22. ❪⚠️❫ Rain In My Heart.

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TW: Asesinato.

—Enid. —Una voz masculina habló del otro lado de la llamada. —Bebé, ¿cómo estás?

—No me llames bebé, Tyler. —Replicó con evidente furia. —¿Qué es lo que quieres?

El chico dejó salir una risa nasal, fastidiado. —Perdón por lo del otro día ¿si? No seas exagerada. —Se reclinó en su asiento, poniendo una de sus manos detrás de su nuca. Enid juró haber escuchado una risa femenina, pero no le interesó en lo absoluto. —Iremos al baile el Lunes, ¿no? Jeffrey y yo plan-.

—¿De qué me ves cara? No iré contigo al baile, Tyler. Ni siquiera tengo ganas de verte en este momento, no después de lo que hiciste. —El pelirrojo gruñó. Enid tensó la mandíbula. —¿Tus amigos estuvieron a punto de violarme, y tu solo te reías mientras probablemente tenías una erección al ver cómo me tocaban? Asqueroso de mierda.

—Judas y Charles sólo estaban borrachos, claramente no sabían que hacían. Y ten un poco más de respeto conmigo, ¿no? Soy tu novio, no un cualquiera.

—¿Ahora quieres respeto? ¿Después de que TÚ fuiste el que me trató como una cualquiera todo este tiempo? No más, Tyler. Ya estoy harta.

—Ya deja de ser tan dramática. Perdón ¿si? Ya me disculpé, ¿qué otra mierda quieres que haga? No estoy para tus jueguitos de niñata, puta madre. —Las ganas de Enid de arrojar el móvil a la pared se hacían cada vez mas grandes. —Además, que ellos te hayan tocado es culpa tuya ¿qué acaso no te diste cuenta con la falda que andabas? Parecías una maldita prostituta, Enid. Tú los estabas provoc-

—¡CÁLLATE! —Lágrimas escurrieron por sus enrojecidos pómulos. —¿Es en serio? Dios, eres una mierda de persona, ¿cómo es que acepté salir contigo? Ah... —Apretó el puente de su nariz con su índice y pulgar. —Terminamos, Tyler. Esto no va a funcionar, nunca funcionó.

Un golpe se escuchó del otro lado, seguido de un gruñido.

—No, ¡No! ¡No puedes terminarme! ¡Eres una maldita exagerada! ¡Ya te pedí perdón, ya termina con tu jugarreta! Iremos al baile juntos mañana y punto.

—No, Tyler. No iremos.

Galpin golpeó la pared y se agarró los cabellos, jalandolos. —¡No puedes dejarme! ¡Yo te amo, Enid! ¡te amo!

—¿Me amas a mi o a mi culo? Porque en todo el tiempo que salimos, lo único que hacías era intentar quitarme la ropa para tener sexo.

—¡Pero estoy cambiando, y lo estoy haciendo por ti! ¡Perdoname, en serio!

Se oía miserable. Sentía una mezcla de pena y odio hacia él.

—Tyler, por favor, suenas desesperado... Esto es por nuestro bien. Yo me alejaré de ti y tu toxicidad, y tu podrás buscarte a otra chica que sí pueda darte lo que buscas. Puedes tener a la chica que quieras, después de todo. Porque por alguna razón, todas caen ante ti aún sabiendo la clase de monstruo que eres.

Tenía razón. Tyler podría tener a la muchacha que quisiera. No amaba a Enid, y ni siquiera era la primera en la larga lista de chicas con las que salía, entonces, ¿por qué tan desesperado?

Pues, no podía soportar que una chica lo terminara. Él siempre era el que terminaba con la relación una vez conseguía lo que quería: sexo. Le gustaba humillar a las pobres muchachas que habían caído ante sus encantos de típico niño rico, y luego andar presumiendole a todos sobre ello, juzgando abiertamente el cuerpo de aquellas chicas e incluso difundir imágenes íntimas de estas. Pero esta vez no podía hacerlo, pues Enid no había accedido a más que besos y caricias indecentes con él.

En Mi Hombro | Wenclair AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora