Capítulo 20

72 5 0
                                    

— Deséame suerte en mi primer día — me pidió Luisa antes de entrar en la tienda de Moisés, acababamos de dejar a Emma antes de ir a su nuevo trabajo, se veía muy emocionada.

— Te deseo toda la suerte — le respondí antes de despedirnos.

Me quedé en la calle, esta mañana no iba a regresar a casa sin haber conseguido un trabajo. Fui a todas las tiendas a preguntar si necesitaban a alguien, incluso a la casa de gente rica a ofrecerme como niñera, en algunas no me dejaban terminar de presentarme antes de decirme que no.
Me dolian los pies y mi estómago gruñia de hambre.
Me detuve enfrente de la pastelería donde me habían rechazado más temprano. Tortas y panes estaban alineados en las vitrinas, todo se veía y seguro sabía delicioso.

— ¿Se te apetece uno? — preguntó una voz conocida detrás de mí.
Me giré para ver a Víctor ahí de pie.

— Hola.

— Esta vez no te asusté — dijo simpático.

— Ya me estoy acostumbrando — sonreí.

— Me alegra oír eso.

— ¿Que haces aquí? Es mediodía, ¿no deberías estar en el periódico?

— Vine con los demás a un almuerzo, algo para variar — miró sobre su hombro, seguí su mirada y vi algunos de los muchachos que fueron mis compañeros, no pude apartar la vista antes de que mis ojos se encontraran con los suyos, James estaba parado junto a Philip quién hablaba sin parar, James frunció el ceño al ver a Víctor hablando conmigo, dejé de verlo cuando no apartó sus ojos de los míos.

— Que bueno, deberías volver con ellos — sugerí.

— Prefiero estar aquí.

— Bueno — traté de que mis ojos no se deslizaran para el otro lado de la calle, aún así sentía el peso de su mirada.

— ¿Tendré suerte esta vez y me dejaras comprarte algo? — la comisura de su boca guiñó hacia arriba, miré el nudo de su corbata buscando que responder.

— No me siento cómoda aceptando cosas.

— Tonterías, fuimos compañeros de trabajo, ya nos conocemos — Víctor soltó una risa — Ven, no seas penosa — colocó su mano detrás de mi espalda, miré hacia la otra calle y los ojos de James seguían mirándome, luego me dejé guiar por Víctor para entrar a la tienda.

Estuvimos ahí casi una hora, al inicio pedí algo sencillo para no ser descortés pero Víctor compró para mí un panecillo de cada uno de los que estaban en la vitrina.

— Es demasiado — dije negándome a tomar la bolsa de papel.

— Es un regalo, tómalo. Compártelo con tu hija Emma.

— Emma es mi sobrina — aclaré, tomé la bolsa de su mano y continúe diciéndole — es hija de mi hermano, yo la cuido por que él esta de viaje.

— Emma tiene suerte de tener una tía muy responsable y bella.

— Gracias — respondí sin sentir el rubor que me causaba James al decirme cosas bonitas, todo era diferente sin él.

Salíamos de la tienda, dejando atrás los magníficos olores de pan recién salido del horno.
Un poco de sol se filtraba por las nubes, aunque el ambiente seguía estando frío.

— ¿Que tal va lo del trabajo?

— Mal, llevo medio día dando vueltas y vueltas y no he logrado conseguir nada.

— Recuerda lo que te dije...

— No me gusta pedir cosas, me gusta ganarmelas trabajando.

— Trabaja para mí entonces — dijo enseguida.

M U J E R C I T A 💋//TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora