Mónica y el (sexo) amor

Capítulo 24

Mónica abrió los ojos al escuchar su propia voz, Mad la atrajo más hacia ella sin abrir los ojos

-Es el despertador de Diego, puedes dormir un poco más -bostezó Mad mientras seguía acurrucada junto a Mónica

La cantante miró a Madelaine mientras dormía, tan relajada y despreocupada, no necesitaba ningún tipo de maquillaje para verse hermosa. Mónica acarició su rostro, le dio un beso en la frente y sonrió al ver que Mad entrelazaba sus piernas con las suyas. Diez minutos más tarde, otra canción distinta a la anterior sonó

-El de Vlad -Mad abrió los ojos volviendo a bostezar-. Ojalá no tuviera que salir de la cama. Buenos días, preciosa -dijo inclinándose sobre Mónica y besándola

Mónica la besó sonriendo, de repente se apartó

-Tus hermanos están en la casa -dijo como si acabase de caer en ese detalle

-Sí, es donde viven -bostezó nuevamente Mad

-No creo que el vestido con el que estaba anoche sea el más adecuado para que me vea Diego -comentó Mónica

-Coge algo mío, seguro que hay algo que te quede bien, con la peluca nadie te va a reconocer, ¿por qué no te la quitaste para dormir?

-Lleva demasiadas cosas para que no se moviese y anoche estaba distraída...

-¿Distraída? -Mad sonrió con malicia besando el cuello de Mónica

-No empieces, están tus hermanos ahí fuera -dijo la cantante cogiendo su cara para pararla, se mordió el labio y la besó

Mónica salió de la cama, recordando en ese momento que se encontraba únicamente con su tanga, se quedó mirando a Madelaine alzando una ceja con una sonrisa divertida

-¿Vas a darme algo de ropa o seguirás ahí mirándome?

-Lo último suena bastante bien -comentó Mad con una sonrisa traviesa

-Cajones y armario, coge lo que quieras -dijo Mad saliendo de la cama palmeando el culo de la artista y abriendo el armario y sacando lo que iba a poderse ese día.

Madelaine se vistió y maquilló, maquillaje sutil como siempre que grababa, mientras Mónica elegía ropa cómoda, ya que cuando llegase al hotel iba a cambiarse, Madelaine se puso a mirar cosas en su tablet y a apuntar detalles en su libreta, Mónica vio cómo su mirada estaba enfocada en el trabajo, perdiendo el brillo juguetón de apenas unos minutos antes. Aquello le gustaba, que separase su trabajo con su vida personal, que supiera cuando debía ser profesional

-¿Qué toca hoy? -preguntó Mónica

-Cosas -dijo Mad cerrando la libreta

-Odio cuando hacéis eso -se quejó Mónica

Mónica se separó de Mad mirándose en el espejo, no se había puesto las lentillas, pero aún así era difícil reconocerla. Mad metió sus botas y su vestido en un plástico para poder llevárselo.

-Necesito hablar con mis hermanos de un asunto -dijo Mad

-¿Quieres que me adelante?

-No, solo que me des unos minutos

-Claro -Mónica se sentó en la cama

Mad le cogió la mano y tiró de ella hacia fuera

-Mó, no puedes esconderte de ellos

Mónica camino tras ella, un poco nerviosa. Los hermanos de Madelaine las miraron sorprendidas, pero Mónica vio que Vlad se ponía serio, tenía el mismo gesto de su hermana, realmente se parecían mucho