Capítulo 14

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NARRA DIEGO DALLAS

Corro por el pasillo al escuchar los gritos desgarradores de Estefany. Cuando entro a su habitación, ella está cobijada hasta la cabeza, llorando, como si algo malo le hubiese pasado. Me acerco a su cama, enciendo la lámpara de noche y comienzo a moverla.

—Estefany —La sacudo una vez más—, Estefany ¿Qué pasa?

Ella grita aterrada, se sienta y se quita de manera rápida la cobija de la cabeza, tiene la mirada perdida, pero veo el miedo en ellos y llenos de lágrimas, pero cuando me ve a los ojos, se llenan de paz y cierra los parpados con lentitud.

—Oh... Diego —exhala susurrando y colocando su cabeza en mi hombro.

Acaricio su cabello.

—¿Con pesadillas de nuevo?

—Sí... pero ya pasó... nada fue real, estoy aquí protegida.

No suele decirme cosas así, al menos que esté medio moribunda del sueño.

—¿Qué soñaste esta vez? ¿Qué mataban a tu familia de nuevo?

Niega con los ojos cerrados, aún recostada en mi hombro.

—No podía quitármelo de encima....

—¿Al tipo que te hace daño?

Asiente.

—Él tenía la edad que tiene ahora, pero yo en el sueño tenía diez años... —bosteza—. Entró a mi habitación e iba abusar de mí, pero antes, había matado a mi mamá para poder entrar a mi habitación —Se le quiebra la voz y derrama lágrimas.

Suspiro rascando su cabeza.

—Fue solo un sueño, puedes estar tranquila. Estás lejos de él y no te va a encontrar jamás. Y si lo hace, no podrá ponerte una mano encima, no lo permitiría. —Suelto una risita— De todos modos, moriría en el intento, con diez balas en la cabeza.

Rio de mi humor negro y cuando la miro, Estefany se encuentra dormida. La quito un poco de mi hombro colocándola con cuidado sobre la almohada. No necesito acomodarla, ella misma lo hace automáticamente, poniéndose boca abajo y abrazando la almohada. Siempre duerme así, abrazando algo.

«Te faltó afecto y amor de una persona ausente en tu vida, ¿no es así?»

Termino cobijándola, apago la luz y me regreso a mi habitación a dormir.

***

Han pasado ya cuatro meses, Estefany ha avanzado mucho desde el primer día, de paso, he aprendido un poco más de ella. En una reunión con la nutricionista, me di cuenta que existía la dieta ovo-lacto vegetariano, son personas que no comen carnes de ninguna clase, pero si los derivados. En otras palabras, Estefany no come carnes rojas, tampoco ninguna clase de mariscos ni pollo, mucho menos cerdo, pero si come lácteos y huevos. Aunque a ella le gusta la sopa de caldo de pollo ¿no es eso algo contradictorio?

También me comentó que come muy pocas cosas, no come la mayoría de frutas ni de verduras, ¿saben que es el colmo? Que ella dice que equis cosa no le gusta, pero nunca lo ha probado. ¡AGH! Tan solo acordarme el día..., le insistíamos a probar los frijoles, no quería abrir la boca, pero cuando la obligamos —a las malas usando la fuerza, por supuesto—, me mandó un puñetazo y a la nutricionista a patadas para soltarse, escupió los frijoles y corrió al baño a vomitar, a lavarse la boca y después se puso a llorar. A tan solo acordarme me enoja.

Otra de las numerosas cosas que no le gustan son las bananas, ni en fruta, ni en bebida. Pero le ofrecí a probar pan de banana que yo mismo preparé, al principio se negaba probarlo, pero después de tanto insistirle lo hizo ¿adivinen qué? ¡Le gustó! Pero si se negó rotundamente a probar la fruta como tal. Entonces, la nutricionista y yo nos dimos cuenta que a Estefany le gusta todo lo que sea dulce o postre. Junto a Estefany, hicimos una lista de todas las cosas que le gustan, noté que le gusta mucho el queso, papa y el plátano verde, casi todos los platillos que le gustan llevan una de esas cosas.

Estefany Hoffman © [Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora