7

664 113 16
                                    

Al sentir los labios de aquel chico de lindos hoyuelos, Taeyong no pudo evitar quedarse congelado, pero al mismo tiempo se sentía extrañamente bien. Cuando Jaehyun se dió cuenta que su "esposo" no correspondía su beso, decidió separarse de él para preguntar si se encontraba bien.

— ¿Tae todo está bien? — el pelinegro lo observo con preocupación — ¿No te sientes bien?

Por primera vez, sintió que le importaba a alguien de esa forma, pues siempre fue él contra el mundo. Un mundo totalmente injusto para alguien como él.

— Tranquilo — Taeyong quitó lentamente la tibia mano de aquel hombre que creía ser su esposo — Todo está bien

El rubio dirigió su mirada hacia el pequeño niño que los observaba con una linda sonrisa y procedió a inclinarse hasta quedar cerca a él — Hola pequeño. ¿Me extrañaste? — preguntó mientras acariciaba el cabello oscuro de su sobrino

— Si, papi — se acercó y lo abrazó fuertemente — Te extrañe muchísimo

El pequeño Sungchan por primera vez no se sentía ignorado o excluido del círculo familiar. Su papá parecía mucho más alegre y extrañamente distinto en su forma de tratarlo.

— Yo también te extrañé, bebé — Taeyong seguía abrazándolo sin querer soltar el pequeño cuerpo de su sobrino — Te extrañé muchísimo

— Dejaré tu equipaje en la habitación, cariño — Jaehyun se acercó nuevamente para acercar sus labios a los de su "esposo", pero el rubio se alejo talando su boca

— Me duelen los dientes — fingió una mueca en tanto se iba alejando del pelinegro

— Quieres que llame a una clínica odontólogica?

— Gracias, pero lo haré yo mismo, Jae. Por ahora, sólo tomaré un poco de agua — Taeyong sin más se dirigió hacia la cocina para evitar más preguntas

El rubio caminó un poco hasta la cocina y se encontró con una mujer de mediana edad tratando de limpiar una sartén. El chico supuso que era Martha, la ama de llaves.

— Buenas tardes, Marta — dijo amablemente acercándose a ella

— Buenas tardes, joven Lee — el rostro de la fémina era totalmente neutro al hablar — Tuve listo su sandwich de pechuga de pollo bajo en calorías tal y como le gusta. Siento mucho no poder conseguir caviar, ahora mismo está agotado, señor

Taeyong vió un poco de temor en sus ojos al momento de mencionar el caviar. Supuso que, Marta tenía esa conducta debido a los tratos injustos de su hermano.

— No se preocupe — el rubio le dirigió una sonrisa sincera y procedió a hablar nuevamente — No tiene que sentirse mal por ello. Gracias por este sandwich

Marta dejó de lavar la sartén y dirigió una mirada confundida al chico que estaba al lado suyo.

— ¿Está seguro que no está molesto por ello?

— Por supuesto que no — soltó una risita — comprendo perfectamente la situación.

Marta nunca había recibido una sonrisa amable o palabras agradables desde que trabajaba en aquella casa.

— E-Esta bien — la mujer prosiguió con sus deberes un tanto inquieta por la reacción del chico

Taeyong estuvo parado frente al gran balcón que estaba ubicado en el patio trasero para evitar por completo a Jaehyun.

Aún se cuestionaba que era aquello que veía mal su hermano en este estilo de vida ya que parecía tenerlo todo.

— Mi amor — la voz irreconocible de su cuñado irrumpió en la silenciosa noche que reinaba en aquel patio — Está haciendo demasiado frío — dijo acercándose al balcón en donde estaba Taeyong de espaldas

Al escuchar las últimas palabras de este, volteó cuidadosamente hacia atrás y vió el blanquecino rostro del pelinegro siendo alumbrado por la luz de la luna.

— Estoy bien, Jae — sonrió para dar seguridad a sus palabras y seguir observando el lindo paisaje

— Deberías abrigarte, pequeño — pasó su abrigo por sus hombros y se posicionó para abrazar al rubio por atrás— No quiero que enfermes, amor — besó delicadamente la mejilla derecha del rubio

Nerviosismo era un calificativo muy corto para la situación en la que se encontraba Taeyong ahora mismo. No se movía aunque se lo demande a su cuerpo.

— Quisiera ir de compras en estos días. Las épocas navideñas están muy cerca y quiero conseguir los mejores regalos para las personas que amo — habló nuevamente Jaehyun frotando levemente su rostro contra el sedoso cabello de Taeyong

— Me parece b-bien— Apenas pudo articular dos palabras por su evidente nerviosismo al sentir tan cerca al pelinegro

— Tae hay algo de lo que debemos hablar — soltó el mayor sin más mientras sujetaba los hombros del más bajo para darle una pequeña vuelta para poder hablar mejor con él  — Tal vez suene muy repentino en adelantarte mi deseo por navidad, pero siento que no puedo esperar más. Así que, quiero saber si estás de acuerdo o no con mi deseo

— ¿Necesitas mi aprobación para un regalo?

— Para este, claro que lo necesito

— Está bien, dime

— Sabes que mi sueño siempre fue tener una familia muy grande — Taeyong sabía por dónde iba el rumbo de la conversación y quería escapar antes de escuchar todo lo que debía de decirle — Por ello — Jaehyun sujetó suavemente las manos del contrario antes de seguir hablando — Quería saber si mi regalo de este año puede ser un nuevo integrante para nuestra familia

 L'usurpateurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora