Capítulo 8

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PARTE 2

Continuación.

Yo si quería ser famosa, si me pongo en los zapatos de la yo del 2008, quería ganar dinero, comprarme los juguetes que no tenía pero que añoraba tener, quería vivir en una mansión rosa y ser una estrella como Barbie. Ahora que me pongo a pesar, creo que me si me tomé enserio la frase "Sé lo que quieras ser".

» Al día siguiente, cuando llegamos a la casa de mi abuela, la hermana de mi mamá estaba con Charlie. Mi madre no le agradaba la idea de que yo fuese famosa ni salir del país, pero no sé qué embrujo hizo mi tía para convencerla, ya que estaba muy decidida de que yo no iba a convertirme en una figura pública.

» Pero primero empecé en mí país, en aparecer en anuncios comerciales sobre juguetes, tiendas de ropa, modelo infantil para salir en catálogos de revista nacionales, entre otros. Me pagaban muy bien, con decir que hicimos arreglos en mi casa, como hacer una cocina en el terreno donde sobraba patio, ya que parte de la sala también era cocina, hicimos un garaje, aunque no tuviéramos un auto, pero al menos mis hermanos lo usábamos para jugar, sentarse en la tardes en mecedoras, teníamos plantas y poníamos una piscina inflable. Por último, un tercer cuarto, para mi hermana y yo, ya que en el antiguo cuarto lo compartíamos con mis dos hermanos varones.

» Un año después, nos fuimos a vivir a México mis hermanos y yo, junto a nuestra madre y mi tía, no sé porque ella, pero bueno, ya no era tan cruel conmigo como antes, siempre me decía que hacer y cómo. Tampoco sé cómo terminaron de convencer a mi madre, ya que mi mamá le tiene miedo México, según ella es peligroso, pero yo no lo veía así.

» Recuerdo que comencé como actriz con papeles pequeños en programas de "enseñanzas de vida", también era modelo de ropa infantil para catálogos de revista y productos para niños de Avon. Mi trabajo comenzaba a dar frutos, porque todo lo que promocionaba o modelaba, me permitían conservar los productos.

» Mi vida en el segundo año de kínder... no fue nada bonito. Yo soy una persona que come pocas cosas y un día, había merienda compartida, pero de frutas. A mí solo me gustan las manzanas y el jugo de naranja y limón. Una alumna trajo mango para compartir, a mí no me gusta, pero la maestra me dijo que tenía que comer, aunque no me gustara. Como castigo, dejó a todos salir a recreo menos a mí y se sentó a mi lado asegurándose que me comiera los cinco pedazos de mangos. Eso me traumó de por vida. Recuerdo que lloré mucho.

» No sé porque, pero esa maestra tenía algo contra mía. Siempre me entregaba todas las prácticas de último, le entregaba la hoja a mi compañero de al lado, no me lo entregaba a mí, pero sí a mi compañero del otro lado. Solo me dejaba ir al baño una vez por día y me regañaba mucho sin razón.

—¿Y se lo dijiste a tu mamá?

Niego.

—¿Y por qué?

—Tenía miedo que mi mamá me regañara o que más bien me echara las culpas por no abrir la boca. Además, que... ella dijo que, si había un solo problema en México, iba a dejar la carrera y nos regresaríamos a Costa Rica.

» Cuando entré a la escuela, le caía mal a las alumnas, hacían comentarios xenofóbicos que era una latina más que venía a buscar fama quitándole el lugar a los mexicanos. También decían que las gordas no podíamos ser actrices ni modelos. Que yo recuerde, nunca fui tan gorda, tenía buenas piernas y buenos brazos, pero si debo admitir que mi abdomen no era plano y tenía mis lonjas. También era muy criticada por jugar siempre futbol con los hombres y juegos de lucha. Pero quien necesitaba amigas cuando tenía a mi hermana cuatrilliza.

» Mi manager era una persona increíble, me gustaba discutir mucho con él, hacerlo enojar hasta que perdiera la paciencia. Lo veía como un segundo padre. Siempre me compraba todo lo que yo le pedía, pero odiaba cuando hablaba con mi madre, él era muy coqueto con ella. A pesar que mi mamá nunca le correspondía, siempre le regaba flores y otras cosas.

Estefany Hoffman © [Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora