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Chanyeol estaba notando que Baekhyun estaba molesto por algo, pero era difícil saber porque, porque seguía sonriendo y hablando con todo el mundo y luego a él lo ignoraba olímpicamente, como esa mañana, cuando había preparado todo para irse al trabajo, dejándole la tarea de buscar otros sitios, Baekhyun lo estaba ignorando, jugando con su bebé en la sala de la casa, incluso si se lo volvió a repetir, Baekhyun siguió ignorándolo, jugando con Bon, arrojando una pelota y haciendo reír a carcajadas a su bebé.

-Baekhyun, ¿me estás escuchando? debes buscar otro piso- le dijo en un tono más severo y su esposo solo lo miró medio segundo.

-No voy a buscar otro piso, estoy cansado, luego lo hago, de todos modos, no hay prisa, ¿verdad? Buscaré luego.- dijo y Chanyeol no entendía de qué se trataba eso, por eso había terminado suspirando y tallando un poco su boca, pero al final se rindió, se le hacía tarde, seguro que Baek se había molestado por no haberse quedado con ese piso que era de Seohyun ahora, pensó que de verdad era un berrinche y que se le pasaría, estaba bien por él, así que solo lo había se había inclinado a despedirse de su bebé con un beso, pero cuando se acercó a Baekhyun, este ladeo la cabeza, de nuevo, su berrinche, pero pensó que estaba bien, no importaba, no era la primera vez que se enojaba por algo así, así que solo le revolvió un poco al cabello.

-Nos vemos más tarde.- dijo Chanyeol, esperando que al menos pudieran terminar levemente bien antes de que tuviera que irse toda su jornada, pero no, Baekhyun solo le sonrió como siempre, como si no pasará nada, luciendo tan lindo e inocente.

-Que te vaya bien, amor.- le dijo y de nuevo se giró hacía su bebé, evidentemente algo, estaba muy mal en esos momentos, pero de todos modos pensó que lo podría arreglar cuando llegará a casa de nuevo, por la tarde.

Había pensado que en realidad no era la gran cosa cuando le cedió el apartamento a Seohyun, ella parecía mucho más contenta de tenerlo que ellos, así que estaba esperando que fuera todo, poca cosa, pero al parecer para Baekhyun no había sido así, estaba en verdad enojado y lo supo cuando le había estado enviando mensajes desde la oficina y aunque estaba respondiendo, estaba sonando muy cortante, claramente estaba tomando mal las cosas y Chanyeol pensó que su error, su único error, había sido no darse cuenta, por eso, cuando salió del trabajo, fue a comprar un ramo de flores, a Baek le gustaban las flores y estaba seguro de que con eso estarían bien, pero entonces, cuando llegó a casa y le dio a Baek eso, este solo término mirándolo con una mueca.

-Ah, gracias.- dijo sin más, sin entender que esa era su disculpa y poniéndolas en el jarrón de siempre, en el sitio de siempre, olvidándose de ellas, casi de inmediato, así que Chanyeol lo había seguido, esperando al menos poder hablarlo, pero Baekhyun solo se había ido a lavar ropa, como si nada pasará, hasta le pidió permiso para salir con la gran tina de ropa que había lavado y ahora tenía que doblar.

-¿No te gustaron las flores?- le preguntó, claramente confundido y Baekhyun solo sonrió.

-Me encantan, cada que haces algo mal, me das flores, claro que me fascinan.- dijo sin más, andando de nuevo lejos de Chanyeol y este se había quedado de pie en su lugar sin poder procesarlo, porque apenas estaba cayendo en eso, Baekhyun no era un fanático de las flores, claro, siempre que había problemas en su casa, le daba unas de esas y quizás solo las relacionaba con algo malo, por eso había terminado yendo al otro día a comprar una preciosa pulsera de diamantes, costosa como pocas cosas, esperando que esa fuera una mejor disculpa, pero Baekhyun había peusto la misma cara que con las flores y alzando un poco sus cejas, lo miró a él. -Gracias.- fue lo único que dijo de nuevo.

Chanyeol no sabía cómo Baekhyun había estado enojado ya tres días, por lo regular, su enojo duraba máximo, tres horas, era muy lindo, así que esa noche, como había estado evitando hacer las noches anteriores tocar mucho a Baekhyun para que este no se enojará más, pero esa noche quiso abrazarlo y Baekhyun le empujó la mano, así que lo abrazó a la fuerza, aunque ninguno de los dos estaba diciendo algo, Yeol besó su cuello, queriendo empezar algo, incluso apretando un poco el trasero de su esposo, pero este solo lo empujó.

Indigno de ser tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora