Capítulo 47

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-¿Hablabas con tus hermanos? -preguntó Mónica saliendo a la terraza donde estaba Madelaine, la abrazó por la espalda rodeando su cintura, miró el mar de fondo iluminado por el amanecer

-Sí, ¿te he despertado? -Madelaine se giró sin separarse de los brazos de la cantante

-No, llevaba despierta un rato, pero no quería interrumpirte. Además, desde la cama tenía una buena vista -Mónica acarició la mejilla de Mad, frunció el ceño-. ¿Hay algún problema en casa? ¿Tus hermanos están bien?

-Sí, ellos están bien, pero mientras hablaba con ellos, he estado a punto de decirle en varias ocasiones que volvíamos a estar juntas, pero no he llegado a decírselo en ningún momento -Madelaine se separó de Mónica, se mantuvo cerca pero sin que ninguna de las dos se tocaran-. No quería decírselo porque no sé a dónde va esto, no quiero decirle que estamos de nuevo juntas y dentro de dos días decirle que hemos roto otra vez -Madelaine le puso un dedo en los labios a Mónica cuando iba a hablar-. Por favor, deja que termine. Siempre que estamos fuera todo es perfecto, Japón, México, Brasil... pero cuando estamos en España parece que todo se tuerce. El programa está a punto de acabarse, las dos volveremos a nuestras vidas, tú a la música y mi trabajo está en España, nos veremos menos, no estaremos juntas a todas horas como hasta el momento, necesito saberlo Mónica, ¿qué pasará con nosotras?

-Odio que me llames Mónica, solo lo haces cuando estás enfadada conmigo

-No lo estoy

-Lo sé. No he pensado en nada -dijo Mónica cogiéndole las manos y mirándola a los ojos-. Comenzar algo contigo fue una sorpresa para mi, sabes que no tenía intención de buscar pareja, ni tener sexo sin más y mucho menos enamorarme, pero me enamoré perdidamente de ti y eso me ha llevado a descubrir cosas de mi que creía olvidadas, has conseguido que disfrute de la vida, que ria y me atreva a hacer cosas que no sabía que podía, también he descubierto cosas que no me gustan de mi, como mis celos. No he pensado que pasará cuando esta etapa acabe, desde que te conozco solo he pensado en vivir el día a día, algo que no he hecho nunca -Mónica se acercó a Madelaine, rodeó su cuello con sus brazos-. Lo que sí sé es que me haces falta cuando no estás, que siento que me falta algo. Sé que eres sexóloga y debes ir a congresos y tener tu trabajo, tus clientes, sé que mi trabajo es un caos, cuando estoy de gira son meses lejos de casa. Pero sé que podremos adaptarnos la una a la otra, yo decido mi agenda, los conciertos que daré y cuando, puedo adaptarme a tus vacaciones -Mónica la calló con un beso-, sé que en vacaciones vas a México con tus hermanos, pero mi gira es en México, puedo dar ruedas de prensa, promociones y dormir contigo mientras tú estás con tus hermanos, incluso te los puedes traer si quieres.

-¿Estarías dos meses con ellos? -Madelaine alzó una ceja incrédula

-Estaría una vida con ellos si a ti te hace feliz -Mónica pegó su frente a la de Madelaine, mirándola a los ojos-. Haremos que funcione

Madelaine le agarró la cintura y la pegó completamente a ella, besándola con pasión, amor y ternura. Aunque quisiera negarlo para protegerse debía admitir que estaba completamente enamorada de aquella mujer.

***

Las grabaciones del programa seguían y aquel día habían ido a entrevistar a una pareja de singles, un matrimonio que a pesar de estar casados hacían intercambios de parejas e iba a clubes especializados.

-¿No tenías un color más discreto? -preguntó Madelaine mientras iban al club

-Voy de blanco, es discreto -dijo Mónica mirando su vestido blanco

-Ya me lo dirás al salir -Madelaine comenzó a reír haciendo que Mónica alzara una ceja volviendo a mirar su vestido, pues no tenía ni mucho escote ni era demasiado corto, era un vestido veraniego bastante normal.

Mónica y el (sexo) amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora