En Mi Hombro | Wenclair AU

20 (⚠️) . Baby, I'm Yours... ❪2/2❫

TW: Intento de violación. Se recomienda discreción.

—¡Señoritas! —Una voz femenina les gritó desde la lejanía. Merlina no tuvo tiempo para procesar todo lo que estaba pasando, pues la rubia se levantó rápidamente, la jaló del brazo y la obligó a levantarse para irse corriendo.

La bibliotecaria, a pesar de ser ya mayor, venía a un par de pasos detrás de ellas, corriendo rápidamente, pero por suerte las chicas la perdieron de vista al salir de la biblioteca.

Entraron al baño y rápidamente se metieron a uno de los cubículos para que evitar ser vistas por alguien más. Merlina se apoyó en la puerta, y Enid se sentó sobre la tapa del retrete.

—Dios mío... —Susurró la Sinclair, cabizbaja, poniendo sus manos a manos lados de su cabeza. —¡Merlina, lo siento tanto! No se que me pasó, en serio lo siento. ¡Y-yo no quería, de verdad!...

Merlina estaba ida. Su cerebro había dejado de funcionar en ese momento. —Y-yo, no... Está bien, digo, uh... —Estaba nerviosa. Se trababa en sus palabras. No podía pensar con claridad.

Enid se levantó y se acercó a ella, tomándola de los hombros. —Perdóname, por favor. Me dejé llevar, soy una idiota y no me di cuenta de lo que hacía, por favor...

—Está bien. —Merlina por fin habló con claridad. —No hay problema, sólo... Olvidémonos de esto. Esto nunca pasó ¿bien?

—¡Bi-bien! —Jugó nerviosa con sus dedos. Sin darse cuenta, ambas se estaban acercando cada vez más, estaban a pocas pulgadas de distancia.

Y en un parpadeo, ya se estaban besando otra vez. Merlina sentía que en cualquier momento se desmayaría, por lo que se afirmaba con firmeza de la fina cintura de la más alta, de puntillas para poder llegar mejor a sus labios.

Merlina nuevamente se dejó llevar. La rubia acariciaba sus enrojecidos pómulos con una de sus manos, mientras que con la otra recorría su esbelta espalda, hasta llegar a su culo.

Merlina dejó salir un sonido inarticulado: un gemido que se ahogó en los labios de su "amiga". Enid la hacía perder la compostura, era su error favorito.

La Sinclair fue la primera en reaccionar. Se separó de ella e inconscientemente pasó su mano por su boca, limpiandola. Merlina se sintió un poco mal por eso.

—Debemos parar. Esto no está bien. —La gótica simplemente asintió. Le dio la razón, aun si tenía tremendas ganas de continuar hasta cansarse.

—Si. —Dijo mientras le quitaba el seguro a la puerta, para poder salir de aquel cubículo que ya le estaba causando claustrofobia. —Esto nunca pasó.

Y cuando abrió completamente la puerta y ambas salieron, dos porristas ingresaron al baño, sudadas y agotadas por estar animando el partido. Enid y Merlina casi mueren ahí, pues ambas chicas las habían encontrado en su escena bastante comprometedora: con sus ropas desarregladas, cabellos despeinados, sudadas y a Merlina con mordidas y marcas de labial en su descubierto pecho.

Las dos porristas salieron del baño tan rápido como entraron. Enid sintió el miedo recorrer por sus venas, pues temía que esas dos esparcieran el chisme. Se distrajo al ver a su compañera lavandose el rostro con agua.

La Addams miró en el espejo y con el ceño levemente fruncido las marcas en su cuello. Acomodó su camisa, abrochó los botones y borró las marcas de labial en su mentón con algo de agua.

Por su parte, Enid acomodó su falda y limpió el labial embarrado de sus labios. Peinó su cabello con sus manos y dejó salir un suspiro.

La Sinclair estaba angustiada, pues creía que todo eso afectaría su amistad. Pero la gótica parecía bastante calmada, y eso logró tranquilizarla un poco más.