy pateando
-Te aviso-le respondí, era obvio que no iba a avisarle si eso pasaba, yo quería que ella se sintiera bien, que nada la estrese y agobie.
Cerca de las cuatro de la mañana se durmió, su respiración se normalizó y sentí poco a poco cómo me volvía la calma.

LALI

Llegué al último tramo de mi embarazo y no solo siento que estoy insoportable SÉ que ES REAL, estoy insoportable, por lo menos puedo moverme de manera independiente, me "ayudo" a que me vuelva un poco el buen humor a este cuerpo chiquito que está al borde de reventar.
Intento hacer cómo que todo está bien, cuando cada día que pasa tengo más miedo.
Vi cómo hace Vera, tuve varias conversaciones con Eugenia, cuidé a los dos sobrinos de Candela y nada de eso me sirvió para sentirme preparada.
La noche en la que comencé con las contracciones supe que iba a ser larguísima, y ese solo pensamiento me fastidió.
"Ya falta poco" Peter me alentaba todo el tiempo.
Mi obstetra me enseñó a respirar, hacer una especie de meditación, todo era bienvenido en pleno estado de desesperación.
Cuando finalmente llegó EL momento me sentí abatida sin siquiera empezar a trabajar en traer al mundo a mi hija.
-Vas a poder-Peter y sus palabras de aliento lo eran todo- mi amor vas a poder-me lo aseguró, besó mi frente y solté un suspiro, cambié mi mala predisposición, ¡no iba a ser un día cualquiera! ¡Iba a transformarme en mamá!

Tirar de la cuerda sale malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora