Ese mismo día le agradecí a Victor por su ayuda, pero trabajé con él un mes entero y también nos hicimos amigos. A como le dije a James, las cosas serían a mi modo.
No quería ocultarle nada y le confesé que volvería al periódico y retomaría mi trabajo y que por lo tanto no dejaríamos de vernos. Él dijo que se alegraba por mí y que si algún dia necesitaba algo que no dudara en pedírselo.
Me acompañó a mi casa y en el transcurso conversamos sobre su vida en Birmingham, su familia, también me confesó que su matrimonio con Clarisa fue arreglado por su padre pero con el tiempo aprendieron a quererse, cuando por fin llegamos a mi casa nos detuvimos frente a frente, Víctor como siempre, mantenía sus manos en los bolsillos de su chaqueta, una costumbre supuse.
Luego la puerta de un coche se cerró con fuerza, James recostado sobre su Cadillac encendía un cigarrillo, todo para intimidar a Víctor.— Lo siento — le dije.
— No te preocupes — dijo sonriendo. De verdad, si no estuviera enamorada del hombre tosco que nos mira con enojo, el que me trata rudo cuando estamos a solas pero en público es el más tierno y atento, podría, talvez considerar a Víctor como algo más, pero eso sería en otra vida y creo que aún así siempre elegiría a James.
Tuve el impulso de abrazarlo, solo por demostrarle cuan agradecida estaba con él pero eso terminaría en una pelea.— Buenas noches y de nuevo gracias por todo.
— Gracias a ti Beatriz — Víctor alzó la mano pero se detuvo en el aire antes de tocar mi mejilla, mis ojos se abrieron de par en par esperando la reacción de James — mejor me voy — dijo él y volvió a meter su mano en su bolsillo.
Lo vi alejarse y pasar al lado de James y darle las buenas noches. James se acercó a mi enseguida, tiró su cigarro y dejó salir el humo enfrente de mi cara, haciéndome cerrar los ojos, se notaba molesto y no entendía porqué.
— ¿Se lo dijiste?
— Sí.
— Bien — dijo antes de tomarme por la cintura y pegarme a su pecho. Lo empujé cuando intentó besarme — Por favor — pidió pegando su frente a la mía.
— Buenas noches James — empujé su hombro para alejarlo. Este juego era un tanto agridulce, me costaba ser distante con él cuando lo que más quería era estar en sus brazos.
— Es tarde, nadie va a vernos. Solo quiero un beso de buenas noches.
— ¡Dije que no! — me alejé de él y caminé hacia la puerta.
— Beatriz — susurró siguiéndome los pasos.
— Vete a tu casa James — abrí la puerta, la luz tenue de la sala era lo único que iluminaba su cara, James tenía los ojos negros y brillantes, colocó sus dos manos sobre el marco de la puerta y se inclinó para hablar — No puedo dormir así — dijo todavía susurrando, luché con todas mis fuerzas para no besarlo como una loca desesperada, pero en cambio dije:
— Ese no es mi problema — a le vez contenía una sonrisa.
— Por favor — rogó.
— Adiós — cerré la puerta en su cara antes de que la necesidad de aliviar mi propio deseo. No quería ser tan fácil con James aunque también estuviera deseando sus besos.
Me recosté en la puerta con una sonrisa en los labios.
Luisa apareció de pronto sacándome un susto.— Bea, lo tienes loco — dijo ella en risas y dando brinquitos.
— ¿Escuchaste todo? — me alejé de la puerta para tomar sus manos y hacer que dejara de dar brincos de alegría.
— Escuché y vi todo — confesó haciendo que se me calentaran las orejas.
— Emma no vio nada ¿Verdad?
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M U J E R C I T A 💋//TERMINADA
RomanceBirmingham, Inglaterra 1912 La vida de Beatriz no ha sido nada fácil, ella tiene que ponerse un disfraz y fingir ser Benjamín, un odiado reportero, todo por su pasión por el periodismo y por querer tener un trabajo digno en un mundo donde todo es do...