Mónica y el (sexo) amor

Capítulo 31

-Mónica, por favor, di algo, lo que sea. Llevas una hora sin decir una sola palabra, empiezo a preocuparme -dijo Madelaine mientras se montaba en el asiento de copiloto del coche de Mónica

Mónica se montó en el coche sin decir nada, comenzó a conducir y en cuanto salió de Villa Naranjo, la cantante paró el coche a pocos metros de su casa y comenzó a reír, le entró un ataque de risa que terminó llorando de la risa. Mad terminó contagiándose de su risa

-¿Viste la cara de Gilbert? -Mónica no dejaba de reír-. Llevo trabajando doce años con él y nunca me había pillado...

-¿Cómo no me dijiste que tenía llaves de tu casa? -Mad tapó su cara avergonzada

-¡Todo el equipo tiene llaves! -dijo Mónica intentando controlar su risa, pero cada vez que parecía que iba a parar de reír volvía a comenzar

-Lo que me sorprende es que no te haya pillado antes, eres muy activa sexualmente -Mad puso la mano en el muslo de la cantante y comenzó a subir lentamente

-Llevaba años sin hacerlo, tantos que ya no recuerdo cuándo fue la última vez que me acosté con mi ex. Y siempre he tenido mucho cuidado, pero tú... -Mónica atrapó la mano de Mad-, eres demasiado irresistible

Mad cogió la cara de Mónica y le dio un profundo beso, uno corto pero intenso

-Ponte en marcha que vamos tarde -dijo Mad mordiéndose el labio

-¿Queda alguien del equipo que no haya visto ese tatuaje? -preguntó riendo Mónica mientras ponía el coche en marcha

-Iñigo

-¿Miguel lo ha visto? -preguntó sorprendida Mónica

-Tenía curiosidad porque Anita no dejaba de comentarle que había chupado "mi flor". Vane y José vieron un poco cuando me cambiaba y tenían curiosidad, así que se los enseñé. Y tú, bueno, creo que tú ya te lo conoces muy bien

Mónica condujo hasta el centro, donde habían quedado con Anita y Miguel, estaba a punto de salir del coche cuando Madelaine la detuvo.

-Espera un momento -pidió Mad-. Me gustaría que cuando estemos grabando olvides que estamos juntas

-Ya sé que no quieres que Miguel y Anita lo sepan

-No, no es por ellos, también por ti, quiero que te dejes llevar y hagas lo que quieras como si no tuvieras pareja

-¿Lo dices para que yo haga cosas o para poder hacerlas tú? -preguntó seria Mónica

-Ambas, pero sobre todo tú, no quiero que dejes de experimentar cosas, este programa iba de experimentar cosas nuevas, y quiero que lo hagas

-Vale -dijo Mónica saliendo del coche

Mad suspiró sabía que le había sentado mal, ¿cómo podía decirle a qué se refería sin contar lo que estaba por venir?

Se reunieron con Miguel y Anita que estaban esperando en la puerta de una galeria, Mónica intentó asomarse pero Anita la apartó

-Estamos aquí para ver a un artista, Abel Azcona. El hace una performance en la que vas a participar. Él está sobre una cama, tú pones en una mesa un euro y tienes tres minutos para hacer con él lo que quieras

-Está en una cama... -Mónica miró a Mad-. ¿Cómo está en una cama?

-Ya lo verás -respondió Anita

Comenzaron a entrar y Mónica no dejaba de mirar a Madelaine, estaba algo nerviosa por la indicación de Anita y Miguel sobre que aquel chico estaba en una cama, las palabras de Madelaine antes de salir del coche no la tranquilizaba mucho.