9. -El Lago-

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-¡ANNIE! Porfavor despierta, esto es mi culpa, no deberia haberla obligado... Ann porfavor si no despiertas yo...

Sentí como mi cuerpo se balanceaba, ¿que había pasado? Empezé a toser expulsando todo el agua en mis pulmones y abrí los ojos. James  me tenia sobre sus piernas. El pecho me quemaba y no entendía que había pasado. Él todavía estaba mojado, yo tambien estaba mojada y tenía mucho frío, no sentía mis dedos, ni los de las manos ni los de los pies.

-Oh dios mío Ann, lo siento tanto ¿por que no me dijistes que no sabías nadar? Ann casi me da un infarto haciendote el boca a boca- por eso me dolía el pecho.

-Si se nadar idiota - dije en un susurro ya que mi garganta quemaba al hablar. James me abrazó muy fuerte y puso sus manos a ambos lados de mi cara.

-Lo siento, esto ha sido mi culpa.

-No ha sido...

-Shh, vamos te llevaré al coche.

Me levantó y me llevó en brazos todo el camino hasta el coche, no me quejé ya que no me sentía con fuerzas ni para abrir los ojos. Me soltó en el sillón del copiloto y me forró con una manta, se vistió pero sin secarse el pelo, asi que le seguian cayendo por la cara molestandole y mientras conducía se los tenía que apartar cada dos por tres.

-Necesitas un corte de pelo- dije sonriendo débilmente. Él me miró de reojo.

-Deberías descansar, vamos a volver a casa.

-¿Que? No, tengo que conocer a ese hombre.-Dije incorporandome, al ver que me movía, me  miró nervioso.

-No, esto es culpa mia y necesitas descansar.

-Deja de repetir eso de una vez, no fue culpa tuya, creo que lo que me a pasado tiene que ver con una de mis visiones.

-¿Cual?- dijo, su cuerpo se relajó como si se hubiera quitado un peso de encima.

-El día que llegastes... Vi como un-una ola gigante iba hacia clase y todo se inundaba...

-¿Te brillo los ojos despues?-Negué con la cabeza y el se quedó pensativo, puse mi mano sobre su hombro.

-No ha sido tu culpa ¿vale?-  el asintió lentamente.

Paramos a comer en un restaurante y James estuvo mas animado, me habló sobre lo que le gusta dibujar y sobre Arizona, el era increible y comia por tres personas y era raro teniendo ese cuerpo. Mery me llamó y estuvo rara, quería saber el lugar exacto donde me encontraba pero logré esquivarla sin decirselo.

Ya era por la tarde cuando llegamos a una lujosa cabaña de dos plantas rodeada de árboles y preciosas flores. Un hombre nos esperaba en las escaleras de esta, supuse que era con quién debía hablar. El hombre tenía los ojos muy claros , era mayor, quizas rondaba los cincuenta años. Vestia con una camisa celeste metida por dentro de unos pantalones  negros y su pelo blanco estaba peinado hacia atras. James se bajó del coche y yo no espere a que llegara a mi puerta para ayudarme, me bajé solita recibiendo un mirada suya. Cogió las maletas y me hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera. El hombre sonrió cuando nos acercamos.

-Buenas tardes- dijo inclinandose hacia nosotros.

-Buenas tardes- dije en voz vergonzosa.

-Ann, este es Adam Wirror- se volvió hacia Adam- Adam esta es...

-Tu novia- le interrumpió Adam y me miró sonriendo, James lo miraba como si quisiera estamparle una de las maletas en la cara y eso me hizo sonreir, aunque me quedé bloqueada ¿es eso lo que somos?, ¿novios?- Encantado Annie, es un placer conocerte-dijo estrechandome la mano- Vamos dentro.

Visiones (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora