Capítulo 8

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PETER

¿Uno de los peores sentimientos? El de la pérdida, el sentir y saber que estas perdiendo algo que hace tu vida más feliz.
Me duele en el alma estar perdiendo a una de mis personas favoritas, en un arrebato de impotencia y mal estar besé a mi enemiga, ¡¿porqué?! Porque ella es hermosa y quiero que sea una hija de puta, al principio creí que era una hija de puta, y por más de que se haga la "mala" algo en mi interior me dice que no lo es, que es solo una fachada, y eso hace todo más difícil, si hay algo que odio es hacer sentir mal.
Al llegar a mi casa me tomé una botella de cerveza yo solo, después me metí en la cama para dormir, tengo que dejar de pensar tanto.

El despertador chilló y lo apagué, me di una ducha y fui directo a mi oficina, mi secretaria acordó una cita con una futura clienta.
-Hola-Manuela otra vez, lo último que quería era lidiar con una mujer que se esmera en llamar mi atención, yo no tengo ojos ni oídos para otra persona.
-Hola-saludé de forma amable-¿te preparo un café?
-Dale-Manuela suspiró, nos quedamos en silencio hasta que terminé con el café, se lo di- perdón por haberme comportado medio mala onda el otro día
-Yo fui el mala onda, no tenía un buen día, perdón
-Todo bien Peter
-Yo no quiero involucrarme con clientes, vengo de una especie de separación, te estoy contando esto último de mi vida personal para no volver a tocar el tema
Manuela asintió con la cabeza.
-Perdón, es que sos muy lindo
Y sigue... Hay personas que no entienden la palabra NO.
-¿Queres que te muestre otro lugar? Otra casa.. ¡Tengo casas terminadas muy lindas!
Ella elevó sus cejas.
-Ok, ¡vamos!
Agarré mi abrigo y Manuela se sentó en el asiento del acompañante, manejé y el viaje fue algo largo, para que el ambiente no sea incómodo puse música.
-¿Y que tal? ¿Te gusta?-le hablé a Manuela después de mostrarle toda la casa.
-Sí.. Creo que es esta-me sonrió y le correspondí con una sonrisa.
Ella quiso quedarse por la zona, iba a visitar a una amiga, nos despedimos y me subí al auto, manejé hasta cerca del estudio de baile sin ser consciente de eso, almorcé y cuando me encaminé a irme la escuché.
-¡Juan Pedro!
Me volteé.
-¡Mariana!-la imité llamándola por el nombre, ella elevó sus cejas.
-¿Venís a bailar?
-Yo...-¿cómo le explico que sin quererlo manejé hasta la puerta del estudio?-me va a venir bien-terminé accediendo.
La seguí hasta el estudio, ella saludó a su socio y él me saludó.
-Sos Gastón, ¿no?
-Sí... y vos sos el problema-me atacó de la nada misma, se rió y supe que lo decía en joda... o no.
-¡Problema ya! A elongar-Lali me dio una orden.
Miré a Gastón y solté un suspiro, lo vi reírse otra vez.
-Ok jefa... Solo sos la jefa en este lugar, nunca más me des órdenes
Lali elevó sus cejas desafiante y encendió la música.

LALI

Observé a Peter desde la distancia mientras mis alumnos bailaban, ellos bailaban bien pero "EL PROBLEMA" resaltaba, ¡era muy bueno el hijo de puta!
Lo usé para dar una demostración de algo y después todos tuvieron que hacer lo mismo, la clase fue muy movida, al terminar suspiré aliviada, justo pude atender a Vera que me canceló la cena con mis amigas, era importante para mi presentarlas, mis amigas también eran una gran parte de mi vida.
-Mariana-Peter me agarró a la salida del estudio.
-¡¿Qué queres?!-le hablé mal, el pobre ser humano no tenía la culpa, hoy no.
-¡Epa! ¡¿Qué te hice?!
-Hoy nada.. "ponele" solo estas acá, ¡no tengo la más puta idea porqué! Reservé en un restaurante re lindo hace varios días y ahora se canceló el plan
Peter se quedó mirándome desconcertado.
-¿Toda esta furia para conmigo es porque te dejaron plantada?
-Chau Pedro-di media vuelta y me subí a mi auto.
Manejé demasiado acelerada, de culo no choqué ni crucé un semáforo en rojo.
Subí por el ascensor y me metí en la ducha, el agua caliente me relajó, cerré mis ojos y sonó el timbre, lo ignoré y volvió a sonar.
Salí de la ducha envuelta en una toalla blanca y atendí el portero eléctrico.
-¿Diga?
-Mariana-Peter Lanzani jodiendo parte cinco mil catorce- ¿ya cancelaste la reserva? Podemos ir y.. negociar
Me quedé pensando desconfiada.
-Necesito relajarme, y comer siempre me relaja-suspiré- esperá que me cambio
Revise mi armario y tuve que seleccionar ropa arreglada, porque no era un restaurante cualquiera, era arriba de un edificio famoso, en la terraza, por las dudas cité a mis amigas.
-Tres mujeres y un hombre, estoy en desventaja-Peter miró a mis acompañantes-hola-les sonrió de manera "encantadora".
-No vas a meternos en tu bolsillo-Candela elevó sus cejas.
-¿Van a seguir evaluándome toda la noche? Creí que solo íbamos a ser nosotros-Peter buscó mi mirada.
-Si tanto odias nuestra compañía podes irte
Que le haya dicho eso hizo que Peter dejara de quejarse, llegó la picada y me pedí un mojito, después una caipiriña.
Mis amigas, las traidoras terminaron metidas en el bolsillo de Juan Pedro, le celebraban cada cosa que decía, aplaudían cómo dos focas.
-Es muy lindo La-Candela me dio una palmadita en el hombro después de salir del baño- ¿no está para probarlo un poquito?
-¿Probarlo un poquito?-me reí-¿cómo?-me hice la boluda.
-Vos sabes tarada-Eugenia me cagó a pedos- ¡tengo que irme! Tengo una hija
-¿Te imaginas a vos así de apurada por irte al ser madre?-las palabras de Candela hizo que me toque una teta.
-Por favor no
-Hablaba por el bebé de Vera.. Vas a ser madrastra
-¡Suena fuertísimo!-me reí nerviosa.
-Yo mañana madrugo-Candela besó mi mejilla- me vino a buscar Andrés, ¿te dejamos en tu depto?
-Nnn.. No, voy a tomar un trago más y me pido un taxi
-¿Un taxi?
-Le pido a Juan Pedro que me lleve, ¿feliz?
-Feliz-me besó otra vez la mejilla y se fue.
Salí del baño y caminé hasta la barra, una chica estaba tratando de "levantarse" a Peter.
-Hola acompañante mío-interrumpí la situación porque le vi la cara de querer irse a la mierda- ¿nos vamos? Adiós-saludé a la chica sin dejarle responder, bajamos por el ascensor y me mareé-¿podes manejar? Necesito llegar a mi cama y dormir, siento que si sigo despierta voy a vomitar
-Yo diría de esperar un poco a que se te vaya el efecto del alcohol y recién ahí arrancar el auto, no quiero llevarlo al lavadero, lo llevé hace poco
-Ok.. Igual, pensaba pagarte el lavadero, no quiero deberte nada-me acomodé mejor en el asiento del acompañante y cerré mis ojos.

PETER

Lali se quedó dormida, la paz que emanaba me daba cierta envidia, ¿cómo podía dormir tan tranquila? Aún sabiendo que otra persona esta perdiendo el rumbo por su culpa.
Zarandeé su brazo para despertarla y me miró mal.
-Te llevo-no dije nada más, puse en marcha el auto y volvió a dormirse.
-Vas a odiarme, pero llegamos-volví a despertarla.
-Gracias-sus ojos estaban brillosos, se llenaron de lágrimas cuando bostezó- por todo... Cuidarme y... No tenías porqué
-No pensaba jugar sucio mientras vos estabas con la guardia baja
Ella se rió con ironía y abrió la puerta del auto.
Besó mi frente y la vi irse.. ¡¿Besó mi frente?!

Tirar de la cuerda sale malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora