4. -Algo muy extraño-

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Ayude a James a meterse en el coche, despues entré precipitadamente en el asiento del conductor. Arranqué y pisé el aceledaror haciendo que las ruedas chirrien contra el pavimiento. James se encontraba recostado en el asiento del pasajero con la cabeza hacia atras, los ojos cerrados y el costal derecho agarrado.

-¿James?-no hubo respuesta y el pánico me inundó-¡JAMES!

-Queeeee- al oir su voz el pánico fue sustituido por la ira.

-¡Por que no contestas idiota!-dije golpeandole el brazo.

-Auch- separó la mano de su costado, su mano estaba empapada en sangre, inconsientemente aceleré.

-Eh eh, relajate...solo necesito un momento...

-¿Un momento? ¿Eres tonto? Te voy a llevar al hospital.

-¡No! Enserio no me va a pasar nada, llevame a tu casa.

-Joder James estas loco- creo que se queda inconsciente o por lo menos atontado por que no volvió a hablar.

Aparqué justo enfrente del jardín de mi casa y baje corriendo para ayudar a James, no había nadie en la calle y eso era un alivio, no necesitaba a vecinas curiosas ahora mismo.

Pase su brazo por encima de mis hombros y le agarré de la cintura, su olor raramente familiar me inundó.

Cuando llegamos a la puerta tuve que hacer maniobras para sacar mis llaves del bolsillo trasero de mis vaqueros ajustados.

-Si quieres te puedo ayudar- dijo con una risa apagada en mi oido haciendo que me estremeciera.

-Cállate- conseguí abrir la puerta y lo tumbé en el sofa del salón. Me agaché delante de él y me fije mejor en la herida. Una mancha de sangre iba desde su ombligo a su pecho en el lado derecho.
Levanté con cuidado su camiseta, musculos perfectamente marcados salieron a la vista haciendome suspirar.

-Oye, si querias verme sin camiseta solo tenias que decirmelo- le mire a la cara y aunque estaba bañado en sudor y estaba ligeramente pálido, su cara y su gran y arrogante sonrisa eran perfectas.

-No sé... No se que hacer-dije levantandome- voy a traerte vendas y cosas...

-Espera ¿tienes mi sheritzar?
-¿Tu she-qué?... Ah ¿el palo ese que brilla dices?- cuando asintió fuí hasta mi bolso que acababa de soltar por ahí y lo saque de dentro. Era un palo de diez centimetros mas o menos con el final acabado en una especie de lágrima de cristal de color amatista, el palo tenia dibujos de círculos dentro de círculos...algo muy extraño y era bastante ligero algo de lo que no me había fijado al apuñalar a la sombra.

-Toma, ahora vuelvo- salí del salón y me dirijí al baño de la segunda planta subiendo las escaleras de dos en dos. Cojí algunas vendas y un bote de algo. Baje corriendo las escaleras y James estaba de la misma postura con su sheri-no sé que en un mano y estaba dormido. Su camiseta seguía levantada, su pecho subía a cada respiración marcando su fuerte abdomen.

Le limpié la herida y descubrí que ya no sangraba y que estaba cicantrizando, ¿como era eso posible? Le puse la venda lo mejor que pude y le volví a colocar la camiseta. Busqué dos mantas, una se la eché por encima y la otra la usé yo. Me quedé sentada en el sillón enfrente del sofa donde estaba él y le observé dormir, su color había vuelto asi que estaba mas guapo que antes. Se había salvado de mí por que estaba dormido, pero me iba a explicar todo, incluido el palo ese.

-Ann... Annie, despierta es tarde-El recuerdo de una suave mano recorriendo mi mandíbula vino a mi cabeza antes de abrir los y encontrar unos ojos grandes y cansados de color celeste.

-Ann, ¿que haces dormida en el sofá? eso es muy raro en ti, venga vete a la cama.

- ¿Que hora es papa?- le pregunté mientras me levantaba del sillón.

-Las cuatro de la mañana.

-Uy, no sé qué hago aqui a estas ho...- Mierda, James. Rodeé rapidamente a mi padre y fuí hacía el sofá... Vacío y el palo no estaba en la mesa.

-Pero, será...-dije susurrando

-¿Te encuentras bien Ann?- me volví encarando ami padre, no veo el por que de que yo no tenga ese color de ojos no lo entiendo...

-Sí, sí estoy bien, te ves cansado...

-Sí hija, hoy hemos tenido mucho que hacer en el hospital, la gente se esta volviendo suicida, vienen con quemaduras extrañas.

-¿Y...y que las causan?- dije recordando a esas horribles sombras y las quemaduras del ahora desaparecido James.

- No sé, los pacientes no se acuerdan o otros no estan en condiciones de decirlo... Pero bueno son cosas que pasan por hacer tonterías, vamos a la cama.

Me dio un beso en la frente y se fue y a continuación yo. Mañana James hablaría conmigo sí o sí.

Visiones (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora