Capítulo 12

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Las semanas siguientes volaron o al menos eso sentí yo. Jasson se marchó y ese dia en particular se sentía un ambiente extraño en la casa, Luisa estaba un poco rara también, después de que Dassler me llevara a casa de la señora Collins, la cual tuve que fingir que vivía ahí, me dejó y se marchó en su Cadillac, esperé en la acera a Jasson y Luisa, quienes no tardaron en llegar.
Luisa tenía una rara mirada casi como si estuviera punto de llorar, Jasson en cambio tenía sangre seca y la ceja partida, como siempre no demostraba si le pasaba algo raro.

— No me haz dicho que pasó esa noche, ¿te vas a quedar callada? — le pregunté a ella.

— No hay nada que decir Bea. Jasson ganó la pelea a duras penas.

— Sí, pero parecía que pasó algo más.

— Discutimos, eso es todo.

— ¿Sobre qué?

La garganta de Luisa tragó, llamando mi atención.  Sus ojos se tornaron cristalinos y su nariz se enrojeció enseguida. Luisa tenía mi edad, de nariz y boca pequeña, ahora con su cabello rubio parecía más joven.

— Dime que pasó Luisa.

— Le expresé a Jasson mis sentimientos — dijo bajito.

— ¿y que te dijo?

— Nada. Me ignoró y preguntó por ti, le dije que tuviste una emergencia y por eso te fuiste, se enojó y me acusó de ser mala influencia para ti y Emma.

— No le hagas caso, yo sé que no es así.

Las lágrimas caían libremente de sus ojos y sentía ganas de abofetear a Jasson por hacerla sentir así.

— También dijo que si dependiera de él, yo no viviría en esta casa con ustedes — Luisa limpiaba sus lágrimas con el dorso de su mano pero eso no impedía que salieran más.

— Lo voy a matar cuando regrese — porque lo hará, regresará, antes de irse me lo prometió a mi y a Emma.

— Tiene razón Bea. No debería de vivir con ustedes, no soy buen ejemplo para Emma.

— No digas tonterías Luisa, Emma no sabe nada de ti y tampoco necesita saberlo, es una niña.

— Pero crecerá.

— Lo hará y le enseñaremos a no juzgar a nadie por su pasado — tomé sus manos entre las mías, Luisa las apartó y me abrazó.

— Gracias Bea. Por todo.

— Gracias a ti por acompañarme — y de verdad que estaba muy agradecida con eso, a veces no es bueno estar tanto tiempo sola, a veces necesito de una amiga, aunque sea en el silencio.

Terminamos de preparar la cena, acosté a Emma después de limpiarla y acepté el café que me ofreció Luisa.
Lo tomamos frente a la chimenea, ambas sentadas en el suelo.

— ¿Como van las cosas con tu galán? — preguntó y no pude evitar sonrojarme, una sonrisa nerviosa adornó mi cara.

— Van muy bien. Aunque no me siento bien mintiéndole.

Después de nuestra cita improvisada la noche de la pelea, hemos estado viéndonos todas las noches a las siete, cada noche permito que me bese, o mejor dicho ambos nos damos besos apasionados, también  acaricia mis brazos y espalda, algunas veces me abraza tan fuerte que termina pidiéndome disculpas por ser tan brusco y aunque no se lo digo en voz alta, me encanta cuando hace eso. Son las únicas ocasiones cuando me permito estar a merced de otra persona. Con James me siento protegida, amada y sobre todo me siento mujer.

En la oficina cuando estoy con él siendo Benjamín Andrews habla de Beatriz de vez en cuando, aunque nunca menciona las cosas íntimas que hacemos, como por ejemplo la ocasión donde me senté sobre su regazo dentro de su Cadillac, sé que sabe que no tengo experiencia alguna en cuanto a hombres se trata y aprecio mucho que no me haga preguntas al respecto, en cuanto a la hora en que nos vemos siempre invento algo, por ejemplo él cree que me escapo por la ventana cada vez que nos vemos, me da pena tenerlo engañado.

M U J E R C I T A 💋//TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora