Su coche se paró en frente de un local llamado The Magazine. El aparcamiento estaba lleno y llegué a pensar que no podríamos quedarnos pero James, con su arrogancia y ridícula suerte particular, consiguió un aparcamiento justo al lado de la puerta.
-Podriamos haber venido en coches separados, ya he venido antes- dije mientras bajaba de su impresionante SUV gris oscuro.
-Lo importante es que no te puedes escapar por que tu casa esta demasiado lejos y yo tengo las llaves- dijo el poniendo una sonrisa radiante.
-Pf, puedo conseguir esas llaves...
-Lo dudo- dijo metiendo las llaves en su bolsillo delantero de los vaqueros y tendiendome el brazo.-¿Señorita?
Rode los ojos y después de unos segundos de duda agarré su brazo para entrar en el local. Este se dividia en pista de baile y restaurante, era un local muy frecuentado por jóvenes, no lo consideraba un lugar muy adecuado para hablar pero esta vez no se escaparía.
Nos fuimos a la parte de restaurante que se encontraba en la segunda planta pero antes tuvimos que pasar por la pista de baile para llegar a las escaleras y aún siendo hora de cenar, la pista estaba a pocas personas de estar aborrotada, bajo mi punto de vista. Mi brazo enganchado al de James era lo único que impedía que fuera arrastrada por las personas que se movían al ritmo de la sugerente música.
Resulta que el restaurante estaba vacío, lo cual me resultaba bastante inquientante.
-Por eso elegí este sitio- me giré hacia él, estaba con las manos dentro de sus bolsillos observandome, su boca se curvó en una lenta y espectacular sonrisa. Nos sentamos en unas de las mesas mas lejanas de la puerta y nos pedimos dos refrescos.
James cruzo sus manos bajo su barbilla.-A ver... ¿Por donde empiezo?-dijo mirandome directo a los ojos. Me quede casi hipnotizada mirando sus oscuros ojos unos segundo hasta que me aclaré la garganta.
-Por la sombras-dije en voz baja.
-Eran Érebus, sombras que se alimentan del poder.- dijo tomando un sorbo a su bebida.
-¿Que clase de poder? ¿Y por que nos atacaron?
-Toda clase de poder... A ver, hay personas... Que tienen poderes, como yo, que puedo leer mentes. Son atraídos cuando el poder es abundante.- ¿Personas con poderes a lo X-Men? Esto se esta volviendo muy raro, si no hubiera visto actuar a esos Érebus quizás no estaría ni considerandolo.
- ¿Y solo el poder de leer mentes puede causar un ataque?
-No solo leo la mente, tambien puedo implantar o quitar recuerdos de ella. Cuando tu padre llegó a tu casa, casi me tira la televisión encima asi que... Le quite el recuerdo de mi presencia. Tambien puedo hacer que la gente este de acuerdo conmigo... por así decirlo- dijo ahogando un risa.
-¿Me estas diciendo que manipulas a las personas a tu antojo usando sus sentimientos y su memoria?- pregunto estupefacta, por decir algo.
El pelinegro frente a mí hacen un gesto pensativo y con las comisuras hacia abajo y encogiendose de hombros acaba asintiendo.
-Yo no lo diría así, pero es exactamente lo que hago- la gran sonrisa que se forma en su ridiculamente bella cara no evita que mi boca caiga abierta con enfado.
-¿Me has manipulado así alguna vez? Por que te juro que me levanto y me voy... después de darte una patada en tu arrogante culo- Mi amenaza solo hace que suelte una gran carcajada y que yo me enfade aún más.
-Nada funciona contigo- Lo miro sus ojos brillaban un poco, no sé si por la risa o por otra cosa.
-¿Como que no funciona?
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Visiones (Editando)
Science FictionAnnie es un chica que vive en la tranquilidad aunque con una pequeña alteración. Cuando conoce a James, un chico lleno de misterio, su vida cambia por completo.