Capítulo 40

168 20 7
                                    

Vanesa llevaba años trabajando para Mónica, llevaba varios de sus trabajos junto a su marido, habían pasado días enteros juntas, muchos viajes, reuniones..., se consideraba la mejor amiga de Mónica, su relación era más de amistad que de jefa y empleada. Durante la separación de Mónica y posterior depresión, la cantante se había apoyado mucho en ella y era por ello que Vanesa podría decir que la conocía bastante bien.

Era por ello que últimamente Mónica conseguía desconcertarla bastante, no es que Mónica hubiera cambiado, es que cambiaba cuando estaba cerca de Madelaine. Desde el primer día que había visto a las dos mujeres juntas se había extrañado por el comportamiento de Mónica, inflexible, poco profesional, pero con el paso de los días, aún conseguía desconcertarla más cuando lo que había pedido, el despido de Madelaine, se estaba tramitando, pidiendo que se quedara. Había visto un gran cambio en su amiga, más alegre, más nerviosa, más enamorada, pero también había visto cambios para mal, más desconfiada, más celosa, más precavida.

Mónica nunca había actuado de forma irracional, pero lo hizo cuando echó a Madelaine de su casa sin dejar que la joven se explicara, ese día, cuando la pelirroja había cerrado la puerta de su casa, Mónica había llorado destrozada. Los días posteriores había estado triste, sin apetito, e intentando convencerse de que era lo mejor, sin escuchar a nadie. El día antes del vuelo había estado impaciente, ansiosa y nerviosa, como si una parte de ella quisiera volver a ver a Madelaine y, otra parte, lo temiera. Vanesa creyó que hablarían cuando se vieran, pero aparte de miradas furtivas no habían hablado de algo que no se tratase de trabajo.

Y una vez más, Mónica había actuado de forma irracional, movida por los celos, cuando Madelaine había intentado advertirle de que aquello era una farsa. Madelaine le había comentado que había escuchado a la cita de Mónica y al amigo hablar de que éste último le haría una foto cuando el chico besara a Mónica, de ese modo poder salir en televisión como el nuevo amante de Mónica. Pero Mónica ni siquiera había querido escuchar lo que había pasado, al escuchar que Madelaine se oponía a la cita, quiso con más ganas seguir adelante. Vanesa vio como su amiga estaba celosa y de mal humor porque Madelaine había vuelto a salir con otras personas.

Después de que Mónica se presentara al chico y Miguel los estuviera grabando, Vanesa advirtió a su marido de lo que le había comentado Madelaine, Iñigo se encargó de sacar al amigo de allí, no podían parar la grabación, pero sí evitar lo que sabían que estaba a punto de pasar.

Vanesa veía como Miguel se alejaba de la pareja cuando la entrevista hubo terminado, Anita y Miguel se felicitaban al ver que Mónica estaba coqueteando con el chico, incluso gritaron de emoción cuando el chico besó a Mónica y ésta le devolvió el beso, pero Vanesa sabía la verdad, Mónica estaba despechada e intentaba olvidar a Madelaine intentando pagarle con la misma moneda.

-No aguanto más esta falsa -dijo Vanesa a su marido levantándose y marchándose a su habitación

***

Mónica había besado a aquel chico y no sabía porqué, bueno, lo cierto es que sí lo sabía, quería por un día ser como Madelaine, poder pasar página como si nada, sabía perfectamente que Madelaine había estado viéndose con otras personas desde que llegaron, ya no tenían nada, podía hacerlo, pero le daba rabia que hubiera pasado página tan pronto, como si lo que habían tenido no fuera importante. Y ella, sin embargo, se moría de celos imaginándosela en brazos de otras personas.

Pero Mónica conocía a los chicos como él, todo sonrisas y encantador delante de las cámaras, pero cuando Miguel se marchó su forma de hablar era muy distinta, ya no era tan galante, ahora se anteponía él a los demás, era el tipo de persona que se creía más de lo que era y que estaba acostumbrado a que los demás hicieran lo que él quería.

Mónica y el (sexo) amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora