Merlina estaba recibiendo sermones del rector, pues hace unos cuantos minutos, el capitán del equipo de béisbol había sufrido un accidente...
¿Pero qué tenía que ver Merlina con todo esto?
Pues, ella, para evitar que aquellos idiotas que vandalizaron su casillero se metieran en él, colocó trampas para ratones en el interior de este, y justamente, un sucio ratón con alto ego y fanatismo por el béisbol fue a meter sus manos a su ahí. Las trampas aplastaron sus dedos hasta que quedaron como una salchicha atropellada, por lo que lo llevaron rápidamente al hospital.
— Señorita Addams. — Habló aquel señor de cabello canoso, casi calvo. — Por esta vez la dejaré ir, pues aquel chico no tenía permitido meterse a su casillero, él tiene más culpa que usted. La siguiente vez que suceda algo así, llamaremos a sus padres. Esperemos que no se vuelva a repetir.
La gótica se levantó de mala gana y se largó. Al salir de la oficina, varios alumnos la miraban algo aterrados: no tenían ni idea que Merlina era capaz de mucho más.
Entre todas esas personas que la miraban se encontraba Enid, la chica del tren, quien iba unos cuantos pasos atrás de ella.
Merlina se retiró del establecimiento, pateando las piedras o basura que se encontraba en su camino, mascando un chicle de menta y escuchando My chemical romance con sus auriculares, con su mochila colgando de uno de sus hombros.
Cruzó la calle, camino. Cruzó otra calle, siguió caminando. Llegó a la estación, empujó a un par de señoras, más señoras, gritos, pizotones, más gritos... Dios, odiaba su tan rutinaria y decadente vida.
Entró al tren, se sentó, cerró los ojos. Relajó su cuerpo. Alguien sobre su hombro. Claro, no podía olvidar a la insoportable chica porrista y narcoléptica que hace unos días había llegado a modificar su rutina. La odiaba.
— Ya quítate, ¿quieres? — Gruñó haciendo un brusco movimiento de hombro. Abrió los ojos, encontrándose con un niño pequeño, con pintas de vagabundo. El niño se levantó asustado y se largó.
Por algún motivo, Merlina pensó que sería la rubia. Ya se había acostumbrado a que esa chica llegara a molestarle.
Suspiró y volvió a cerrar los ojos. Sintió como alguien se sentó a su lado, pero no le dio mucha importancia.
— ¡Hola Addams! — Oh no, no puede ser... — Supe lo de las trampas para ratones, me sorprende que hayas salido ilesa, sin que los chupa medias del equipo de Isaac no te golpearan.
Merlina gruñó y abrió los ojos, harta de todo. Inhaló profundo, intentado calmar sus ánimos.
— Silencio, ¿si? No tengo ganas de hablar, menos con una completa desconocida.
— Se ve que tú nunca tienes ganas... —Acomodó su mochila, mirando el suelo.
Ambas chicas callaron. No hicieron contacto visual ni físico, o al menos así fue hasta que la rubia cayó dormida en su hombro.
— Vaya confianza que me tienes, ¿no, niñata porrista? —Susurró sin querer que la contraria escuchara. Esta vez optó por ignorarla, pues sabía que hiciese lo que hiciese, la otra seguiría dormida.
Cuando el tren frenó, Merlina se levantó sin más, no se preocupó en despertar a la otra, la cual se alarmó y casi termina con la cara estampada en el suelo.
— Uh- ¡Adiós, Addams! — Exclamó sonriente, sin recibir respuesta alguna de parte de la gótica.
Merlina era una persona muy interesante: era una chica misteriosa, acusada de asesinato, asocial, alérgica al contacto físico, cautivadora y extravagante.
Eso solo provocaba que Enid se preguntase: ¿Qué otras cosas interesantes ocultaba esa peculiar chica?
Tenía que descubrirlo.
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Puede que por el momento los capítulos sean algo aburridos, pero sólo es pq son una pequeña introducción.
Pónganle condón a la historia pq se viene con todo 🗿
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En Mi Hombro | Wenclair AU
FanfictionWednesday (2022) | Merlina x Enid (Wenclair) Merlina Addams toma el tren todas las tardes después de la escuela para poder volver a casa. Enid Sinclair siempre se sienta a su lado, y durante el trayecto, siempre termina dormida en su hombro. Portada...