Capítulo 16

191 19 1
                                    

Mónica se despertó con los golpes de la puerta, miró la hora, eran las doce de la mañana, se levantó sobresaltada, hacía tiempo que no dormía tanto, siempre se despertaba antes de que Gilbert y José llegaran, pero había dormido tan bien, que ni se había dado cuenta, se giró para ver a la mujer que dormía a su lado, pero se sorprendió de encontrar la cama vacía, se levantó y fue al baño, nada, no había nadie, de no ser porque la cama estaba desecha completamente habría pensado que la noche anterior había sido un sueño.

Abrió a Gilbert que se sorprendió de verla aún en pijama

-¿Se te han pegado las sábanas? ¿Hasta que hora estuviste fuera anoche?

-Cerramos el local -reconoció Mónica-, aunque allí cierran temprano, serían las tres de la mañana

Mónica se vistió antes de que Gilbert comenzara, porque sabía que pronto vendría Anita y Miguel con la cámara. Se sentó y se dejó hacer, cogió el móvil y escribió un mensaje:

"No sé como tomarme que te escabulleras en mitad de la noche de mi habitación"

"Más bien en mitad de la mañana, estabas tan plácidamente dormida que no quise despertarte. ¿Ya ha llegado tu séquito?"

"Solo Gilbert"

"Voy a terminar de arreglarme que ya mismo tengo a Anita aporreando la puerta"

Quince minutos más tarde, Anita y Miguel entraron, comenzaron a entrevistar a Mónica, ésta vio por el espejo quince minutos más tarde entrar a Madelaine sin hacer ruido. La cantante siguió contestando a Anita mientras Gilbert terminaba de peinarla, ese día llevaría ondas.

-Ahora es cuando empiezo a bromear, a coquetear, a insinuar -Mónica miró a través del espejo a Mad-. Pero porque ahora sí tengo esa energía. Empiezo otra vez a sentirme viva. Y libre.

-Pero es que hace dos semanas no tenías esa energía -comentó Miguel

-No

-El clic ha sido Japón -comentó Miguel

-El clic ha sido Japón -confirmó Mónica-. El otro día mi hijo me decía, mamá te ves tan guapa..., pero guapa por dentro y se está exteriorizando, tienes mucha luz y estoy muy feliz -dijo Mónica conmovida-. ¿Sabes lo que pasa? Que por primera vez en mi vida no hago planes. Cuando era joven y vivía en el extranjero, hasta para salir de marcha tenía un orden, una disciplina y un horario. Es algo que va ya dentro del ADN, es algo que he hecho durante toda mi vida, es como cambiar mi ADN, y decir, te vas a esforzar en salir y te vas a forzar a desconectar.

-¿Y cómo te está sentando? -preguntó Anita

-De maravilla

-¿Tú cómo la ves Gilbert? -preguntó Anita

-Yo también estoy flipando y me encanta

-¿La habías visto así antes?

-No, salir y verla con esas ganas de vivir, no. Porque eso es algo que siempre le he echado en cara, el tener una amiga que nunca podía ser una amiga por quién era. Y ahora me estoy sorprendiendo porque sí la veo más como esa amiga con la que te puedes ir al cine, y me gusta verla así, como una adolescente que empieza a descubrir el mundo

-Claro, es que yo, adolescencia no he tenido -explicó Mónica-. De hecho no tenía amigas, solo he tenido un amigo y ha sido el mejor amigo del mundo y estará conmigo toda la vida, pero a lo mejor ahora es cuando estoy un poco despelotandome. Y es guay. Y aquí estamos, en Tokio -dijo con un suspiro

Mónica comenzó a hablar de las dos personas más importantes para ella en su juventud, Carlos su amigo que se mató en un accidente de moto y su hermano Enrique, que se suicidó.

Mónica y el (sexo) amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora