Natasha.
Luego de la charla amorosa de Stark, decidimos pasar un día de fiesta para relajarnos, y por primera vez, Yelena estuvo de acuerdo, por lo que Kate ha decidido venir.
Sigo intentando comprender su relación de compañerismo, no veo a Kate interesada en besarse con alguien, sin embargo tampoco hace ese tipo de cosas con Yelena, porque no es lo que a mi hermana le gusta, y comprendo que no es mi asunto, y mientras funcione para ellas, es lo único que importa, pero la duda sigue en mi cabeza... Sigue allí, sigue existiendo, eso lo vuelve confuso.
Joder. ¡El chisme es terrible! Tal vez debería pedirle a Yelena que me lo explique si se siente cómoda con ello.
Mientras tanto beberé un poco, bailaré con alguna chica linda que quiera disfrutar el resto de la madrugada en una suit del mejor hotel de la ciudad, y acabaré quién desee acostarse con ella después que yo. No encontrará comparación.
—¿Yelena? — hablé mientras avanzaba en dirección a la barra donde se encontraba mi hermana aferrada a su vaso de jugo de uva, Kate por su lado, bebía Martini como agua. — Kate. Mis dos personas menos favoritas en el mundo... — me burlé. Yelena asintió.
—También te amo, hermanita. — se quejó ella. — ¿Has bebido algo?
—No, aún no. Espero por una mujer digna de mi compañía nocturna para invitarla a bailar, beber y quién sabe qué más.
—Entiendo, entiendo. Kate y yo nos iremos en una hora al hotel.
Observé a Kate y luego a Yelena.
—¿Comparten habitación?
—Ajá.
—¿Y cama?
—Es mi novia, Natasha. — dijo Yelena con su acostumbrada actitud molesta. Es una tonta.
—Ya, pero creí que no... Ya sabes, no...
—Si te refieres al sexo, lo cual es desagradable. No, no lo tenemos, compartimos una cama, somos novias platónicas. Compañeras, no es necesario tener sexo para amar a alguien, yo amo a Kate, pero no románticamente, siento una leve atracción que se complementa con amistad, es diferente a lo que tú sientes, y sí, soy feliz sin sexo.
Kate quién no había dicho nada ante todos los comentarios de mi hermana, bebió de golpe su Martini y pidió otro al bartender.
—Hey, okay, lamento molestar. Tenía dudas, quería preguntar de forma respetuosa. No me ataques.
—¿Por qué mi amistad o relación con Kate sería tu asunto? Funciona para nosotras y...
—¡Y es todo lo que necesito saber, pero necesitaba conocerte! ¡Eres mi hermana! ¿Por qué no podríamos tener conversaciones incómodas? ¡Nos duchamos juntas muchas veces, lo recuerdo! Éramos pequeñas, pero...
—Si quieres que charlemos sobre cómo me siento romántica o sexualmente, que no sea en un bar, y que sea en un sitio donde pueda explicarte cómo funcionamos Kate y yo. — dicho esto, bebió de golpe si jugo de uva. — Kate, voy al baño.
Se levantó, y se fue. Suspiré y me senté en su lugar.
—Dale tiempo, sabes como es con sus cosas. A mi me costó entenderlo, pero me siento cómoda con ella, lo disfruto y es un acuerdo sano. Quédate con eso por ahora.
Asentí lentamente y me giré al muchacho castaño.
—Una cerveza helada con algo de limón. — pedí.
—De inmediato, señora Romanoff. ¿Me daría su autógrafo?
—Por supuesto, dame algo que firmar y un bolígrafo. — dije observándolo. — Tu nombre.
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Offside love. [Wandanat]
RandomWanda juega en la selección inglesa. Natasha juega en la selección de Estados Unidos. ¿Están fuera del área cuando se trata de algo más que un balón y dos resentidos egos competitivos?