Natasha.
—Te extrañaré mucho. — susurró Wanda contra mis labios. Volví a besarla y pasé mi brazo sobre sus hombros. — creo que no tendré tiempo para verte hasta el partido.
—Pues... Podremos centrarnos mejor en que cada una haga lo suyo mientras tanto, ya sabes, entrenar y... Dar lo mejor. — murmuré.
Creo que cada uno de mis discursos suena peor que el anterior, pero sinceramente... ¿Qué esperaba Wanda? Soy bastante idiota bajo presión, y todo lo de Rachel sumado a un encuentro con el equipo de la chica a la que amo y debo ganar o perderé todo...
Es desesperante.
—Pediré unos días de descanso antes de el entrenamiento para los siguientes partidos... — susurró contra mi cuello. — quiero estar contigo...
Sonreí.
Oh, pero Wanda... Wanda podría transformar aquellos pensamientos intensos, insistentes e hirientes en la sensación más abrumadoramente cálida que podrían imaginar...
Ya no pensaba en nada estúpido, sólo en sus besos contra mi cuello y la forma en que su sonrisa se crispaba, sus dientes cerca de mi carne y las ganas extremas de saltar sobre ella y pedirle que no me deje subir a ese avión...
Pero no quiero ser egoísta... Quiero cuidarla... Me importa demasiado, y me importa también que lo sepa... Que sepa que me importa, pero primero debo cuidarla... No importa que tan lejos llegue...
—También voy a extrañarte, Wanda... — susurré tomando su mentón y uniendo nuestros labios otra vez.
Apoyé mi frente en la suya. Respiré sus suspiros y entendí que ya no podía caer más. Estoy enamorada de ella.
Y se siente asombroso, casi como estar todo el tiempo sobre el cielo acariciando perritos de nube... Si es que eso fuese real, aunque la mayor parte de los perros me hace perder la paciencia excepto por Piolín que es un gran chico muy noble.
Podría decírselo, decirle que la amo, subir a ese avión y... Hacer lo que tenga que hacer, pero temía comprometerme y dañarla, prefiero esperar.
Quiero esperar, quiero estar segura... quiero poder gritar que la amo sin temor a ser Natasha Romanoff y que todos vean lo enamorada que estoy de ella.
No sé si debería agradecerle a Tony por mejorar mi vida o escupirlo porque ahora que no está, todo parece fuera de control... Es como si yo no pudiese tomar las riendas de todo.
Mi vida pasa delante de mis ojos y si tomo una decisión, es perjudicial, pero si tomo otra, lo es el doble...
—¿Sabes? — susurré. — siempre quiero ser mejor cuando se trata de estar contigo. — me sinceré, y de hecho, se sintió bien. Wanda sonrió. — intento ser mejor de lo que era, porque por alguna razón... Siento que te mereces la mejor Natasha de todas, y creo que una vida no es suficiente para darte a la mejor de mí, porque eres demasiado buena para este mundo... Y los que existan. — dejé caer mi cabeza sobre el sofá y respiré profundamente. — lamento no poder evitar todos los errores...
Ella negó.
—Nat... Tú siempre eres tu mejor versión, por eso me gustas tanto y...
"Pasajeros con destino a Boston, favor de abordar la puerta A2, vuelo 204"
Suspiré.
—También me gustas, y mucho. — tomé el bolso con Sherlock dentro. — y te extrañaremos, esperamos verte lo más pronto que sea posible... — susurré.
Abracé a Wanda lamentando mis decisiones, pero a la vez sabiendo que no tenía alternativa.
¿Qué más podía hacer? Estoy desesperada, amaría que mis malas decisiones anteriores no nos persiguieran y ella tuviese una novia decente, una chica que no... Tenga cuentas con el pasado, pero...
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Offside love. [Wandanat]
DiversosWanda juega en la selección inglesa. Natasha juega en la selección de Estados Unidos. ¿Están fuera del área cuando se trata de algo más que un balón y dos resentidos egos competitivos?