Los milagros del cielo existen, porque al llegar a la prensa me encontré con Dassler esperándome para decirme que me tomara el día libre y en cambio lo acompañara a buscar un saco adecuado para hoy.
Caminamos como siempre, aunque la tienda estaba un poco alejada lo preferimos así ya que podríamos observar a las personas y talvez encontrar algo con respecto al asesino.
Dassler fumaba su tabaco y una densa nube gris salía de su boca, reprimí mi comentario de que fumar no era bueno para él.— Donovan me visitó anoche. Dice que hubo un cambio de jefe en la policía local.
— ¿quién es ese? — le pregunté porque no recordaba a nadie con ese nombre.
— ¿Donovan? Otro amigo que tengo en la policía.
— ¿Y que hay del nuevo jefe?
— Dice que es un tipo duro, de unos 50 años. El punto es que no quiere nuestras narices metidas en el caso. Donovan me dijo que algunos ciudadanos le han estado informando de las patrullas que hicimos esta semana.
— Queremos resolver el caso tanto como ellos — defendí.
— sí pero para ellos la prensa no debe inmiscuirse en nada y menos en este tipo de casos.
— ¿Y que vamos hacer?
— Que ellos hagan su trabajo y nosotros el nuestro.
— No dejaré de investigar. Ha pasado una semana y no se ha encontrado otra víctima pero hay que estar alertas.
— Seguiremos como estamos, solo que un poco más discretos.
Llegamos al fin a la tienda de alta costura. Filas de sacos en todas las tonalidades, marcas y cortes se encontraban ordenadamente. Cada uno mejor que el anterior. Fuimos atendidos por una amable señora quién no dudo en ofrecernos una taza de café.
Dassler observó detenidamente cada traje hasta que se decidió por uno, que siendo sincera le quedaba demasiado bien.
La chaqueta se amoldaba sobre su ancha espalda y los pantalones lisos le hacían justicia a su respingado trasero, dejé de mirarlo cuando me di cuenta que estaba babeando, en definitiva tenía que controlar esto.Dassler pagó el traje y nos fuimos, después acepté su invitación a un trago.
— ¿Estas satisfecho? Solo te probaste un traje — comenté antes de dejar de respirar para pasar la cerveza por mi garaganta.
— Debía ser este. No suelo probar varias cosas antes de decidirme. Lo hago solo con ver.
— Que profundo — ironicé — ¿ también eres así con las mujeres?
— Más o menos — dijo sonriendo con picardía, mire hacía otro lado para que no notara mis mejillas calentarse.
— ¿y que hay de ti? Nunca hablas de ninguna mujer o amiga — continúo él.
— No hay nadie especial en este momento.
— ¿la madre de Emma? Perdón que pregunte, si te incómoda no contestes.
— Esta bien — suspiré — era una mujer que no valía la pena, me dejó a Emma y se fue con otro. Es el fin de la historia.
— ¿La amabas?
Pensé en Jasson y Sandra, conocía su relación, estaban juntos desde adolescentes pero al final todo se fue por la borda entre ellos y empeoró con la llegada de Emma, a veces la observaba mirando la cama donde dormía una Emma bebé y podría decir que nunca miré amor hacia su hija en sus ojos. Luego comenzó a engañar a Jasson con algunos hombres dueños de los puestos de ventas, la vi en una ocasión con el Doctor Isaac pero esa información me la guardé para mí sola. Jasson ya tenía demasiado en ese momento.
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M U J E R C I T A 💋//TERMINADA
RomanceBirmingham, Inglaterra 1912 La vida de Beatriz no ha sido nada fácil, ella tiene que ponerse un disfraz y fingir ser Benjamín, un odiado reportero, todo por su pasión por el periodismo y por querer tener un trabajo digno en un mundo donde todo es do...