Mónica y el (sexo) amor

Capítulo 7

El equipo llevaba cuatro días sin verse, pues todos habían estado preparándose para el viaje, el punto de reunión era el aeropuerto una hora antes del embarque. El equipo que componía aquel viaje constaba de: Gilbert y José que eran los estilistas de Mónica, Madelaine había conocido a varios, aquella mujer tenía todo un séquito, pero ellos dos eran los que la acompañaban a todas partes; Vane y su marido Iñigo, ambos eran los mánager y representantes de Mónica; Anita, Miguel, Mónica y Madelaine.

-Creía que las cosas entre vosotras iba mejor -le dijo Vanesa a Mónica mientras andaban por el aeropuerto, Madelaine, Anita y Miguel iban más adelantado haciendo bromas

-Y lo están -dijo confusa Mónica-, nos llevamos bien. ¿Por qué?

-Le hable antes de venir para firmar la renovación del contrato, actualmente está como si no trabajase, ya que firmó la renuncia cuando se fue, me dijo que aún no había pasado la semana que habíais acordado, finaliza en dos días

-¿Crees que tiene pensado dejar el programa? -preguntó Mónica mirando a la mujer que iba delante-. Pensaba que las cosas estaban yendo bien, tenemos más confianza y las grabaciones van bien

-Sí, es por eso que me ha extrañado -dijo Vane

-Le preguntaré cuando estemos a solas -dijo Mónica que se había quedado preocupada

***

Después de dieciséis horas de vuelo por fin llegaron a Tokio, Japón. Llevaron las maletas y todo el equipo a una pequeña camioneta que habían alquilado, era una camioneta espaciosa y grande para que todos pudieran caber

-¡Bienvenidos a Tokio! -dijo Madelaine haciendo el saludo japonés al grupo-. Soy Madelaine Petsch y seré vuestra traductora y guía en este viaje

-¿Tú serás nuestra traductora? -preguntó sorprendida Mónica

-Y al parecer vuestra chofer, el equipo ha sabido cómo ahorrarse dinero -bromeó Mad

-No te quejes que tú tienes habitación individual -dijo Miguel que dormiría con Anita

-Algo bueno tendría que llevarme, ¿no? -bromeó Mad

Madelaine puso el GPS del coche, aunque había estado viviendo en Japón, era cierto que llevaba tiempo sin ir y prefería ir a lo seguro. Comenzó a conducir, el aeropuerto estaba alejado de la ciudad, durante el camino, su móvil sonó. En la pantalla del coche salió el nombre de Amy, ya que el teléfono estaba conectado al coche, Mad picó en la pantalla rechazando la llamada.

-Deberías cogerlo, puede ser importante -dijo Mónica al ver que la persona era la tercera vez que llamaba

Madelaine descolgó, la voz de una mujer sonó en todo el coche

-¡Me habéis desconfigurado al niño! -gritó la mujer

-Amy, estoy en Japón trabajando, estoy conduciendo y estás en manos libre, hay siete personas más escuchándote

-Me da igual, vuestra manía de ponerle a mi hijo vuestra música ha hecho que lleve cuatro horas llorando, no sé como hacerlo callar, ¡estoy desesperada! Y es muy tarde para llamar al enano, así que dime qué música es la que lo calla

-No tengo ni idea -dijo Mad-. Es la lista que me pasó el enano para Nico, ya sabes que no me sé los nombres de los artistas.

-¡Debes saber algo! -dijo Amy desesperada, su voz se la notaba cansada

-El enano la llama el amor de mi vida, no creo que eso sea de gran ayuda

-Bueno, entonces es una niña, alguien joven