Merlina llegó exhausta a su hogar. Ignoró por completo los saludos de sus padres y hermano, lo único que quería era llegar a su habitación y dormir por toda la eternidad.
Abrió la puerta de su cuarto y tiró su mochila al suelo, se acercó a su cama y estampó la cara ahí, disfrutando de la suavidad de las cobijas.
Duró ahí varios minutos, sin la intención de levantarse, aunque igualmente lo hizo. Tomó su mochila y sacó el libro que le había devuelto la rubia, dispuesta a leer un rato. Al abrirlo, una pequeña hoja arrugada cayó de este. Merlina tomó aquel papel doblado con curiosidad, lo abrió y se percató que tenía algo escrito.
«Holaa, perdón por lo de hace rato, espero q no estés enojada :[
T dejo mi insta y mi número x si quieres hablar, idk-Tú mejor y única amiga <3»
Seguido de eso estaba escrito su nombre de usuario de la red social antes mencionada, junto con su número de teléfono.
Merlina resopló y dejó el papel a un lado. Ya tenía su Instagram, no haría falta anotarlo, y sentía completamente innecesario anotar su número.
Dejó de lado eso y simplemente se concentró en la lectura, curiosa por saber de qué iba el libro, pues no tenía ni la menor idea a pesar de ser un texto bastante conocido.
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Se esperó de todo cuando empezó a leer aquel libro, pero resultó ser algo que nunca se imagino, a pesar de ser algo predecible.
La novela iba de un romance lésbico entre una vampiro y su víctima, teniendo algunas escenas un tanto subidas de tono. Merlina no paraba de preguntarse cómo carajos había llegado un libro de esa índole a la biblioteca de su escuela, pero lo agradecía, pues la lectura había sido de su agrado.
Ahora mismo se encontraba, como todas las mañanas, caminando hacia su escuela. Estaba a un par de metros de la entrada, y como siempre, llevaba puestos sus auriculares, escuchando canciones de My chemical romance.
Entró al establecimiento el cual se encontraba algo vacío, pues aún era bastante temprano. Se acercó a su casillero, sacó un par de cosas de ahí y lo cerró. Cuando se volteó para dirigirse a su sala de clases casi le da un paro cardíaco al ver a la colorida rubia parada en frente.
- ¡Hola Merli! - Saludó, jovial como siempre.
- ¿Cómo le haces para aparecer tan derrepente? - Enid se alzó de hombros, aun con una sonrisa en el rostro. Merlina la ignoró y caminó en dirección a su salón de clases, pero se percató que la rubia no paraba de seguirla. - Pareces un perro.
Enid frunció el ceño, haciendo un berrinche - ¿Eh? ¿Por qué? - Gruñó como si de una infante de tratase. Merlina rodó los ojos ante la actitud tan inmadura de su "amiga".
- Porque me andas siguiendo a todas partes. ¿No tienes que ir a tus clases o ir a besarte con tu novio a los contenedores de basura? - Los pómulos de la más alta se enrojecieron al escuchar eso último.
- ¡Calla! Ajax no es mi novio, solo somos muy buenos amigos. - Se cruzó de brazos, fingiendo estar indignada.
- Ajá, como digas. - Aceleró el paso con la intención de alejarse de la rubia, pero como siempre, esta no se lo permitió. - ¿Puedes dejar de seguirme? Es incómodo y lo haces sin un motivo aparentemente.
- ¡Ah! Es que quería preguntarte algo. - Exclamó risueña. - ¿Quieres salir conmigo en la tarde? Inauguraron una nueva cafetería al lado de la estación, dicen que sus postres son exquisitos.
Merlina alzó una ceja, enseriando el rostro. - ¿Qué?... Ah, mira. No se que clase de sustancias alucinógenas haz estado consumiendo. - Comentó jocosa, provocando un leve enojo en la contraria.- Pero no saldré contigo, apenas te conozco.
- ¡Por eso deberías hacerlo, para conocernos mejor! Si no hablas con las personas porque "no las conoces", entonces seguirán siendo desconocidos. Además, soy tu mejor amiga ¿no? Los amigos siempre salen.
- Mira, quiero que me prestes atención. - Frenó en seco, ya comenzaba a perder la paciencia. - Ya te he dicho que no somos amigas ni me interesa serlo. Tampoco me interesa interactuar con desconocidos y no, no iré a beber café contigo para tomarnos selfies, subirlas a tus historias de Instagram y hacer todas esas cosas que gente como tú hace. Yo no soy así. Así que por favor te pido que dejes de seguirme como si fueses un cachorro hambriento y me dejes en paz ¿Si?
Y se largó sin mas. Esta vez, Enid no la siguió, simplemente se fue con la cabeza gacha, parecía un cachorro al que habían regañado.
Merlina suspiró cuando la perdió de vista, disfrutando por fin el sentimiento de soledad que tanto le gustaba.
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Las jornada de clases finalizó en n abrir y cerrar de ojos. Merlina, como siempre, fue la primera en levantarse de su asiento y retirarse del salón sin siquiera despedirse del maestro.
Caminó apática por los pasillos, con el único objetivo de llegar lo más pronto a la salida y poder largarse a su casa. Hoy se dedicaría a continuar con su novela, pues últimamente no había tenido mucho tiempo para eso, y hoy, por suerte, tendría unos 40 minutos para recrearse.
Salió de la escuela y caminó hasta la estación, siguiendo el mismo trayecto repetitivo y aburrido de todos los días.
Fue así hasta que vio a aquel "cachorro" de hebras rubias que siempre la andaba siguiendo: Enid Sinclair.
- Hola. - Saludó, apareciendo de la nada como ya era costumbre, con una sonrisa adornando su semblante, típico de ella. - Yoko me dijo que el café colombiano que venden en la cafetería es una delicia ¡debemos probarlo!
La mente de Merlina quedó en blanco, dando vueltas y vueltas. Ya le había dicho que no iría ¿Qué no había quedado claro ya?
Enid se negaba a rendirse. Adoptaría a esa gótica, introvertida y asocial chica, cueste lo que cueste. Enid era experta adoptando introvertidos e inadaptados sociales...
La pelinegra bufó, no le quedaba de otra más que aceptar, aún si era una tortura, y no de las que disfrutaba.
Tal vez en un futuro la disfrutaría.
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En Mi Hombro | Wenclair AU
Hayran KurguWednesday (2022) | Merlina x Enid (Wenclair) Merlina Addams toma el tren todas las tardes después de la escuela para poder volver a casa. Enid Sinclair siempre se sienta a su lado, y durante el trayecto, siempre termina dormida en su hombro. Portada...