|Mal querer|
Marcia
7:15 p.m
Sugirió una semana. Esa semana se convirtió en un escape de alivio, donde no nos hablamos y tampoco nos vemos. Y en verdad estaba agradecida con eso. No me sentía lista ni siquiera para volver a tenerlo frente a mí mañana, mucho menos para tener que hablarle.
En realidad, cuando se trata de él, nunca me siento lista.
Cada vez que nos vemos y hablábamos de lo más mínimo, nuestras conversaciones suelen tomar rumbos devastadores. Es inevitable, no sé porqué le encanta tanto sacar a relucir nuestro pasado si nunca lleva a nada bueno.
Me hiere, es como si me clavara una cuchilla una y otra vez. Cada vez que lo tengo cerca, me desangro.
Tuve que sacrificar nuestro amor por el bien de ambos. ¿Me arrepiento? Jamás. Pero el precio que ahora estoy pagando es su desprecio. Y estoy intentado todo para que ya no duela, para que nada de lo que diga me afecte, ¿cómo logro eso?
Tal vez intentar odiarlo igual que él a mí sea lo ideal, lo justo. Es difícil, demasiado, porque con tan solo mirarlo me cuesta mantenerme de pie, me cuesta controlar el rápido movimiento de mi corazón, de mi respiración pesada, todo. Aunque no pueda notarlo, pero me dejo al descubierto siempre, inevitablemente mi cuerpo me delata.
Y quiero odiarlo, odiarlo con ganas, con fuerza, que lo único que pueda sentir hacia él es el desprecio que tanto me tiene.
Odio que me odie, y odio no poder odiarlo.
Me tocó el alma antes que la piel, ¿cómo se logra superar eso?
Era tan joven que nunca medí las consecuencias de haberme enamorado perdidamente de alguien, por primera vez. Tuve una infancia no tan grata, y cuando lo conocí empezó a convertirse en mi mayor consuelo.
Siempre que lo veía, automáticamente sabía que mis preocupaciones y problemas desaparecerían por un rato. Al igual que yo, él también necesitaba escapar de su realidad. Nos habíamos vuelto muy dependientes del otro, eso hizo que al momento de ya no vernos más, fuera muy doloroso.
El dolor físico es molesto, pero el dolor emocional suele ser asfixiante, y eso es peor.
Con él había tenido muchas de mis primeras veces, le había obsequiado ese privilegio, sin medir las consecuencias a largo plazo. Me adelanté en muchas cosas a mi corta edad, porque mi corazón cegó mi mente, y no pensé con claridad nada de lo que hacía.
Hoy en día me arrepiento, porque a pesar de que todo con él había sido increíble, no debí, no debí dejarme llevar tanto.
Dos jóvenes se conocen en el verano del 2001, ¿qué podría pasar?
Pues aquí estamos.
Y cómo ya era tarde para escapar de mi complicada realidad, lo mejor que podía hacer era tratar de sobrevivir hasta que todo este enrede ya no afecte mi vida.
__Aquí tiene el cóctel que pidió, señorita.
__Gracias.
Un pequeño bar dentro del aeropuerto, me hacía tener flashbacks de aquel exclusivo bar en Madrid, tenía un toque exótico, las personas solían ver más por las conquistas y las stripers, donde la mayoría del público solía ser masculino.
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|Epifanía|
FanfictionDecidida a arriesgar todo por su carrera, Marcia, una importante y reconocida abogada de España, se atraviesa en un gran rompecabezas que tendrá que resolver al involucrarse en la investigación de un asesinato. Las cosas sienten complicarse para ell...