Antes de empezar, me quiero disculpar por el abandono. Me quedé sin cargador desde Agosto por ahí, por eso la historia estuvo en pausa durante un tiempo. Pero estoy bien, bastante bien, más adelante les daré más detalles sobre lo que ha pasado en todo este tiempo. Gracias de corazón por la espera, nuevamente me disculpo.
***
PARTE 1
Día 1.
Me encuentro en una habitación pequeña acostada boca arriba en un pequeño sofá individual, como esos que tienen los psicólogos en sus oficinas. Al frente, está el psicólogo Walter y la psiquiatra Bárbara, cada uno en sus sillas de escritorio con cuadernos a mano.
—Muy bien, Estefany, hoy damos inicio las terapias. ¿Cómo te sientes hoy? —pregunta la doctora.
Miro el techo, lamo los labios y rio un poco.
—Bien, un poco nerviosa, pero feliz de poder empezar.
—Estefany, comienza en contarnos tu vida —dice el doctor—. No te preocupes, todo lo vayas a contarnos, quedará en nosotros y en estas cuatro paredes. Puedes sentirte segura.
—Okey.
Inhalo hondo y exhalo.
—Comenzaré desde que tengo memoria.
» Yo soy la mayor de siete hermanos. La mayor de tres por parte de mi mamá y la mayor de cuatro por parte de mi papá. Yo soy cuatrilliza, pero fui la primera en nacer, es más que obvio que se deben de imaginar el peso que cargo solo por "nacer primero". Mis padres se separaron cuando mis hermanos y yo teníamos tres años de edad.
» Que yo recuerde, no veíamos mucho a mi papá. Siempre estábamos con mi mamá y en la casa de mis abuelos. No teníamos la mejor casa del mundo, de hecho, es la típica casa de una familia de clase media, dos cuartos, un baño, una sala, una pequeña cocina, un patio y un jardín. Pero vivíamos bien, gracias a que mi abuela, que era jefa en enfermería y mi abuelo ya era pensionado, pero era jefe de la policía en la ciudad, creo que también de la provincia.
» Mi padre no era una persona comunicativa, creo que por eso yo tampoco lo soy, al menos que sean con personas de mucha confianza. Pero cuando llegaba de visita cada mil años, mis hermanos le hablaban a él de muchas cosas, pero cuando yo estaba a su lado... nunca le decía nada, ni mucho menos él a mí. A pesar que había un gran silencio, no era incómodo.
» No le comentaba nada porque no lo veía mucho, no sabía que decirle, ni como hablarle. Pero con mi madre y con el resto de la familia si era muy hablantina. Pero sí sabía que no era por timidez. Siempre les envidié a mis hermanos de que siempre tuvieran cosas de que contarles. No es que no pasaban cosas interesantes en mi vida, simplemente no me nacía comentarlo con él.
» Un día tomé la iniciativa de hablarle, pero no me decía nada al respeto, o solo decía "mmm". De hecho, ni siquiera sé de qué me quejo, con mis hermanos era igual, pero si les contestaba a ellos de vez en cuando. Pero cuando se iba, me daba un beso en la cabeza o me olía la cabeza como de despedida, igual con mis hermanos.
» Si debo admitir que era intimidante. Es alto, tiene una voz ronca, es serio, frío y de pocas palabras.
» Recuerdo que, para el día del padre, en mi kínder teníamos una actividad, él no quería ir, pero no sé cómo mi madre lo convenció. Recuerdo que todos en mi salón bailamos una coreografía y dijimos un poema, él estuvo presente. Pero cuando llegó el momento de las actividades y concursos en donde los padres e hijos tenían que participar, él se fue.
» Nunca entendí como es que a mis hermanos no les afectó, de hecho, jugaron con los padres de sus amigos, pero yo... me fui al baño a llorar.
Derramo lágrimas, mis labios comienzan a temblar y recibo un pañuelo de parte de mi psicólogo.
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Estefany Hoffman © [Parte II]
Mystery / ThrillerUnos de los secretos más grandes que ha guardado Estefany Hoffman durante muchos años ha salido a la luz. El oficial Diego Dallas la ha secuestrado para tenerla a salvo y hará todo a su alcance para salvarla de Charlie y a que mejore su salud. Pero...