Cuando salí de la prensa no reparé en que no llevaba la peluca, no reparé en que alguien me tomaría en cuenta a estas horas de la noche, por lo visto me equivoqué.
Víctor mi compañero estaba a unos pasos de distancia, tenía las manos metidas en su saco y me miraba de una manera que no lograba descifrar.
Se acercó unos pasos hasta estar delante de mí y sacó un pañuelo para entregármelo.— Te seguí.
— Ya veo.
Limpié mi rostro y el pañuelo blanco se tiño de negro. Víctor no dejaba de verme con asombro, levantó su mano y deslizó delicadamente su pulgar por mi mejilla.
— Así que todo este tiempo estabas fingiendo.
— Tuve que hacerlo — respondí viendo hacia otro lado.
— No me tienes que explicar nada.
Asentí solamente, en este momento quería estar sola, quería quitarme la sensación de suciedad que cubría mi cuerpo y luego meterme bajo las sábanas y dormir por varios días.
— Ya debo irme — le entregué el pañuelo, Víctor lo tomó aun sin quitarme la vista de encima. Antes de alejarme me tomó de la muñeca causandome un escalofrío de los feos.
— No puedes ir sola por ahí, te acompañaré — se ofreció.
— Puedo cuidarme sola.
— Insisto — cansada de tanto, acepté que me acompañara, la verdad no me importaba si estaba aquí o no.
— No me has dicho tu verdadero nombre — vacilé al principio pero que más da, él me vió entrar como Benjamín su compañero y luego vio salir a una mujer, no podía seguir ocultando el sol con un dedo.
— Beatriz Andrews.
— Mucho gusto — dijo tratando de sonar simpático, aún así acepté la mano que me ofrecía — ¿Así que tú y Dassler...?
— No quiero hablar de eso — lo corté antes que terminara su pregunta.
James Dassler ya no existía para mí, no después de sus palabras.Llegamos a la casa, las luces tenues del interior me indicaban que Luisa seguro seguía esperándome. Me volví hacia Víctor que miraba la casa con atención.
— Gracias por acompañarme — le dije cruzandome de brazos.
— No fue nada Beatriz — dijo alargando la z de mi nombre. Sus ojos aún eran curiosos.
— Buenas noches — añadí sin más que decir, di la media vuelta y caminé a la casa. Sus pasos acercándose a mi me asustaron, me giré y choque con su pecho.
— Lo siento — se disculpó — no quería asustarte. Sólo quería saber si nos volveremos a ver.
Miré a mi alrededor, la calle desolada y la noche oscura le daban a la situación un ambiente de terror. Lo miré a los ojos tratando de parecer segura.
— No lo sé — respondí con sinceridad.
— Yo creo que sí — afirmó con seguridad — Buenas noches.
— Buenas noches — dije de nuevo y caminé de prisa para entrar, cuando cerré la puerta me encargué de ponerle el cerrojo.
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— Lo siento mucho Bea. De verdad pensé que podrían arreglarlo — caminaba con Luisa por la calle después de dejar a Emma en la academia.
— No importa ya y preferiría no volver hablar de él.
— Entiendo — suspiró — ¿Sabes? Miré que necesitaban una camarera en el bar de la esquina. Esta tarde iré a preguntar — comentó para cambiar de tema.
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M U J E R C I T A 💋//TERMINADA
RomanceBirmingham, Inglaterra 1912 La vida de Beatriz no ha sido nada fácil, ella tiene que ponerse un disfraz y fingir ser Benjamín, un odiado reportero, todo por su pasión por el periodismo y por querer tener un trabajo digno en un mundo donde todo es do...