18

700 77 5
                                    

Ojala que la vida misma le diera las respuestas que estaba buscando, porque a decir verdad, todo en esos momentos, parecía demasiado complicado, más de lo que hubiera sido cualquier cosa en su vida antes, porque claro que no había tenido suerte encontrando a Baekhyun o a su bebé, pero se había encontrado con otras cosas, como la cara de odio profundo de su suegro, la que solo le había dado cuando supo que había dejado encinta a su hijo y ahora que sabía que le había roto completamente el corazón, en una versión completamente distorsionada y errática de la verdad, una que le había contando Soyeon.

Era evidente que en todo lo que dijera esa chica, quedaba como el villano, y Chanyeol en realidad se sentía como eso, sin haber sentido que hubiera hecho nada antes, era completamente vergonzoso, así que no había tenido la mínima oportunidad de defenderse, sabía que nada bueno podía pasar cuando Junmyeon lo había llamado a su oficina y cuando pensó que solo sería un sermón de ese tipo, había aparecido su padre y había sido como enfrentarse a sus demonios.

El señor Byun lo miró como un insecto mientras estaba detrás del escritorio de su hijo, alzando su ceja mientras solo suspiraba después de un largo rato, como si le hubiera dado a Yeol la oportunidad de decir una excusa, de decir cualquiera cosa, pero en esos momentos, sólo estaba destruido, no se veía presentable y ¿cómo lo estaría? había pasado una semana y media desde que Baekhyun se había ido y todo había quedado en manos de lo poco que le podían decir sus familiares que sí sabían en dónde estaba y que poca cosa le dirían, porque lo que menos querían en esos momentos, era que Chanyeol se acercara a Baekhyun y parecía que el señor Byun se había tomado su tiempo para poder hablar con él, como si hubiera tenido que hacerse a la idea de que no podía matarlo, no todavía, porque la gente comenzaría a darse cuenta.

-Es increíble la afición que tiene tu familia por arruinarlo todo.- fue lo primero que le dijo, haciendo una obvia referencia a su padre, el hombre que lo había llevado a esa situación en primer lugar, lo que era claramente detestable, pero bastante acertado a ese punto de su vida, así que solo había juntado sus manos al frente y había hecho una reverencia, pero escuchar a Junmyeon bufar de una manera poco discreta, revelaba que esa no era una buena idea. -No estoy aquí para que me des tus disculpas Chanyeol, en realidad, de poca cosa me sirven y no las quiero, porque es algo bastante desalentador, viniendo de ti. Un hombre que no pudo cumplir con la única tarea que se le fue impuesta, ser fiel hasta el final de sus días, como lo decían sus fotos de matrimonio.-

-Me va a tener que disculpar por la interrupción, señor Byun, pero en ningún momento fui infiel o le falte el respeto a mis votos del matrimonio, puede preguntarle a quién sea que me rodea, pero nunca hubiera hecho algo tan estúpido.-

-¿Entonces dices que mi hijo miente?- Baekhyun claramente aún tenía su idea, una que Chanyeol no había desmentido porque pensó que era evidente que nada había pasado, pero al parecer para ese chico no había sido así de claro, así que ahora estaba dándose cuenta y odiándose aún más por todo eso, porque pensó que era cosa obvia, pero ahora notaba que Baekhyun y él siempre habían ido en dos señales completamente diferentes. -Chanyeol, ¿sabes que te va a pedir el divorcio?- eso era como una cubetada de agua fría, pero ya lo sabía, había estado sin dormir toda la semana por eso, estaba desesperado por poder excusarse. -Lo arruinaste.-

-No lo hice.- dijo confiando en sí mismo -Se que si me dejan verlo, yo podría...-

-Es Baekhyun quién no quiere verte, está muy enojado, está herido, ofendido, con el honor en los suelos, ¿crees que sobrevivir a algo como esto es sencillo? Por supuesto que no, es humillante, a Baekhyun no le queda nada más que defender el honor que le queda a él y a está familia, porque claramente no estamos perdiendo nosotros, pero él no se siente bien con nada de esto.- Chanyeol ya lo sabía, pero tampoco podía hacer la gran cosa, se sentía mal, como si le hubieran quitado la mitad del cuerpo, pero no podía hacer nada, solo estaba esperando que ese hombre pudiera dejar explicarle algo, pero solo negaba con la cabeza y suspiraba, como si fuera poca cosa. -No quiero verte en la oficina un par de días, vete, arregla lo que sea que tengas que arreglar y luego veremos que pasa, pero no puedes quedarte aquí y lo sabes.-

Indigno de ser tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora