|Epifanía|

Capítulo #15

|Noticias ¿alarmantes?|

Marcia

¿Alguna vez se han preguntado porqué Van Gogh pintaba tanto con el color amarillo?..Pues, según era porque el color amarillo estaba relacionado con emociones positivas, el color de la alegría hacía que las personas se sintieran felices. Los colores cálidos emiten felicidad, emoción y pasión. En cambio, los colores fríos como el azul o el violeta, emiten sentimientos no tan positivos, esa parece ser la lógica del color. Muchas personas comenzaron a usar esto como metáfora, en un intento de representar lo que sentían.

Cómo yo, que últimamente me sentía color gris. Cansada, estresada, con ganas de que el mundo se detuviera y solo fuera yo, nadie más.

La lluvia había empezado, y cada gota que golpeaba la ventada, se deslizaba por la misma. Justo como las lágrimas en mi rostro lo hacían, en este preciso momento.

Nunca había comprendido esas escenas de películas tan fantasiosas dónde la protagonista miraba por la ventana del auto, y casualmente el día o la noche, se sentía tan triste en ese momento, y así mismo sus lágrimas le hacían compañía a las gotas de lluvia que caían del nublado y oscuro cielo.

Yo parecía esa protagonista, pero a diferencia de las películas, la vida real suele pegar mucho más fuerte que cualquier película americana.

Siempre he escuchado la típica frase: "después de la lluvia, viene el arcoiris" y no, porque hay ocasiones en que la lluvia se vuelve más y más pesada, y termina transformándose en una enorme tormenta de las que se llevan todo a su paso.

Mis sentimientos eran como una enorme tormenta, llevándose todo los construído en tan solo unos pocos días desde que llegué aquí.

Jamás había sido tan débil como ahora, ni siquiera cuando más motivos tuve de caer y romperme en mil pedazos.

Eso solo pasó una vez, una vez en la que sentí mi mundo irse abajo, en la que sentí que ya nada podía tomar color, que todo sería gris. Cuando tomé la decisión correcta.

¿Está bien sentirse triste después de haber tomado la decisión correcta?

Tenemos una idea mal formada sobre lo que significan las decisiones correctas, porque no todas las decisiones correctas te hacen feliz, aunque esté moralmente bien, no siempre nos hace bien a nosotros mismos.

Muchas veces tenemos que saber elegir entre un bien personal, y por un bien común.

Hace 21 años, yo tuve que saber elegir entre el bien de una persona, y mi bien personal. Se sintió un asco, pero sabía que era lo correcto.

Una de las decisiones más difíciles en esta vida es elegir si tienes que alejarte o quedarte un poco más.

Mi yo de dieciséis años, se encontraba con las mejillas empapadas, releyendo la carta en mis manos, una y una vez, analizando cada palabra de esta, sin saber que hacer, o como reaccionar a ello.

Tenía dos opciones: la primera era la más fantasiosa; seguir mi corazón, y ser feliz con la persona que amaba, la segunda era la más cuerda y fría; romper la carta en mil pedazos, ignorarla y seguir con mi vida como si nada. Forzar mis sentimientos y enterrarlos para siempre, y olvidarme por completo de él. Como si nunca hubiera existido.

Y por más que lloré, por más que me devasté sin alguien que me brindara apoyo, entendí que había hecho lo que debía hacer.

Hay un último día para todas las cosas, así como hay un último adiós para esa persona a la que te dolió despedir.

Me alejé queriéndome quedar, eso fué lo que más me dolió.

Ahora, que podía tener la oportunidad de estar con él, de olvidarme de todo y quedarme, no quería hacerlo.