Capítulo #12

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|Demasiado débil|

A veces, no se puede explicar todo lo que vemos en una persona, es simplemente la forma en que ese alguien te hace sentir y nadie más puede hacerlo.

Fácil de sentir, difícil de explicar.

Los hermosos árboles florales se meneaban suavemente con el viento, dejando así caer unas cuantas hojas al verde pasto y regándose en algunas partes del concreto de los pequeños caminos que albergan todo el parque.

La chica corría con entusiasmo, tan rápido como podía. Su larga melena castaña oscura se movía a saltos con con su rapidez, y el viento movía sus mechones con agilidad. Llevaba puesto su uniforme escolar, solo que el abrigo que lo acompañaba se encontraba enrollado en su cintura junto a su falta. En su rostro albergaba una radiante sonrisa mientras que el chico la miraba expectante a su llegada, quién con una sonrisa la recibió, y esta rápidamente se deshizo de su mochila para acto seguido tirarse sobre él. Ambos ríen, sentados en el pasto junto a un gran árbol.

__¿Y bien?¿Qué tal te fue?

__¿Tú que crees?

__Pues con esa hermosa sonrisa asumo que te fue de maravilla.

__Más que eso, fui la única en sacar un diez completo, la única de toda la clase.__Lo decía con toda la emoción, mientras que el chico la observaba con orgullo.__Gracias por haberme ayudado a pasar ese examen, hubiera muerto si sacaba menos de un ocho.

__No me agradezcas, prácticamente hiciste todo el trabajo. Eres toda una cerebrito.

__Bueno, eso sí.__Dijo con orgullo.__¿Y tú?¿Qué me tienes para contar?__Preguntó, peinando con sus dedos el cabello de su acompañante.

__Nada interesante, lo de siempre. No te quiero cansar con mis dramas familiares.

__Hey, mi familia tampoco es perfecta y eso lo sabes. Ambos vivimos de tontos dramas, así que cuéntame, ¿qué pasó ahora?

__Por más que trato no puedo convencer a mi padre de lo que quiero, de la carrera que quiero estudiar. Soy adulto, debería poder elegir mi propio camino pero, no es fácil cuando sabes que tienes un legado que seguir.

__¿Y tus hermanas?

__No quiero condenarlas a algo que ellas tampoco quieren, además, mi padre dice que solo yo tengo ese deber, no ellas.

__Eso es tan injusto, ósea, ¿en serio no le importa lo que tú quieres? Esto es increíble.__Expresa con ironía.

__Cada vez me convenzo que esto es una tontería, ya no sé si seguir insistiendo con lo mismo. Me guste o no, tengo que cumplir con mi deber.

__No hagas caso a esos pensamientos, Esteban. El deber no siempre es lo correcto, debes luchar por lo quieres, no por lo que otros quieren que hagas. Y siempre me tendrás a mí, y bueno, no es que mi apoyo sea la gran cosa pero...__Esta es interrumpida con un repentino beso, que igualmente recibe gustosa.

__Eres la única motivación que necesito para seguir y luchar.__Este le acaricia tiernamente la mejilla, a lo que ella prosigue a haber el mismo tacto en él.

Ambos se decidieron prometer luchar por sus sueños, no importa si así tenían el mundo en su contra, se lo prometieron como acto de su amor, y ese parque, fue testigo de aquella hermosa promesa, que decidieron cumplir a toda costa, pero apoyándose mutuamente.

__¿Qué tienes?...¿Te pasó algo? No has dicho una sola palabra desde hace media hora y apenas haz tocado tu plato.__Su voz denotó preocupación. Casi no noto al acompañante frente a mí en la mesa del dichoso restaurante al que me había traído.

|Epifanía|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora