Wanda.
—¿Quieres café?
La pelirroja apartó su mirada del ventanal y asintió mientras sostenía su cabeza entre sus manos.
—Mejor te traigo una pastilla, te haré jugo, querida. — murmuré besando su cabello.
Natasha dejó ir un quejido. Realmente bebió mucho ayer por la noche, no he querido preguntar la razón, porque no quiero presionarla, sin embargo, vi a Luka bastante bebido, asumí que bebieron en conjunto, hoy cuando he llevado temprano al rubio al aeropuerto, me agradeció y se disculpó por lo de Natasha.
Supongo que él estaba un poco más consciente que la pelirroja.
Arropé a Natasha y la cuidé por la noche, creo que jamás la había visto tan cansada, y eso que ya la había visto ebria en otras ocasiones.
Tomé una pastilla para ella, volví a la cocina, Nat seguía sufriendo por su jaqueca.
—Hey, relájate, puedes dormir hasta tarde... — susurré dejando la pastilla junto a ella.
Natasha tomó mi cintura y escondió su rostro contra mi abdomen.
—Silencio. — suplicó.
Acaricié su cabello mientras ella sólo respiraba un poco más pacíficamente. Jamás me he embriagado al punto de tener una jaqueca, no entiendo lo que siente, pero sé que debe ser terrible.
—¿Quieres dormir un poco? — pregunté. Ella asintió. — de acuerdo, podríamos recostarnos, toma la pastilla...
—Wanda... A veces creo... — se detuvo. — siempre pienso en que no te merezco, eres demasiado buena para mí, eres mucho más joven que yo y...
—Me llevas cuatro años, alto ahí, dinosaurio. — dije con sarcasmo. — además si hablamos de madurez, sigo ganando. Por mucho.
Ella asintió.
—Ya ves por qué no te merezco, no es justa la forma en que me haces tan bien y yo simplemente... — se puso de pie y se fue hacía el costado. La sostuve y noté que sus ojos estaban cristalizados.
—¿Nat, por qué bebiste?
Bien, sé que quería ser sutil pero en mi defensa se ve bastante agitada.
—Lo siento. Sé que teníamos un acuerdo y lo he roto, yo solamente quería... No lo sé, estaba Luka, el ánimo... Todo era realmente feliz y no quería estresarme con Rachel por allí... — murmuró. — lamento fallarte, Wanda.
—Querida, tú nunca me has fallado y dudo mucho que seas capaz de hacerlo. No te estoy prohibiendo beber, sólo siento que es mejor que te cuides del alcohol... — murmuré. Ella hizo puchero. — hey, si te hace sentir mejor... yo he bebido un par de martinis extras, pero tuve que tomarme un café cargado para traerte a casa sana y salva. — dije sonriente.
Natasha dejó escapar una risa suave y negó levemente.
—¿Qué me hiciste? — susurró poniéndose de pie. Unió nuestros labios y sentí sus manos acariciar mi cuello con suavidad.
Sus uñas eran mi perdición cuando se encontraban cerca de mi nuca.
—Nat... — me separé lentamente de ella. ¿Debería decirle lo que siento? — debemos hablar...
—¿Puede ser luego de la siesta, princesa? Realmente me duele todo el cuerpo y dormir me haría mejor.
Asentí y tomé su mano.
—Ven aquí. — susurré pasando mis brazos sobre sus hombros y caminando detrás de ella. Besé su nuca.
[•••]
ESTÁS LEYENDO
Offside love. [Wandanat]
RandomWanda juega en la selección inglesa. Natasha juega en la selección de Estados Unidos. ¿Están fuera del área cuando se trata de algo más que un balón y dos resentidos egos competitivos?