Capítulo #22

1K 64 78
                                        

|Pánico|

Marcia

Su respiración tan cerca de la mía fue la señal de peligro inminente que hizo ponerme en alerta. Otra vez me tenía atrapada, enjaulada y retenida entre su cuerpo de un mayor tamaño que el mío, y de una fuerza superior a la que podía poseer. Y me negaba, me negaba a volver a sentirme débil, a volver a desear que me poseyera como solo él sabía hacer. Él sabía que a pesar de que me negara, realmente lo deseaba, y el muy desgraciado le gustaba aprovecharse de eso.

__¿Qué quieres que te diga? Por más que intento no puedo. No puedo, y ¿sabes por qué?__Negué__Porque eres la razón por la cual no puedo dormir en las noches, quién causa que me sienta asfixiado en el buen sentido. Porque cada vez que te tengo cerca siento que mi maldito corazón quiere salirse de mi pecho, y me siento temblar, sudar, cuando te tengo a mi lado. Toda tú me pone nervioso, y aunque esta sea una maldita farsa, mis sentimientos son más reales de lo que piensas. Estoy enamorado de ti, completamente enamorado de todo lo que eres. Y me he dado cuenta, que jamás pude dejar de amarte.

__Esteban...__Acarició mi mejilla suavemente, y por un momento creí que su próximo acto sería besarme, pero no, no lo hizo. Simplemente se me quedó viendo por un momento. Estaba serio, sentí la profundidad de sus ojos mirarme fijamente, y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Esta no era una mirada como las anteriores, había un toque, lo cual hizo que sintiera miedo, pánico, terror absoluto.

__¿Por qué justamente tú?¿Por qué jamás pude dejar de amarte?

__Ya deja de decir esas cosas.__Intenté disimular mi súplica, pero el dolor de mi pecho comenzó a aumentar, señal de que estaba cada vez más asustada.

__¿Por qué?

__¡Porque no tiene sentido, Esteban!

__Eso mismo pensaba, que no tenía sentido. ¿Eres tú, verdad?

Sus ojos no dejaban de posicionarse en mí, escaneándome completa, mientras que yo intentaba evitar su penetrante mirada a toda costa. El pequeño espacio que albergaba el elevador me hacía quedar cada vez más acorralada por él.

__No sé a qué te refieres.__Intenté sonar lo más convincente que pude, disfrazando mi miedo con una seguridad de la cual trataba hacer ver delante suyo.

No me había preparado para este momento, y no tenía porqué hacerlo cuando se suponía que no lo descubriría. Preguntándome qué hice mal, en qué fallé como para dejarme al descubierto. ¿Me había investigado? Era algo de lo cual no podía descartar, pero y si no fue así, si simplemente está sacando acusaciones apresuradas entonces no tengo porqué admitir una verdad que no quiero.

__Jamás me había cuestionado tanto hasta ahora. Al principio las cosas parecían ser sacadas de mi imaginación, pensaba que mis sentimientos por ti habían logrado remover otros, e intenté convencerme de que estaba pensando mal, cuando me doy cuenta de que nunca fue así.

__Solo estás confundido.

__¿Por qué volviste?

__No sé de que me estás hablando, ¡déjame salir!__Aparté su cuerpo tan rápido como mi adrenalina actuó. Solo que su rapidez pudo más, sosteniéndome por detrás tomando de mis brazos, apretándome a su pecho.

Pero no era como las otras veces. No era para nada excitante, ni acogedor, ni mucho menos un acto de romanticismo. Sentí su fuerza, no estaba dispuesto a dejarme ir sin que respondiera a sus preguntas.

__¡Ya suéltame, idiota!__grité.

__Solo responde a mis malditas preguntas.__su tono fuerte, detonando y dejando notar su furia en su voz, algo que por primera vez puedo ver en él. Jamás me había gritado de esa forma, y aunque lo quisiera negar, me hizo sentir pequeña a su lado. ¿Por qué le molestaba tanto que yo fuera Marcia? No sé porque siempre imaginé que si algún día se daba nuestro encuentro, su reacción sería muy diferente. Aunque lo estuviera engañando fingiendo ser otra persona, jamás pensé que le molestaría tanto encontrarse conmigo, con la verdadera yo.__¡Responde!

|Epifanía|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora