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El silencio sepulcral los hizo sentir incómodos, aunque tenían historia y años de vida compartidos, ninguno supo que decir. Shoto miraba a Aiko, expectante a que sería de lo que deseaba hablar, aunque él tenía muchas ganas de saber que había sido de ella esos últimos meses y narrarle con lujo de detalle todo lo que había sucedido dentro y fuera de los muros del palacio. Pero la expresión de su acompañante camuflada en un rostro de estoicismo, más que alentar a su verborragia, le dio el presentimiento que era algo demasiado importante.

Ella, por otro lado, apretaba las manos tratando de mantener a raya su lenguaje corporal, era clara la emoción del Príncipe Heredero y su buen humor, resentía tener que malograr su leve sonrisa con noticias que pudiesen ser shockeantes y profundamente tristes. No encontraba las palabras para hablarle, por más que había practicado mil y una veces en su cabeza, repitiéndose a sí misma las palabras que el rey le había dicho para darse ánimos.

Boqueo un par de veces sin poder pronunciar las malas noticias, había estado anteriormente en la posición de dar información delicada, pero ninguna situación del pasado tenía siquiera una pizca de comparación con lo que estaba atravesando en ese momento. Tragó aire por la boca sin siquiera sentir que sus pulmones se estaban llenando y habló.

  — El reconocimiento a Arthinea, yo puedo hacerlo— tapó su boca inmediatamente, su lengua y su cerebro parecían no estar de acuerdo en como proceder. Aclaró su garganta, tomando una postura más digna—. A lo que me refiero, toda la fuerza de la Resistencia debe centrarse en Monoma en este momento, yo ya no formo parte formal de ningún lado, no se perdería ninguna fuerza al dejarme ir.

El rostro de Shoto se fue transformando lentamente, su sonrisa apacible desapareció, dejando solo una expresión estoica y casi que herida. Luego de tanto tiempo, guardó la esperanza de poder hablar de algo más que no fuese de sus posiciones o algo relacionado a la milicia.

  — Aiko, es peligroso que vayas sola, debería de asignarte un acompañante, tal vez un mago o una bruja— dijo ya en su rol de Príncipe Heredero, ignorando el nudo en su garganta—. Arthinea es una tierra ancestral y por lo tanto un campo minado de sellos y criaturas peligrosas, los arcanos solían poseer gran conocimiento de magia, no sellaban su mana como tú.

Aiko apretó los labios, había hablado inconscientemente y casi se oía como si quisiera huir lo más lejos de Musutafu que pudiera, como si a pesar de la débil posición en la que se encontraba quisiera escapar de la responsabilidad de seguir ayudando al reino del Príncipe frente a si.

  — Sí, tener un acompañante no estaría mal— murmuró, rehuyendo de la mirada heterocromica del Príncipe, dando algunos pasos por la habitación.

El silencio volvió a hacer presencia, mientras que Shoto la observaba esperando algún tipo de respuesta, Aiko permaneció callada aguardando a que él volviese a tomar la palabra.

  — ¿Por qué ir a esa tierra?— preguntó, con las manos hechas puños a sus costados, tragandose cualquier otra cosa que se le ocurriera verbalizar en ese momento tan inapropiado.

  — Oh, Su Alteza Shoto parece tener todo bajo control, Tenya Iida es confiable y capaz al igual que Shota Aizawa, aún no he sabido de los demás generales, pero seguramente estén haciendo un buen trabajo— se tomó unos segundos para completar su respuesta—. Además siento que con Su Majestad Katsuki Bakugo siendo simpatizante de la Resistencia, puedo hacerme a un lado.

Sonrió de medio lado, sabía con exactitud que su sucesor era fuerte al igual que sus antiguos colegas, pero quien le daba más sensación de seguridad era el imponente Rey de Bishajin.

Tratando de aclarar el nudo en su garganta, Shoto Todoroki no pudo evitar sentir una pizca de celos del dichoso Katsuki Bakugo, él en apenas unos meses había logrado tocar el corazón de Aiko más de lo que él mismo había hecho en trece años. No perdió la postura, los elogios típicamente fríos y automáticos que solía tener previamente programados la exgeneral para los nobles parecía una caricia de aprecio cuando el nombre del rey dragón salía de sus labios, por más que le jurara de rodillas qué no se atrevería a sentir nada por ese Dragón, los ojos de espectador de Shoto se daban cuenta de otra cosa.

•Dominio de Bestia• [Katsuki Bakugo × OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora