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- Papi el señod Doyoung es muy agadable - le dijo el niño, quién iba saltando y siendo sostenido de la mano por Taeyong - Todos aman a papi nuevo

El rubio se detuvo en seco y miró al pequeño Sungchan con alarmismo, por sus palabras.

Taeyong pensó que el menor había olvidado todo respecto a la conversación en la que su sobrino aseguraba que él era otra persona.

Y aunque él no se equivocaba, eso no podía salir a la luz por los evidentes problemas que podía tener.

- Sungie - el más alto se arrodilló para quedar a la altura del pequeño y acarició su mejilla con suavidad - No hay ningún papi nuevo, soy yo - mintió lo mejor que pudo

- Papi no eda así

- Sé que no fuí una buena persona contigo y me disculpo por eso, quiero que entiendas que papi recibió ayuda y pudo mejorar sus actitudes

- ¿De vedad?

- Te lo aseguro, cariño

Un rato después llegaron a casa, cuando las amas de llaves se encontraban limpiando los restos de la cena y acomodando todo. Saludó a cada una y se disculpó por no avisarles que llegarían tan tarde, para luego despedirse y llevar a su pequeño sobrino a su habitación.

- Sungie vamos a lavarte los dientes y luego a la cama, ¿está bien? - el menor sonrió y fue por su crema dental

- Taeyeon

Esa voz gruesa sonó en la habitación de Sungchan y claro, el rubio sabía de quién se trataba.

- Debemos hablar, ahora - Jaehyun ordenó con frialdad sin siquiera dirigirle la mirada por más de cinco segundos.

Taeyong asintió y fue tras él, dejando a Sungchan en su habitación con un leve confusión por el comportamiento de su papá.

Caminaron un poco hasta la habitación que compartían juntos, pero grande fue su sorpresa al encontrar la mitad de las cosas y Jaehyun dirigiéndose a un nuevo juego de sofás que se encontraban en una esquina.

- ¿Qué pasó aquí?

- De eso venía a hablarte y de algo igual o más relevante, siéntate - ordenó el castaño con una frialdad palpable

Aún con la confusión en su mente, el rubio procedió a acomodarse en uno de los costosos sofás que había en la habitación, sin perder de vista a su cuñado, quién también se sentó frente a él.

- Me mudaré de habitación - aseveró Jaehyun sin más - Creo que estamos de acuerdo con que nuestras discusiones hacen que dejemos de venir aquí. Estaré en la habitación de al lado, ya pasaron todas mis cosas allá - anunció

- Bien

Jaehyun se recostó en el sofá y encendió un cigarrillo, seguido por la atenta mirada de Taeyong. Tan pronto como expulsó el humo de su boca, procedió a seguir hablando

- ¿Cómo conseguiste ese préstamo?

- ¿De qué hablas?

- Todos en la casa no se cansan de hablar de tu gran hazaña, así que, dime./..- la voz del mayor reflejaba molestia, aquella que no pasó desapercibida para Taeyong

- ¿Tendría que importar el cómo?. Lo relevante aquí es que el dinero se consiguió, Jae - Por un momento el rubio olvidó que el pelinegro separó sus habitaciones por sus conflictos y mostró alegría cuando recordó la gran noticia - La compañía no se va a ir a la ruina, ¿No es eso maravilloso?

- No me alegra en lo absoluto - dijo el más alto con una mueca - Esto es inaudito, el señor Kim no recibe a nadie y cuando vas tú, milagrosamente te recibe - Jaehyun utilizó un tono despectivo y minimizante que molestó a Taeyong

 L'usurpateurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora