33.

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Natasha.

—¡¿Qué?! — grité viendo como Pietro acababa de pedirme invitar algunas compañeras a la fiesta de su matrimonio.

—Oh, vamos, Nat. Le diría a Wanda que lleve algunas de sus compañeras, pero están lejos de ser agradables, y Clint extraña a las personas de su país. No es fácil ser el americano en Londres, además de que debió adaptarse...

—¿Viniste hasta la casa de tu hermana únicamente para manipularme? - pregunté al verlo hacer puchero. Él asintió. — malditos ingleses.

—Hey. Te dejé robarte el corazón de mi hermana sin problema alguno y sólo te pido que vengan a la boda. Clint es fan de las jugadoras de...

—Veré que hacer. — murmuré.

—¿De verdad? — preguntó emocionado. Asentí. — ¡Espléndido, te abrazaría, pero...!

—No, no... — comencé y él sonrió. Me acerqué a abrazarlo. — si le dices a Wanda que te he abrazado, juro que te rodaré colina abajo.

Pietro comenzó a reír.

—Hey. Mi hermana te ha dejado una marca en el cuello, par de salvajes. — se burló.

Mi rostro tomó color de forma inmediata. Mi cuello tenía más de una sola marca morada, podría haber muerto, pero joder... ¡Wanda es excelente en el sexo!

—No quieres ver el resto de mi cuerpo. Mis senos... — comencé explicando pero Pietro hizo una mueca de asco. Sonreí.

—No, no quiero. Soy "senofóbico". — hizo comillas.

—No digas eso en otro lugar. — murmuré burlona. — ¿Al menos sabes lo que es?

—Soy gay. No me gustan las tetas.

Iba a comenzar una charla, al fin me sentía menos idiota que alguien en este país. Todos son tan cultos, pero luego estaba Pietro quién parecía haber desperdiciado todas las gotas de inteligencia que quedaban en el fondo de la botella familiar... Sin embargo, Wanda abrió la puerta y ambos nos giramos al oírla.

—Hola a ambos. — murmuró sonriente. — ¿Qué haces aquí, Pietro?

—Clint fue a trabajar con papá, así que dijo que vendría a por mí más tarde. Pensaba que sería buena idea pasar tiempo con ambas antes de que me vaya a París de luna de miel, pero... Vi que estuvieron ocupadas ayer por la noche, entonces...

Wanda se sonrojó y apartó la mirada dejando su abrigo y bufanda en la entrada.

—De hecho hoy no entreno, podríamos pedir algo de comer y ya sabes, ver una película.

—Me agrada esa idea. ¿Qué opina tu novia? — Pietro giró el rostro para verme. Elevé los pulgares.

—Soy más fan de lo que hace Wanda con las manos, pero... — Pietro comenzó a reír. — ¿Qué? ¿Dije algo gracioso?

—Tu cuello comprueba lo que dices.

Me sonrojé.

Oh, mierda. Seguirá con eso.

—Oh, vamos, Pietro. Cállate. — se quejó Wanda. El castaño sonrió.

—Jamás pensé que mi hermana volvería a tocar una mujer en su vida, Nat. No es que acostumbremos a...

—Creí que eras más reservado. Estás comenzando a juntarte demasiado con Lena y Clint. — se quejó la castaña.

—Claro, culpa a los estadounidenses por hacerme menos cohibido.

La castaña pasó hasta la cocina ignorando a su hermano. Ni siquiera me miró.

De acuerdo, siempre creí que en el sexo los ingleses eran más recatados, pero no fue así, sin embargo parecen avergonzarse luego de eso. Tomaré nota.

Offside love. [Wandanat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora