M U J E R C I T A 💋//TERMINADA

Capítulo 10

A la mañana siguiente traté de poner mi mente en orden, después del baile con Dassler le pedí a Jasson que nos fuéramos porque no me sentía bien, a lo cual accedió sin contradecir.  Por suerte los comentarios machistas de sus compañeros no le afectaron en nada y también el ambiente en la mesa cuando yo regresé no era el más cálido que digamos.
Al principio quiso que le contara sobre lo que había pasado en esa pista de baile pero me negué hacerlo.

— ¿Quieres que vaya por ti a la prensa? — ofreció.

— No. Volveré sola, ve por Emma solamente.

Jasson dijo anoche que solo se quedaría por dos semanas más. Las cuáles debía sacarles provecho en la investigación. Tomé mi valija y me encaminé al trabajo. Estaba recordando el tacto de Dassler cuando un escalofrío me recorrió de pronto al girar la calle y mirar a un grupo de personas concentradas y si mis sentidos no fallaban sabía lo que eso significaba.

Caminé más de prisa, algunos de mis compañeros estaban ahí de pie.

— ¿Que encontraron? – pregunté a Philip. El cual estaba muy conmocionado.

— Es la esposa de Víctor, Clarisa — mi cuerpo se puso rígido al escucharlo. No conocía personalmente a Clarisa pero sabia que su matrimonio con Víctor era de años.

— ¿Donde esta Víctor?

— Dassler se lo llevó — señaló la calle y me alejé a esa dirección sin ver el cuerpo de Clarisa.

Los encontré en un callejón alejado. James de pie frente a Víctor quien estaba agachado contra la pared.
Me acerqué sin decir una palabra, James reparó en mí y el fuego que había visto anoche no estaba, dejé de verlo y me concentré en mi compañero ahora viudo.

— ¿Como esta? — pregunté mordiendome la lengua al casi llamarlo por su nombre y no por su apellido.

— Mal. Se vómito dos veces y se rehúsa a irse a su casa.

— No puedo irme y dejarla ahí  — respondió Víctor.

— ¿Como pudo pasar esto? — pregunté más para mi mismo.

— Discutimos la noche de ayer, Clarisa estaba molesta porque había bebido mucho así que se fue con sus maletas a casa de sus padres, no la detuve, la deje irse. Es mi culpa — lloró el viudo tirándose del cabello.

— No es tu culpa. No sabías que iba a pasar esto — le consoló James, digo Dassler.

— ¡Debí detenerla! — gritó.

Dassler me tiró de la chaqueta para que lo siguiera, nos alejamos de Víctor lo suficiente para que no escuchara.

— Esto cada vez esta peor — dijo él.

— Lo sé, pobre Víctor.

— Esto cambia las cosas ¿lo ves Andrews?

— ¿Viste el cuerpo? ¿Son las mismas señales?

— Sí. No es asesino de prostitutas como pensamos en un inicio — aseguró Dassler.

— ¿Que ha dicho la policía?

— Me amenazaron con encerrarme si no dejaba de hacer preguntas, aún así me quedé para ver el  cuerpo.

— Víctor dice que su esposa salió a mitad de la noche. La única noche en la cual no hicimos vigilancia.

— ¿que insinúas?

— Que talvez el asesino este delante de nuestras narices y no nos hemos dado cuenta — voltee a ver a Víctor hecho un ovillo  — ¿Que piensas de él?