Capítulo 13

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PARTE 6 (ÚLTIMA PARTE)

(NARRACIÓN FUERTE)

CONTINUACIÓN


»Charlie me agredía física, emocional y psicológicamente. Me castigaba mucho, me prohibía muchas cosas, no me dejaba ser yo misma. No entré a las drogas porque quise, él me forzó a probarlas, no me gustó, pero a mi cuerpo sí, no podía controlarme. Entonces me chantajeaba y me amenazaba. Durante mucho tiempo batallé para no consumirlas ni volverme adicta a ellas, pero él siempre lograba hacerme recaer, al punto que permití que mi propio cuerpo me controlara, pero solo para morirme de una manera más rápida.

»Recuerdo que antes yo pesaba sesenta y cuatro kilos, me forzaba hacer ayunas, a no comer, hacer ejercicio todos los días y por muchas horas, hacer dietas peligrosas como la dieta de agua, la de hielo o la de gelatina. ¿Tienen idea lo que es ir a emergencias por un ataque de gastritis? Donde te duele demasiado el estómago, donde estás deshidratado y vomitas todo lo que tragas. Es de las peores cosas que he pasado, y mientras esperaba que me atendieran, lo único que deseaba era morirme, ya que sentía que estaba pagando todos mis pecados y errores en ese infierno.

»Ni hablar de los medicamentos fuertes que me daban, aparte del mal sabor que tienen, me hacían dormir por muchas horas, Charlie lo veía beneficioso porque así evitaba comer y a la vez, comer muy pocas cosas para mi recuperación. Lo peor de todo, es que me obligaba ensayar todas las coreografías de todas las canciones de mis álbumes, estando totalmente drogada y media dormida por los medicamentos.

»También me compraba pastillas para bajar de peso. Solo tenía trece años... por otro lado, acepté, odiaba verme en el espejo, no tenía amor propio y tenía una autoestima del asco. Charlie sabía que me hacían bullying, que me daba envidia ver a chicas de mi edad más delgadas que yo, entonces se aprovechó de mi vulnerabilidad para que yo hiciera lo posible para adelgazar.

»Charlie me decía que tenía que cambiar mi físico, ya que en Estados Unidos y en otros países odiaban a los latinos, que por lo tanto, tenía que verme "lo menos latina posible". Entonces cambiaron mi cabello, mi color de ojos, comencé a usar maquillaje, para colmo de un estilo que no me gusta y sentía la cara pesada del exceso de productos, mi nacionalidad, mi historial de donde nací realmente, mi nombre, me obligan a usar vendas en el pecho, cambiaron mi guardarropa, mi personalidad y mi forma de ser. Ni hablar de la dieta de comida, es algo que sigo asqueando porque yo tengo mi propia dieta, pero querían que yo fuese "normal".

»La verdad me dolía mucho cambiar mi físico, amaba mi cabello, amaba mis ojos, mi idioma materno y mi forma de hablar. ¿Tienen idea lo que era eso? En mi país, todas las personas decían que tenía un cabello precioso, siempre andaban diciendo lo hermoso que eran mis rizos hasta mi rostro, y llegar a otro país en donde te digan todo lo contrario y que tengo que cambiar mi físico. Llegué a pensar que lo que me decían en mí país eran mentiras y llegué a odiarme.

»A pesar que iba a colegio, faltaba mucho, le pagaban al director para "pasar el año". Si yo pudiera... desearía volver al colegio a tener esa experiencia. Demostrar que no necesito que mis representantes sobornen para que me den buenas notas, quiero enseñarle al mundo que soy capaz y lo inteligente que soy, porque lo soy, yo ayudaba a mi mejor amigo a estudiar y siempre sacaba buenas notas. Pero según Charlie, las mujeres inteligentes son menos atractivas.

»Desearía tener amigas, siempre he querido ir a pijamadas, ir de compras, salir a comer o lo que sea pero con un grupo de chicas. Siempre lo hacía sola, no voy a negar, adoro mi soledad, pero no me gusta sentirme así todo el tiempo. Quisiera experimentar muchas cosas que no pude por mi vida de estrella, siempre me la paso rodeada de adultos y tener "amigas" mayores que yo no me basta, ya que tienen una mentalidad diferente a la mía, nunca tienen tiempo porque trabajan o tienen hijos y pareja que entender, peor aún, hacer oficios en sus casas. Creo que eso me hizo madurar rápido, además que Charlie me obligó también hacerlo.

Estefany Hoffman © [Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora