Capítulo 24

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La calle estaba rodeada por policías y civiles y como predije anoche los policías no nos dejaron acercarnos.
James y yo llegamos tomados de la mano, algunos de los que trabajaban en la prensa me miraban con curiosidad pero ninguno se acercaba a saludar.
Víctor me miraba de lejos, estaba recargado en una pared fumando un cigarrillo, le sonreí un poco y él solo bajó la cabeza, no podía imaginar lo que sentía en este momento, Clarisa su esposa murió en circunstancias parecidas.
En una sábana blanca traían el cuerpo putrefacto de la mujer, solté la mano de James y corrí hacia ellos.
Las mujeres exclamaban y tapaban sus narices, otras alejaban a sus hijos del lugar.

— ¡Beatriz! — gritó James.

Me abrí paso entre dos policías, si la mujer era del burdel de Mildred seguro la reconocería.

— Señorita, aléjese. Este no es lugar para una dama — me dijo un policía tomándome del brazo. James se colocó detrás de mí y me pegó a su costado.

— Quiero ver su rostro, talvez pueda identificarla — le dije para que me dejara quedarme.

— Dassler — le saludó Thomas el policía amigo de James.

— Thomas — le asintió James.

— Señor, la señorita dice que puede identificar el cadáver — Thomas miró a James con confusión y luego miró a mi dirección, con un movimiento de cabeza le indicó al policía de que me dejara acercarme.

Descubrieron el cuerpo de la mujer, su rostro estaba hinchado y azulado. Tenía cabello castaño y no parecía mayor de veinte años. Un policía apartó con la punta de su arma el cabello de la mujer.
Fue complicado pero pude reconocerla, era la misma jovencita que nos recibió a James y a mí el dia que sacamos a Luisa del burdel.
No sabia su nombre pero sé que era ella.

Otros oficiales dejaron al lado otro bulto cubierto por una manta blanca, me alejé por que ya no soportaba el hedor.

— Señor, éste estaba debajo de unas bolsas de basura — volteé a ver a James, eso fue lo que me hizo tropezar anoche recordé.

— ¿Pudiste reconocerla? — me preguntó Thomas.

— Sí, trabajaba para Mildred.

— Una prostituta entonces.

— ¿El otro cuerpo de quién es? — preguntó James.

— Aún no sabemos.

El rostro de la otra mujer estaba en peores condiciones pero por la vestimenta estaba segura de que también era otra de las trabajadoras de Mildred.
Ambas estaban sucias, con marcas alrededor de su cuello. James me apartó cuando miro mis intenciones de acercarme a ellas.

— Quiero ver si puedo reconocerla.

— Ya lo hiciste, dejemosle el trabajo a la policía. Es hora de irnos.

— James...

— Nos vamos Beatriz — me deje llevar por él sujeta del brazo, llegamos a la prensa y pase de largo de la mesa de donas y café que Margarita preparaba cada mañana. Fui directamente a la oficina de James, él entró detrás de mi y cerró la puerta.

— ¡Dijiste que cuando estuviera de día podríamos investigar! — reclamé.

— Lo sé y ya hiciste suficiente con reconocer el cuerpo de una de ellas.

— ¡No nos podemos quedar así!

— Lo haremos porque no voy a permitir que te acerques ahí, la calle estaba llena de gente, sea quien sea el asesino seguro estaba ahí y no quiero que te conviertas en su blanco.

M U J E R C I T A 💋//TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora